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La familia de Haitam denuncia que cinco policías usaron una fuerza “muy excesiva” hasta que murió: “Sabían el riesgo”

Familiares y abogados de la familia de Haitam Mejri, durante la rueda de prensa

Néstor Cenizo

Málaga —
18 de diciembre de 2025 15:22 h

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Los abogados de la familia de Haitam Mejri, fallecido hace diez días en un locutorio de Torremolinos tras una intervención policial que incluyó el uso de al menos dos pistolas táser, han apuntado este jueves el uso “muy excesivo” de la fuerza por parte de los agentes sobrepasaría, según ellos, la mera imprudencia, y encuadraría la muerte de Haitam en un homicidio doloso o, incluso, un asesinato.

La familia y los letrados han visto ya el vídeo registrado por la cámara de seguridad del local, incorporado al sumario. “Quedan descartados determinados extremos que se han difundido públicamente. En particular, un supuesto robo. También el uso de unas tijeras como elemento de riesgo y la existencia de violencia contra los agentes”, ha asegurado Nasser, hermano del fallecido.

La familia no ha mostrado los nuevos vídeos a la prensa alegando el carácter reservado de las diligencias y ha evitado dar detalles, pero ha enfatizado que son “bastante esclarecedores”. “No hay versión policial ni de ningún tipo que puedan contradecirlos”, ha asegurado Samuel Tejada, abogado de la familia. Según el letrado, había unas tijeras de papelería de punta redonda que ya estaban en el local y que él puso encima del mostrador cuando se lo piden. “No son un objeto por el cual se pueda considerar que hubo una amenaza”.

“Sabían que había un riesgo”

La muerte de Haitam Mejri está siendo investigada por el juzgado de instrucción 4 de Torremolinos, que dispone al menos del atestado policial, de un documento del Instituto de Medicina Legal donde se califica la muerte de “violenta” (sin determinar las causas externas) y de varios vídeos.

Hasta ahora, se han difundido los grabados por testigos desde el exterior, de los que no se deduce agresividad en Haitam ni un riesgo vital en la intervención policial. Son cinco vídeos de un torno a un minuto de duración total, donde se escucha a los testigos en tono jocoso.

El nuevo vídeo ya en el sumario mostraría la secuencia completa desde que el hombre entra al local, en torno a las 19:30 del domingo 7 de diciembre, hasta que sacan su cuerpo. Según la familia, permite comprobar que hay un exceso después de que el hombre ya haya sido reducido: las táser se habrían disparado cuando el fallecido estaba en el suelo con cinco agentes sobre él, y habría “otras situaciones violentas” que se deducen al escuchar de la respiración agitada y de lo que decía cuando aún estaba vivo, pero ya en el suelo. “Si hay cinco personas encima de alguien, lo matan”, ha explicado el abogado. En uno de los vídeos sí difundidos se le escucha gritar desde el suelo “me está dando un infarto” y “están allí las cámaras”.

A tenor de las imágenes, los abogados descartan una mera imprudencia. “Un policía está preparado para reducir a una persona sin matarla. Y una vez en el suelo, están perfectamente preparados para llevársela entre dos”, ha valorado el abogado, que observa un “uso desproporcionado de la fuerza” con la intervención de “cinco o seis” agentes: “Sabían que había un riesgo y aun así se han empleado unos medios que pueden causar la muerte”.

Falta aún los vídeos que registran las pistolas táser cuando son activadas. Según la familia, el juez los ha pedido a la Policía. Muchos agentes llevan también cámaras personales, pero la familia duda de que en este caso se vayan a aportar, si existieran.

También han solicitado que se realice una segunda autopsia. Aseguran que no tienen aún los resultados de la primera, pendientes de los análisis. También han pedido la declaración de los sanitarios que acudieron al lugar y no lograron reanimarle.

Preguntas en el Congreso

Haitam Mejri murió tras ser reducido por al menos cinco policías en un locutorio de Torremolinos. Según la familia, lo único que quería era un cargador para su móvil, que se había quedado sin batería. Una vez cargado, habría podido pagar con la wallet. El dueño del locutorio, sin embargo, lo encerró en el local, dio aviso al 112, y este a la Policía, que trasladó un aviso por robo.  

La familia está muy dolida con las versiones recogidas estos días por los medios, que incluyen la supuesta agresividad, amenazas en árabe o el uso de unas “tijeras de grandes dimensiones”. El origen de esa y otras versiones es apócrifo: han sido difundidas por portavoces de sindicatos policiales, sin aclarar cuál es su base. “Gracias a los videos se ha podido determinar que todos los que hablaban de robo lo decían de forma espuria: la caja se encontraba abierta, no tocó jamás ni un solo billete ni moneda de la caja, y el dinero que había fuera lo aparta para seguir buscando el cargador, que era su única obsesión”.

“Resulta difícil mantener la confianza en determinadas instituciones que se han esforzado en trasladar a la opinión pública una versión de los hechos sensiblemente distintas a las que reflejan las imágenes”, ha insistido el abogado, quien ha acusado a las asociaciones y sindicatos policiales de ponerse “la camiseta de su equipo” “sin tener acceso a las actuaciones, sin saber lo que había pasado y dando por válida una versión que evidentemente no es la real”.

Toni Valero, diputado de Sumar, ha presentado varias preguntas al Ministerio del Interior cuestionando por el uso de las pistolas táser y si aquí fue proporcionado. También sobre el protocolo de actuación que siguieron los policías, si se va a revisar y si se ha abierto una investigación interna.

“Queremos creer, y a lo largo del procedimiento se conocerá, que el origen de Haitam y sus rasgos no tuvieron relación con el accionar de los policías. Queremos creer que hubieran actuado de la misma manera con una persona, por ejemplo, de origen alemán”, ha señalado esta mañana Nicolás Sguiglia, coportavoz de Con Málaga (IU + Podemos), quien ha denunciado los comentarios racistas vertidos a raíz de esta muerte.

Sguiglia ha situado las declaraciones en las que Ione Belarra, secretaria general de Podemos, habló de “violencia policial racista” en la libertad de expresión y en una “larga casuística” de “casos similares”. “Exigir justicia para Ethan no quiere decir criticar o desprestigiar a la policía, más bien lo contrario. No se está cuestionando a la Policía en general, se está pidiendo transparencia y justicia”.

El protocolo en la Policía Nacional para el uso de las táser sigue sin conocerse, pese a la petición de Transparencia a Interior. En marzo de este año Amnistía Internacional pidió una regulación estatal que delimite claramente el uso del táser en cuerpos policiales para evitar posibles abusos. En los últimos años se ha generalizado su uso. Según una investigación internacional de la organización, los organismos encargados de hacer cumplir la ley “abusan de forma generalizada” de estos dispositivos “debido a la alarmante falta de regulación”.

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