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Andalucía destina 120 millones más en contratos a dedo para derivar pacientes a clínicas privadas

Juanma Moreno, primero por la derecha, junto a la consejera andaluza de Salud y Consumo, Catalina García, y personal del Hospital Virgen del Rocío, en octubre de 2023

Daniel Cela / Álvaro López

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El Ejecutivo de Juan Manuel Moreno ha asumido que su mayor problema de gestión es la saturación de la sanidad andaluza y que los recursos públicos con los que cuenta –por mucho que subrayen “el presupuesto más abultado de la historia”– no son suficientes para embridar las desbocadas listas de espera.

Con este planteamiento, el Consejo de Gobierno ha aprobado este miércoles un plan de choque que incluye una nueva inversión a dedo de casi 120 millones de euros para derivar a 91.248 pacientes a clínicas privadas en un tiempo récord de seis meses, de abril a final de año. Esto supone un incremento significativo del gasto que el Gobierno de Moreno dedica a los conciertos con la sanidad privada en los Presupuestos para 2024 que, según la oposición de izquierdas, asciende a 658 millones, “100 millones más de lo presupuestado”.

El objetivo es aligerar las listas de espera que, al finalizar el año 2023, habían registrado otro repunte del 47% de pacientes que habían rebasado el plazo máximo legal para operarse en la sanidad pública. Entre junio de 2023 –último dato publicado oficialmente hasta hoy– y diciembre de 2023, la lista de espera para una cirugía dentro de plazo pasó de tener 134.749 pacientes a 142.507, unos 8.000 más.

Pero el cómputo de pacientes que había rebasado el límite legal de la Junta para operarse creció en 17.000 pacientes, de los 36.004 en el mes de junio –dato que ya sobresaltó a toda la comunidad sanitaria– a los 53.014 pacientes de diciembre.

Son datos que la consejera de Salud, Catalina García, manejaba desde hace dos meses, pero que ha revelado este miércoles para justificar el inminente “plan de choque” que el Ejecutivo de Moreno ha decidido aprobar y anunciar el mismo día en que presentan las Medallas de Andalucía y el nombre del Hijo Predilecto de la comunidad, máximas distinciones que otorga el Gobierno andaluz de cara al 28 de febrero (28F), día de Andalucía y que acaparan tradicionalmente los titulares.

Derivaciones masivas a dedo

Este plan de contención de las listas de espera es, en realidad, una “fórmula puente” que suple el retraso en la puesta en marcha de los ambiciosos acuerdos marco que la Junta anunció el pasado octubre para regular y estabilizar los conciertos con la sanidad privada. Un marco regulativo en el que la Junta oferta por lotes las intervenciones quirúrgicas que quiere derivar y las empresas privadas concursan por cada lote. Pero los informes técnicos de valoración han retrasado su funcionamiento más de lo previsto.

La presión para poner coto a las listas de espera de pacientes ha sido fortísima, tanto dentro del Gobierno como desde fuera –oposición, sindicatos, colectivo médico–, de ahí que la Consejería de Salud haya optado por acelerar las derivaciones masivas de pacientes a la privada usando para ello siete “contratos negociados y sin publicidad” (a dedo) con clínicas privadas en siete de las ocho provincias andaluzas. Un procedimiento que solo debería usarse, según recoge la Ley de Contratos del Sector Público, para supuestos muy excepcionales, situaciones “imprevisibles” y “no imputables” a la propia Administración.

Estos contratos tendrán una duración de seis meses mientras se resuelve la adjudicación de los acuerdos marco, y si este procedimiento se alargase, existe la posibilidad de prorrogarlos otros seis meses. 

El presupuesto para los conciertos asciende a 119,9 millones de euros. Fuentes de Salud explican que el dinero que se iba a emplear para conciertos en los acuerdos marco para este año [la previsión para cuatro años se estimó en 734 millones], se va a derivar a estos contratos y cuando finalmente echen a andar los acuerdos marco, los contratos negociados sin publicidad se paralizan.

Más quirófanos de tarde

El llamado Plan de Garantía Sanitaria presentado este martes no sólo se sustenta en la inversión privada, hay una parte notable que tiene que ver con el aumento de recursos y las estrategias que la Consejería de Salud viene aplicando hace meses para tratar de controlar las listas de espera. El presupuesto total es de 238 millones, de los que el 42,4% es para clínicas privadas.

La estrategia se basa en tres pilares: aumento en la inversión para que los sanitarios trabajen más horas, conciertos con la sanidad privada para derivar pacientes y la creación de un equipo de trabajo formado por profesionales que aborden esta problemática. Todo en un contexto en el que la demora para una intervención quirúrgica también se ha disparado de los 118 días de media hasta los 150.

García admite que desde el Ejecutivo regional están “preocupados” por las listas de espera y por “su evolución”. De ahí que el objetivo que persiguen con el plan sanitario sea el de reducir en un 18% el número de personas en las listas de espera y en un 60% las que se encuentran fuera de los plazos legales. La normativa permite que estas personas puedan acudir a la sanidad privada para operarse y pasarle la factura al Sistema Andaluz de Salud (SAS).

Los siete contratos negociados que se van a licitar estarán en todas las provincias, salvo en Málaga, la única que mantiene su propio concierto vigente con hospitales privados.

Entre enero y junio de 2023 finalizaron en Andalucía los conciertos ordinarios en cinco de las ocho provincias: Almería, Cádiz, Huelva, Jaén y Sevilla, que ha supuesto en 2023 el descenso de un 40% de la actividad quirúrgica concertada respecto a 2022, lo que significa alrededor de 19.000 intervenciones quirúrgicas menos por conciertos. Concretamente, en 2022 se realizaron 47.544 intervenciones quirúrgicas por conciertos. En 2023, la cifra bajó hasta las 28.497.

La consejera ha explicado que las operaciones que se van a derivar a la sanidad privada son las de “poca complicación” –cataratas, hernias, sustitución de cadera o rodilla–, también son las que están reguladas en el decreto de garantías de plazos para operarse en la pública. El SAS se quedará con las intervenciones más complejas y las más caras.

Los conciertos tendrán que acogerse a la tarifas que aparecen en la Orden de 23 de febrero de 2023, que ahora mismo se encuentra en proceso de modificación después de haber abierto hace un año la puerta a la privatización de la atención primaria, aunque fue revertida por la presión sindical. García defiende estos acuerdos alegando que “siempre” los han defendido“ cuando ”el sistema no pudiese dar respuesta al 100% de las necesidades“.

“Andalucía tiene un déficit de profesionales, compartido con otras comunidades autónomas, desde hace cinco años”, apunta García. Por ello, como no hay plantilla suficiente en el SAS –actualmente roza los 100.000 efectivos–, desde Salud insisten en pedirle al Gobierno central que aumenten las plazas de médico interno residente (MIR) en formación. Algo que parece ir por buen camino después de que la ministra de Sanidad, Mónica García, se haya comprometido con todas las comunidades a flexibilizar los criterios para tener más unidades de formación. Andalucía tiene topadas las plazas en cátedras como medicina de familia o psiquiatría.

Más horas extra

Pero mientras eso sucede, Catalina García vuelve a apostar por aumentar las horas que trabajan los sanitarios andaluces. Sanitarios a los que les agradece “el esfuerzo realizado” y que ha permitido ejecutar 14.000 intervenciones quirúrgicas entre octubre de 2023 y enero de 2024, un un 16,6% más que en 2022. Para seguir en esa senda, el SAS contempla una inversión de 163,3 millones de euros, un 34% más que hace dos años. Lo hará por dos vías principales: los autoconciertos y el aumento de las continuidades asistenciales.

Por otra parte, desde Salud insisten en que hay cuestiones estructurales que están incidiendo en el aumento de las listas de espera. Además de la falta de personal, el envejecimiento de la población está generando un repunte en las intervenciones quirúrgicas. En apenas un lustro han aumentado en un 8,5% las personas mayores de 65 años, un 37% los enfermos crónicos y un 61% las consultas de oncología, que suelen conllevar el paso por el quirófano. Consultas que no pueden tener una demora mayor de 30 días y que, con su aumento, ralentizan el resto de intervenciones, según la Junta.

Como tercer pilar del plan, basado sobre todo en derivar pacientes a la privada y aumentar las horas extraordinarias, la Consejería de Salud va a crear un equipo de trabajo integrado por profesionales sanitarios y expertos con el objetivo de atajar los déficits de la sanidad pública. Entre las funciones que llevarán a cabo está la de monitorizar a diario la situación de los hospitales y la actividad en los quirófanos. Al tiempo que se pretende “dimensionar” las especialidades que tengan mayores listas de espera.

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