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Empleo: menos parados, pero más precariedad laboral

La industria es la que más empleo ha recuperado.

Eduardo Azumendi

“Este es el sexto contrato que firmó en tres semanas. He llegado a firmar hasta por unas horas”. A José Antonio A, de 39 años, ya no le sorprende casi nada del mercado laboral. Desde que hace cinco años perdió su empleo con el cierre de la factoría de frigoríficos que una multinacional tenía en Vitoria su vida laboral ha entrado en un laberinto del que no sabe cómo va a salir. Ahora trabaja como celador en un hospital de la sanidad pública vasca. “Bueno, eso de trabajar es una forma de hablar. Me llaman para cubrir alguna baja puntual, si hay suerte en vacaciones….Pero no sabes nunca por cuánto tiempo será. La última vez ha sido para una tarde”. José Antonio se declara como un trabajador precario. “Yo me definiría como un trabajador pobre. A lo mejor a lo largo de año no trabajo más de dos meses”.

José Antonio A. es un reflejo de la evolución que ha seguido el mercado de trabajo de Euskadi en la última legislatura. Se ha reducido el número de parados, lo que supone una buen noticia, pero ha aumentado la precariedad de las condiciones laborales. La mitad de los contratos firmados por mujeres y uno de cada cuatro suscritos por hombres son a tiempo parcial, una modalidad de contratación que ha crecido durante la crisis y que, según, los especialistas ha venido para quedarse.

2015 y 2016 han sido años en los que se ha producido una recuperación de empleo, al menos en su vertiente cuantitativa, puntualizan desde el Servicio Vasco de Empleo-Lanbide. Pero el camino hasta recuperar todo el empleo perdido durante la crisis se antoja todavía largo, muy largo. La mayor actividad laboral que ha caracterizado los dos últimos años ha permitido rebajar el número de parados inscritos en Lanbide (de diciembre de 2012 a julio de 2016 hay 27.619 menos inscritos en el paro), pero la tasa de paro vasca todavía sigue siendo “muy alta” en relación con el conjunto de la Unión Europea. Esa tasa es del 12,5%, pero si se observa solo la población extranjera de la comunidad autónoma dispuesta a trabajar aumenta hasta el 33%.

“Son muchos los retos a los que se tiene que enfrentar el mercado laboral vasco en este proceso de recuperación; el peligro de una recaída económica, los desequilibrios demográficos y la degradación de las relaciones laborales se presentan como los principales desafíos que tendrá que afrontar la sociedad laboral vasca en los próximos años”, advierte Lanbide. La previsión de creación de empleo que maneja la patronal vasca Confebask para el conjunto del año ronda los 18.000 puestos de trabajo.

Como la temporalidad se ha instalado en la contratación resulta interesante comprobar en qué condiciones se produce: la mitad de los contratos temporales tienen una duración inferior a un mes; mientras que el 13,7% se prolongaron entre uno y seis meses, y solo un 3,1% tuvo una duración media superior a seis meses, apuntan desde el Consejo de Relaciones Laborales (CRL).

“Sé que no volveré a firmar un contrato indefinido nunca más”, aventura Pili G de V, que justo acaba de cumplir 50 años. “Cuando me despidieron de la empresa en la que trabaja como auxiliar administrativa hace tres años ya sabía que mi suerte estaba casi echada”. Pili G de V ha ido encadenando contratos temporales en una empresa de mensajería y se resiste a caer en el colectivo de parados de larga duración. Esta es precisamente la principal preocupación de los expertos: “Aunque la incidencia del desempleo de larga duración disminuye, el hecho de que 63 de cada 100 desempleados lleve más de un año en esa situación es alarmante y un drama para todas las personas y hogares que lo sufren”, señala la catedrática de Economía Sara de la Rica en el Informe Laboral Euskadi. A la situación de desempleo hay que añadir que la mayor parte de ellos tiene responsabilidades familiares o directamente es cabeza de familia.

Afiliación a la Seguridad Social

Iñigo Calvo Sotomayor, economista y profesor de Deusto Business School-Universidad de Deusto, advierte de que este nivel de desempleo debería hacer reflexionar al conjunto de la sociedad. “Gran parte de las personas paradas en la economía vasca llevan más de dos años buscando empleo, lo que puede generar histéresis laboral, esto es, la posibilidad de que su situación se haga crónica y no puedan volver a incorporarse al mercado laboral aunque mejore la situación económica”.

La nota positiva es que el País vasco lleva nueve meses superando la cifra de los 900.000 afiliados a la Seguridad Social, apoyados especialmente en el sector Industrial. En el mes de agosto, la cifra se colocó en 901.559 trabajadores, con un saldo positivo acumulado en lo que va de año desde 16.190 personas.

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