El delegado sindical de UGT en el Puerto de Málaga abandona la huelga de hambre
Juan Antonio Triviño, el delegado de UGT en el Puerto de Málaga, abandonó este sábado la huelga de hambre que mantenía desde el 19 de noviembre después de un empeoramiento en su estado de salud por el que fue trasladado al servicio de Urgencias del Hospital Regional Universitario Carlos Haya. Triviño protestaba por la no renovación del contrato de tres compañeros, utilizada, a su juicio, para desviar la atención sobre los casos de corrupción en el Puerto. Asegura que seguirá luchando por estas causas aunque, de momento, sin dejar de comer. “Cambiaremos la estrategia y seguiremos la batalla”, adelanta en conversación telefónica.
“Tras recibir atención en Urgencias, y a la vista de los informes médicos y los riesgos que de continuar su protesta podían tener para su salud, Triviño ha decidido suspender la Huelga de Hambre”, se lee en la nota emitida por la sección sindical de UGT en el Puerto de Málaga. El delegado tiene 58 años y es diabético. Los indicios de que sufría una infección de orina, detectados por el médico que evaluaba regularmente su estado de salud, le llevaron a desistir.
“Tengo mis achaques y las goteras empezaban a dar avisos”, explica él. En el hospital fue informado de los riesgos que supondría la continuación de la protesta y sus propios compañeros le pidieron que abandonara. “Sí, claro que llegué a asustarme. No quiero llegar a una situación que no tenga marcha atrás”, concede. “Aguantaré hasta donde pueda. No quiero ser un mártir”, dijo el primer día de huelga.
El sindicalista ha pasado 18 días encerrado en una sala del Puerto de Málaga, siempre acompañado de otros trabajadores. No ha habido en ese tiempo acercamiento de posturas con la presidencia del puerto a propósito del conflicto que originó la protesta. Al comienzo de la huelga, recibió la visita de un médico enviado, según él, por Paulino Plata, presidente de la Autoridad Portuaria de Málaga. El 28 de noviembre, Plata envió una carta en la que ofrecía a Triviño “seguimiento médico adecuado a sus circunstancias personales actuales a fin de preservar en lo posible su seguridad y su salud, además de asesoramiento acerca de los cuidados y medidas a tomar para paliar complicaciones y efectos secundarios derivados de dichas circunstancias”. El sindicalista la califica así: “Misericordia cristiana. Prefiero ni comentarla”.
El mismo día que fue trasladado al hospital Triviño relataba que hasta entonces no se había encontrado del todo mal. “Estoy sorprendido, aunque es cierto los médicos me habían dicho que tenía reservas para aguantar durante diez o doce días y que a partir de ahora llegaría lo peor”, explicaba. Se quejó aquella mañana de que había menguado su capacidad para mantener la atención y que por momentos perdía el hilo de las conversaciones. En la mesa en la que tuvo lugar esa charla había una botella con sirope de arce, el alimento que ha integrado su dieta durante estas semanas. Al concluir, se levantó y se postró en el colchón inflable dispuesto en la habitación, visiblemente cansado. Apenas un par de horas más tarde fue trasladado al hospital.
Dos días después, y finalizada la experiencia, dice no haber sufrido dolor: “Es ahora cuando me está costando más trabajo no comer [los médicos le han recomendado que recupere las pautas habituales poco a poco], porque no hay una motivación detrás, sino una cautela”, comenta; “ha sido una sensación desagradable, pero podía pasar por ello”. El dirigente sindical no descarta retomar la protesta una vez recuperado si los motivos persisten.
Renovación de tres contratos
El conflicto laboral en el Puerto de Málaga dura más de seis meses. Los trabajadores piden la renovación de tres contratos eventuales de policía portuaria cuya prórroga estaba prevista en el Plan de Empresa 2013. El presidente asegura que Puertos del Estado no autoriza esas contrataciones. UGT ha solicitado formalmente la intervención del delegado de la Junta de Andalucía en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, porque entiende que los canales de comunicación con Plata están rotos. También exige la constitución de una Comisión de Transparencia, y que la Junta de Andalucía intervenga para evitar la petición de un préstamo de 1,8 millones de euros a Puertos del Estado, porque entiende que ello supondría la intervención del ente malagueño.