Aislamiento social e insatisfacción laboral: mujer emprendedora y autónoma, más golpeada por la pandemia que el hombre

La pandemia de Covid-19 no nos está afectando a todos por igual. Un informe ha analizado los resultados de un estudio realizado en una población de 245 emprendedores españoles (dueños de pymes y autónomos) antes y durante el estado de alarma. La satisfacción general y laboral de este colectivo ha disminuido con la pandemia, pero a las mujeres les ha afectado en mayor medida que a los hombres, según una de las principales conclusiones de estudio, elaborado desde la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Ana Pérez-Luño, catedrática de la UPO y responsable del mismo, comenta a este periódico que las mujeres han teletrabajado menos, han visto sus negocios más amenazados y, en general, han visto que su salud mental ha empeorado más que la de los hombres.

El impacto de la crisis ha sido diferente para mujeres y hombres emprendedores. En términos de bienestar psicosocial, el estudio ha planteado cuestiones sobre la satisfacción experimentada con la vida en general y sobre la satisfacción experimentada con su trabajo, antes y durante la pandemia, diferenciando entre hombres y mujeres. La satisfacción general de los emprendedores ha disminuido considerablemente, pasando de un 8,07 a un 6,67. En ese caso, no existen grandes diferencias entre hombres y mujeres. En cuanto a la satisfacción con el trabajo, los datos muestran que los emprendedores han pasado de un 7,65 a un 7,38. Sin embargo, la disminución es mucho más pronunciada para las mujeres, que tenían una satisfacción con su trabajo superior a la de los hombres antes de la Covid (7,78 frente a 7,51) y muy inferior durante la pandemia (7,04 frente a 7,73). Los datos son “bastante alarmantes” si se tiene en cuenta que entre ambas respuestas transcurrieron apenas dos meses.

“En determinadas cuestiones, las mujeres habían sufrido más que los hombres. De media, en casi todos los países, las mujeres han sufrido más estrés que los hombres”, señala Pérez-Luño en alusión a una parte del estudio internacional, financiado por el King’s College de Londres, que analiza el impacto de la pandemia sobre los emprendedores de 23 países. “El impacto económico ha sido más fuerte para ellas. Las fuentes de estrés han sido percibidas más altas por parte de las mujeres”, apunta la catedrática, miembro fundador del centro propio de investigación Inn-Lab de la UPO.

El informe indica que los emprendedores estudiados manifiestan una alta preocupación por su salud y la de sus familias, por las restricciones de contacto social, en ambas cuestiones mucho más acusada en el caso de las mujeres, por una posible atención médica insuficiente y por las consecuencias para la salud física y psicológica tras la pandemia, bastante más notable en el caso de las mujeres). Dichas fuentes de estrés se unen a una preocupación de nivel medio por los conflictos de familia que la crisis pueda provocar. en este caso mucho mayor en el caso de los hombres. La información, según la autora, ha sido recogida a través de cuestionarios, con escalas validadas por psicólogos para medir la felicidad, la satisfacción y los niveles de estrés, etc.

Respecto a la creatividad también hay diferencias de género. En el informe se destaca la importancia de la capacidad para generar soluciones originales a los problemas y el buscar nuevos métodos, técnicas o instrumentos de trabajo. “Es interesante mencionar que mientras las mujeres puntúan más alto que los hombres en su capacidad para proponer ideas sobre cómo llegar a nuevos clientes o mercados y en buscar nuevos métodos, técnicas o instrumentos de trabajo; los hombres adelantan a las mujeres en generación de soluciones originales a los problemas y en la creación de nuevas ideas para problemas difíciles”, señala el estudio.

En resumen, la satisfacción general y laboral de dueños de pymes y autónomos ha disminuido con la pandemia, pero las mujeres han visto disminuida su satisfacción con el trabajo en mayor medida que los hombres. Según apunta Pérez-Luño, “los negocios de las mujeres también han sufrido más, en comparación con otros estudios previos”. “Hemos visto que, en general, el tamaño de las empresas gestionados por mujeres suele ser de media menor que las de los hombres, por lo que el impacto hace mucho más daño a una empresa pequeña, a corto plazo”.

También se han observado “diferencias entre las mujeres que tienen hijos y no, las que tuvieron que quedarse en casa cuando cerraron los colegios”, una cuestión que será pormenorizada en otra parte del estudio aún sin publicar.