Comic-Con Málaga afronta una avalancha de quejas y reclamaciones por el exceso de aforo, las colas y los precios abusivos
Después de la fiesta llega la resaca, y la de Comic-Con Málaga apunta a dolor de cabeza para los organizadores, que afrontan una avalancha de quejas y reclamaciones por tierra, mar y aire. Asistentes, organizaciones de consumidores y usuarios y partidos políticos claman, cada uno en su ámbito, por el exceso de aforo del evento y las deficiencias de organización, causas últimas de las larguísimas colas que impidieron disfrutar plenamente del evento a los asistentes que habían pagado su entrada (55 euros por día).
De momento, la organización calla, y ha sido el presidente de la Junta de Andalucía (que no organiza el evento, pero se apunta el tanto de “traerlo” a Málaga previo pago de 3,5 millones en concepto de patrocinio) quien ha admitido “posibles errores”, prometiendo mejoras para que el año que viene pueda asistir todavía más gente. Juan Manuel Moreno aseguró que el origen del problema estaba en que se habían superado las previsiones, pero lo cierto es que las entradas se vendieron por anticipado. La organización sabía, con semanas de antelación, cuánta gente iba a asistir.
De esta edición, la primera de al menos tres, se han vendido más de 125.000 entradas para cuatro días, a más de 30.000 asistentes por día, a pesar de que las previsiones iniciales de los organizadores eran de 15.000 asistentes diarios. La respuesta del público, agotando rápidamente las que se ponían a la venta, les animó a seguir poniendo más y más, hasta que el recinto del Palacio de Congresos (80.000 metros cuadrados), que nunca había acogido un evento tan masivo, se quedó pequeño y los organizadores se vieron desbordados.
Las colas de varias horas para acceder, para comer, para beber agua, para asistir a un panel, para comprar un funko, para subir a la moto de Tron o para moverse por el recinto fueron una constante desde el jueves, pero alcanzaron el paroxismo el fin de semana. En redes sociales el tema fue tendencia y en change.org se ha abierto una reclamación que califica de “estafa” el evento y pide la devolución del precio de la entrada.
Durante esos dos días, las colas ya se generaban también para poner reclamaciones por la cantidad y duración de las colas, dando lugar a la metaqueja. Se rellenaron cientos de hojas de reclamaciones. El domingo, al filo de las 10:30, la cola para acceder dibujaba un largo recorrido de 500 metros al menos (porque no se veía el final), y que se doblaba en varios tramos, de modo que uno no sabía si estaba cerca o lejos del final. Había quien se lo tomaba a guasa, sobre todo al principio: “Se supone que para allá y luego vuelve. Yo estoy en una cola que va para arriba, ¿y tú?”, preguntaba alguien por teléfono. “¡Hay ocho colas!”, exclamaba otra. “¡Y hay cola para la cola de la cola!”.
Denuncias de las organizaciones de consumidores
Este lunes, OCU y Facua han anunciado sendas denuncias ante las autoridades de Consumo. La primera había recibido hasta mediodía de hoy más de 200 denuncias. “Las principales reclamaciones, reflejan una experiencia caótica y deficiente, un evento que prometía ser referencia en la cultura pop, ha terminado convirtiéndose en una fuente de quejas, frustración e incluso de riesgo para los asistentes”, dice la OCU, que habla de “colas interminables” bajo un sol de justicia, “aforo sobrepasado”, restricciones abusivas (prohibición de entrar con agua o comida, escasos puntos de agua y precios “desorbitados”), escasa variedad de expositores (“con ausencia de tiendas oficiales y la presencia de productos falsificados”) y falta de información.
FACUA ha recibido unas 300 quejas, la mayoría durante la celebración del evento. La organización ha denunciado la situación tanto a la Consejería de Consumo (Junta de Andalucía) como ante el Ayuntamiento de Málaga. “Consumo nos ha dicho que va a valorar los hechos, y el Ayuntamiento no nos ha dado respuesta”, explica Rubén Sánchez, portavoz de Facua. La denuncia ante el Ayuntamiento se puso tres meses antes del evento, por las restricciones de acceso con agua y comida. “Han preferido permitir el fraude, permitir que se aumenten los beneficios enormemente con precios disparatados. Ahora ya la multa será ridícula en comparación, si es que la ponen”.
La organización de la Comic-Con asegura que emitirá una valoración a lo largo de la semana. Y ha sido el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, quien este domingo ha tenido que dar explicaciones, después de valorar el evento como un éxito rotundo. “La primera es la más difícil”, ha justificado: “Diseñaremos la del año que viene con más amplitud, con más superficie”, con la idea “no solamente puedan venir más visitantes”, sino de que “podamos movernos con más libertad”. La idea es utilizar mejor la zona exterior y distribuir algunas actividades por la ciudad. También se deduce que el objetivo es traer más visitantes.
La oposición municipal pide explicaciones
Este lunes, la caótica gestión de la Comic-Con ha servido de artillería política a los grupos de la oposición municipal. PSOE y Con Málaga han convocado al Consejo de ProMálaga para evaluar el “caos”. ProMálaga es la empresa municipal que ha pagado 968.000 euros (IVA incluido) para esta edición, y volverá a pagarlos los dos años venideros. En este caso, el coste se justifica la innovación, la internacionalización y la visibilidad que aportará a la ciudad y su marca antes, durante y después del evento. En total, 2,4 millones de dinero público municipal, que se suma a los 3,5 que, sólo este año, han abonado conjuntamente las entidades autonómicas que han puesto dinero para el evento: Turismo Andaluz (tres millones) y la Agencia Digital Andaluza (0,5 millones).
“La gran cita cultural e internacional para proyectar a Málaga en el mapa de la cultura pop ha terminado convertido en un bochorno de repercusión nacional e incluso internacional”, ha lamentado Daniel Pérez (PSOE). Toni Morillas (Con Málaga) ha pedido “repensar” la política cultural y de eventos de la ciudad, embarcada desde hace años en la captación de grandes eventos: “no se puede seguir apostando por grandes escaparates a golpe de talonario mientras se descuida la experiencia de los usuarios y la credibilidad de Málaga como sede de congresos”.
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