Otro Punto de Vista

El cine como grito, pero no solo como una llamada de atención, sino también como una invitación a reflexionar. Ese es el argumento del Festival Internacional de Cine Documental Punto de Vista, que entre el 10 y el 15 de febrero de 2015 celebrará su IX edición en Pamplona. La cita mantiene su esencia, esa apuesta por la no ficción, un género a menudo ligado a la denuncia y el análisis del mundo que nos rodea. Pero este próximo año también supondrá un punto y aparte para este evento, puesto que volverá a ser una celebración anual tras superar los recortes presupuestarios del Gobierno Foral que lo convirtieron en bianual (aunque la edición que coincidió con la crisis fue la que, precisamente, congregó a más asistentes), y lo hace estrenando sede: todas las actividades se concentrarán ahora en Baluarte.

Por tanto, tampoco se puede decir que esta nueva edición suponga una vuelta a la normalidad. Punto de Vista también ha sufrido con la desaparición de la fundación INAAC, el Instituto Navarro de las Artes Audiovisuales que ejercía de organizador de esta actividad. Ahora, el festival vuelve a formar parte del Departamento navarro de Cultura, que se encarga de su organización junto a la fundación Baluarte. Eso permite el cambio de sede y el reto de llenar una sala de proyecciones con 400 butacas.

Para ello, desde la organización del festival ya han anunciado varios de sus ingredientes. Como una retrospectiva sobre la cineasta poeta Margaret Tait, la recuperación de los documentales que Orson Welles rodó para la BBC sobre el País Vasco francés (un gesto de cercanía con el emplazamiento del festival, que también proyectará, por ejemplo, la película John & Gena, de la realizadora tafallesa Itsaso Arana) o un programa especial sobre las islas, que incluye 17 películas y que supone todo un símbolo de la cultura. Por su belleza y por su pelea por la supervivencia.

En cualquier caso, el gran atractivo de esta edición volverá a ser su sección oficial, a la que se han presentado trabajos de 78 países diferentes. En total, han optado a ella 1.237 películas, lo que supone un aumento del 55% con respecto a la última edición. ¿Quiere eso decir que la crisis fomenta los documentales? El director artístico del festival, Oskar Alegria, lo atribuye, entre otras razones, a “la facilidad con que hoy en día se puede realizar y producir una película de manera independiente”. Son películas hechas con una idea, una cámara y un ordenador, y así salen filmes realizados “desde las tripas y no desde el bolsillo”, y a menudo basados en experiencias o hechos reales. Y, según Alegria, el resultado parece más sencillo, más directo y también más ingenioso.

El cine “como altavoz”

El director artístico de Punto de Vista es, precisamente, una de las personas que componen el comité de selección que, de esas 1.237 películas, se quedará con 17 que compondrán la Sección Oficial, también llamada La Región Central. Y, entre ellas, Alegria reconoce que hay cabida para el cine de denuncia, utilizado “como altavoz”, porque “hay varios ejemplos que han seguido muy de cerca los avatares y las últimas revoluciones en las esquinas del mundo”.

Con esta programación, que paso a paso se ha ido anunciando durante las últimas semanas, el festival recupera su pulso y pretende animar a aquellos que piensan que el cine documental es aburrido a conocerlo. Por ejemplo, una iniciativa en este sentido ha sido la creación de un Jurado de Juventud para que las nuevas generaciones pasen, vean y juzguen. El objetivo consiste en crear espectadores activos de un cine muy apegado a la realidad. Es otro Punto de Vista.