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Sobre este blog

La federación Andalucía Acoge nace en 1991 para dar una respuesta más eficaz al fenómeno de la inmigración. La labor de nuestra federación tiene como principal objetivo fomentar una sociedad plural que favorezca la inclusión, la no discriminación, la cobertura de derechos y la equidad de oportunidades. Ante los muros tenemos que encargarnos de construir puentes de convivencia entre todas las culturas para que así podamos vivir en valores de diversidad e interculturalidad.

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Un buen trato contra la trata

Técnica de Incidencia de Andalucía Acoge
Imagen de campaña contra la trata de Andalucía Acoge 'No seas cómplice'
11 de octubre de 2023 10:08 h

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El 18 de octubre se conmemora el Día Europeo contra la Trata y aún son muchos los retos para lograr actuar frente a esta nueva forma de esclavitud del siglo XXI. Esta cruel violación de derechos humanos se desarrolla en contextos vinculados a procesos de globalización, movilidad y especialmente a situaciones de extrema vulnerabilidad.  

Con la mirada en este 18 de octubre, hagamos un trato: un buen trato contra la trata basado en tres puntos. Un Pacto de Estado que permita lograr una acuerdo estable en la lucha contra la trata que no dependa de los intereses de un determinado momento o tendencia política. Una ley integral que se adapte a la realidad de nuestro país como país fronterizo dentro de la Unión Europea y lo que ello conlleva en su responsabilidad en materia de lucha contra la trata y defensa de derechos humanos en la política migratoria. Y un marco de cooperación transnacional a través de una directiva europea de lucha contra la trata que ponga en el centro la prevención, la detección precoz y la protección de las víctimas sin importar su situación administrativa. Sirva este artículo para entender por qué necesitamos cerrar este trato.  

Empecemos por el principio: por cada víctima identificada, hay veinte sin identificar

Según el Balance Estadístico 2018-2022 sobre Trata y Explotación de Seres Humanos en España, se identificaron en España un total de 6655 personas en riesgo de trata y explotación sexual (un 41,48% más respecto al año anterior) y 15.711 trabajadores y trabajadoras como potenciales víctimas de situaciones de trata y/o explotación laboral (un 13.55 % más que en 2021). Pero estos datos solo reflejan la punta del iceberg. Según la Oficina Contra las drogas y el Delito de ONU (a partir de ahora UNODC), por cada víctima identificada existen 20 más sin identificar y aún es mayor el número, si tomamos en cuenta los datos suministrados por las entidades sociales que se encuentran trabajando directamente en los contextos de captación.  

El proceso de “reclutamiento” en la trata se alimenta de las situaciones de mayor vulnerabilidad y de aquellas personas que sufren un mayor desarraigo y desprotección. Así son las personas en tierra de nadie las más expuestas: las que se encuentran en tránsito entre países buscando un futuro para ellas y sus familias o atrapadas en las fronteras. Y de entre ellas las mujeres y los niños y niñas son las más afectadas. Según la UNODC, se ha triplicado el número de niños y niñas víctimas de trata, y el Informe Europeo de Lucha contra la Trata refleja que hoy un 40% de las víctimas en Europa son niñas y niños, seis puntos más que hace dos años.  

Así, en el trabajo que desarrolla Andalucía Acoge en lugares de vulnerabilización se observan impactos de esta realidad. De un lado observamos el alto grado de exposición de mujeres que han realizado recorridos migratorios de gran dureza y están expuestas en los CETIS o en espacios fronterizos. Igualmente, en la atención a personas (muchas de ellas menores) que llegan desde Canarias se conocen las sospechosas ofertas que les llegan y que para ellas son una gran oportunidad. También está la realidad de los asentamientos, donde personas vinculadas a nuestro sistema agroalimentario lo sostienen en base a una reiterada violación de derechos. En este último contexto, cada día emergen redes de trata y explotación que los desplazan de unos asentamientos a otros (como ocurre entre Huelva, Granada y Almería) o en los espacios de trabajo con juventud extutelada que llega cargada de energía y sueños que las redes saben aprovechar para sus intereses.  

La indefensión de vivir en un limbo sin derechos  

Existe un lugar perfecto, vacío de derechos y de responsabilidad de los estados: la irregularidad administrativa. Te encuentras fuera de tu país de origen en un nuevo territorio sin tus redes personales y familiares, sin reconocimiento de tus capacidades ni derechos y expuesta a violencias. Quien debiera protegerte, los Estados y sus cuerpos de seguridad, representan para ti una amenaza de expulsión y de persecución. La mayoría de las víctimas de trata y explotación se encuentran en situación irregular y las normas de protección no pueden seguir obviando esta situación que debería ser la más protegida por ser en la que mayor número de casos se dan. No existen mecanismos de denuncia segura para las víctimas. La irregularidad por tanto se convierte en el lugar donde es más posible que se den violaciones de derechos y donde los Estados no protegerán los derechos, ni siquiera el más básico de acceso a la justicia.  

Sobre infra identificación e infradenuncia 

Existe, además, un dato que refleja un problema central en la lucha contra la trata. De las cifras expuestas, menos de un 1% termina siendo reconocida como víctima y accediendo por tanto a un sistema de protección y restitución. ¿Qué provoca está infra identificación? ¿Por qué no se logra cerrar el círculo de protección? El problema radica en que las víctimas no acceden al proceso por existir una vinculación entre el reconocimiento como víctima y la colaboración en la denuncia del delito. Mientras se mantenga esta dualidad, el sistema estará bloqueado tanto a nivel de protección como en la persecución del delito.  

Asimismo, para poder acceder a una protección por parte del Estado la víctima debe colaborar en el proceso policial y la mayoría no están dispuestas a hacerlo, porque hay desconfianza y miedo, mucho miedo. Porque se les exige que una vez más sean sus vidas las que asuman los riesgos. La víctima de trata es vista como la más valiosa de las pruebas y una herramienta relevante para los procesos de investigación policial. Este enfoque tiene prisa y eso casa mal con las necesidades de las víctimas. Así se fuerzan los procesos, presionándolas para su participación y obviando donde están ellas situadas y que riesgos corren. 

Las personas deben estar en el centro 

Por todo esto, más allá de las cifras y de la visión del delito, debemos orientar la mirada a las víctimas, ver las vidas que hay detrás y comprender el proceso completo que viven. Las personas vinculadas a contextos de trata y explotación han sufrido reiterados episodios de violencia, engaños, manipulación e impactos que deterioran las capacidades y el estado físico y mental. Han sido engañadas y utilizadas y se instaura en ellas una profunda sensación de desconfianza hacia todos y hacia todo. Y esto no es algo que desaparezca fácilmente y requiere de procesos de acogida y acompañamiento cuidadosos y respetuosos.  

Por otro lado, esta mirada puesta en la comisión del delito provoca otro efecto negativo. Se generan marcos normativos y emplean recursos que buscan actuar cuando ya se ha cometido esta horrible forma de esclavitud, porque es necesario contar con pruebas. Y lo fundamental sería llegar antes de que se produzca el delito, prevenir y detectar precozmente. Para ello es necesario una apuesta fuerte por reducir las vulnerabilidades y llegar a las personas que se encuentran más expuestas, antes de que sean captadas y para ello el marco de protección de derechos se debe traducir en leyes que pongan en el centro a las víctimas.  

Desde la Red Estatal contra la Trata de Personas, integrada por más de 30 organizaciones de la que forma parte Andalucía Acoge, se estan realizando propuestas en este sentido, en el proceso de modificación de la actual directiva impulsada por la Comisión Europea en 2022. También se participó activamente en la proposición de la Ley Integral de lucha contra la Trata cuya aprobación quedó paralizada al disolverse las cortes el pasado junio.  

En ambos casos, se ha puesto el acento en que dichas normas permitirán invertir esa realidad de desprotección e infra reconocimiento como víctimas si se asegura la desvinculación entre la colaboración de la víctima con la polícia y su protección; si se da paso a la posibilidad de que el reconocimiento como víctimas se haga desde entidades sociales y entes públicos sin que necesariamente se vincule a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado; si se ponen en marcha mecanismos de denuncia segura y se respeta el principio de no imposición de penas ni sanciones y, finalmente, si las víctimas en situación irregular que son las más numerosas acceden sin excepción a todos los mecanismo de protección. Porque la trata es un delito que implica movilidad internacional y el desplazamiento entre países y no puede desligarse de las políticas migratorias.

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La federación Andalucía Acoge nace en 1991 para dar una respuesta más eficaz al fenómeno de la inmigración. La labor de nuestra federación tiene como principal objetivo fomentar una sociedad plural que favorezca la inclusión, la no discriminación, la cobertura de derechos y la equidad de oportunidades. Ante los muros tenemos que encargarnos de construir puentes de convivencia entre todas las culturas para que así podamos vivir en valores de diversidad e interculturalidad.

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