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Picardo defiende el acuerdo histórico de Nochevieja pero su oposición exige detalles

Peñón de Gibraltar

Juan José Téllez

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Apenas unos minutos después de que la ministra española de Exteriores, Arancha González Laya, pronunciara la histórica frase de “con esto se levanta la Verja”, Fabian Picardo, ministro principal de Gibraltar, vivamente emocionado, ofrecía una conferencia de prensa para congratularse de que “esta Nochevieja podemos mirar hacia adelante con expectación y esperanza”.

Atrás quedaban tres siglos de historia en cuyo transcurso los intereses de Estado se antepusieron siempre a los de la ciudadanía. Con este acuerdo, se invierten los términos hasta cierto punto pero salvaguarda la posición de las partes sobre la soberanía. Atrás, el levantamiento de la Verja fronteriza sobre el istmo a comienzos del siglo XX, el papel contradictorio del Peñón durante la guerra civil, el éxodo a mansalva de la población gibraltareña durante la II Guerra Mundial o el bloqueo de las comunicaciones que la España franquista decretó en 1969 y perduró hasta 1982 cuando –también fue el diciembre—el primer gobierno del PSOE, con Fernando Morán en Exteriores, procedió a la apertura peatonal de la Verja y, en 1985 con Francisco Fernández Ordóñez, a la apertura total, incluyendo tráfico rodado y mercancías. A muchos campogibraltareños se les habrá venido a la memoria sin duda la figura de Gonzalo Arias, el pacifista que fue encarcelado en varias ocasiones por exigir la reapertura de ese paso fronterizo que ahora va a desaparecer.

Si no hubiera existido acuerdo, este día 1 de enero de 2021, con las aduanas cerradas hasta el 4, el acceso a Gibraltar quizá hubiera registrado las mismas colas de mercancías que se registraron en el paso del Canal de la Mancha en vísperas del acuerdo con la Unión Europea, cuando Francia impuso restricciones a Reino Unido por la nueva cepa del coronavirus. Aunque Schengen excluye a las mercancías, no parece que la circulación de estas, hasta que se fije un acuerdo específico, vayan a tener mayores problemas que hasta hoy a la hora de cruzar a Gibraltar. Las autoridades españolas garantizan la mayor fluidez posible en el tránsito de personas y vehículos, desde esta medianoche. El único límite ya no es un Brexit duro, como todos temían, sino las debidas cautelas por la expansión del nuevo brote de Covid, que este jueves arrojó una nueva muerte en el Peñón.

“Creemos que ahora podemos reestablecer nuestra relación con España y proyectarla de forma más positiva hacia el futuro –pronosticó Picardo--. Después de muchos meses de duro trabajo, hemos llegado a un principio de acuerdo con el Reino Unido y España. El acuerdo es para un marco propuesto para un acuerdo o tratado entre el Reino Unido y la Unión Europea sobre la futura relación de Gibraltar con la UE. Ese acuerdo regirá la relación entre Gibraltar y la Unión Europea en las cuestiones de competencia de la Unión Europea”.

Picardo: “Hemos llegado al límite”

En su declaración, la ministra González Laya, que agradeció la predisposición de Picardo a la hora de anteponer los intereses de los habitantes de la zona, se refirió a que haría falta que el Reino Unido aceptara este principio de acuerdo y, en el plazo máximo de seis meses, se articulara un tratado que diera estatus Schengen a la frontera: “El embajador británico en la misión del Reino Unido ante la Unión Europea ha escrito al presidente de la Comisión Europea confirmando el deseo del Reino Unido de que se negocie dicho acuerdo y que la Unión Europea busque un mandato a tal efecto. España ha confirmado que también se ha puesto en contacto con la Comisión Europea con ese fin”, tranquilizó Picardo en su intervención.

La ministra española remarcó que hacía falta que el acuerdo también se extendiera a la competencia leal en materia de política fiscal y al medio ambiente, los tres memorandos pendientes de resolver. Y Fabian Picardo confirmó, de hecho, que “trataremos de llegar a un acuerdo sobre cuestiones relacionadas con el medio ambiente, la competencia leal, la coordinación de la seguridad social, los derechos de los ciudadanos, los datos y los asuntos relacionados con el reconocimiento continuado de documentos y otras cuestiones accesorias”.

“Estas son las cuestiones que importan a las personas, a nuestros ciudadanos en general, y a nuestros trabajadores en particular, a nuestras empresas y a nuestros empresarios, nuestros creadores de riqueza. No ha sido fácil y hemos llegado al límite. Estábamos tan cerca del límite, de hecho, que creo que todos los que participamos en las negociaciones sentimos la cuchilla del límite cortándonos las carnes cuando terminamos los acuerdos en las primeras horas de esta mañana. Tuvimos que hacerlo, para asegurarnos de que no falláramos en la defensa de todos los asuntos que son de gran importancia para nosotros. Pero ahora, casi en el último minuto, la negociación ha terminado con éxito y el reloj ha dejado de correr. Vamos a evitar los peores efectos de un Brexit duro”.

El acuerdo de Nochevieja

El ministro principal de Gibraltar anticipó que “el tratado que se negociará tratará de maximizar la movilidad sin restricciones de las personas entre Gibraltar y el espacio Schengen. España, como Estado miembro vecino de Schengen, será responsable, en lo que respecta a la Unión Europea, de la aplicación de Schengen. Esto se gestionará mediante la introducción de una operación de Frontex para el control de los puntos de entrada y salida del espacio Schengen en los puntos de entrada a Gibraltar. Estas disposiciones se establecerán inicialmente por un período de cuatro años. También tratará de abordar la movilidad máxima y sin restricciones de las mercancías entre Gibraltar y la Unión Europea”.

“Pero, por supuesto, ir a la cuerda floja significa que puede haber muchos cabos sueltos que resolver con muy poco tiempo. Así que, por favor, tengan paciencia, ya que ahora tenemos que hacer efectivas las disposiciones para mejorar las medidas transitorias, una vez que finalicen las negociaciones de este tratado. No hay ningún aspecto del marco acordado que transgreda de alguna manera las posiciones de Gibraltar sobre la soberanía, la jurisdicción o el control, y no es solo mi opinión. También es la opinión de todos los miembros del Consejo de Ministros de Gibraltar a los que he informado esta mañana. También me lo ha confirmado específicamente por escrito el fiscal general de Gibraltar, Michael Llamas”.

Se trataba de tranquilizar a su propia bancada nacionalista gibraltareña que temía que el acuerdo vulnerase las “líneas rojas” en materia de soberanía que los gibraltareños llevan a gala y que, al igual que las posiciones del Reino Unido y de España, quedan salvaguardadas por este acuerdo histórico. En el capítulo de agradecimientos, Picardo devolvió los piropos a la Ministra de Asuntos Exteriores española, Arancha González Laya y “su trabajo, su sensibilidad y sus esfuerzos muy, muy personales para conseguir un marco mutuamente aceptable”. Pero también reconoció el talante, en este sentido, del Primer Ministro británico, Boris Johnson, “con quien he estado en contacto en los últimos meses y que no ha olvidado a Gibraltar en las negociaciones de Brexit”. En el capítulo de agradecimientos, tampoco faltaron palabras para Antonio García Ferrer, el que fuera jefe de la oficina de Gibraltar dentro del ministerio de Asuntos Exteriores, que falleció en el curso de esta negociación.

Picardo confesó que esperaban acabar con las deliberaciones del acuerdo antes de que el Parlamento británico ratificase el pasado miércoles el acuerdo del Brexit, pero “sólo perdimos ese plazo debido al rigor que requería ese momento”.

“Estamos al comienzo de la creación de un área de prosperidad compartida”, repitió, como el mantra más oído en los últimos meses: “La llegada, al final de la tormenta de Brexit, de un arco iris de oportunidades, que toca las orillas de cada parte de la hermosa bahía alrededor de la cual hemos hecho nuestras vidas y luchado por nuestras políticas. Al entrar en la tercera década del tercer milenio, no podíamos permitir que un retroceso en la movilidad de las personas se convirtiera en la nueva normalidad. A medida que el mundo se une más, no podríamos vernos más aislados del continente físico de Europa. Ese fue el llamamiento del siglo XXI, el llamamiento que todos hemos encontrado irresistible, el llamamiento que debemos a las generaciones futuras, responder con valentía y determinación como lo hemos hecho. Por lo tanto, esperamos que este acuerdo de Nochevieja sea el comienzo no sólo de un feliz año nuevo, sino de muchas décadas, si no de siglos venideros”.

La oposición, cautelosa

El partido de la oposición en Gibraltar, Gibraltar Social Democrats, emitió un comunicado público en el que brindaba una “cautelosa bienvenida” al acuerdo político que fijará la futura relación de Gibraltar con la Unión Europea. Sin embargo, aseguran que existen grandes cuestiones pendientes de acuerdo en las que todos los detalles son importantes. Más allá de la prudencia política, también se trata de una reacción lógica ante la victoria que acaba de anotarse Fabian Picardo ante el pueblo gibraltareño. Así, la formación que lidera Keith Azzopardi intentó abanderar un cierto escepticismo ante el futuro, quizá pensando en el desgaste que sufriera Sir Joshua Hassan tras el acuerdo de Bruselas de 1984 y que llevó a los socialistas de Joe Bossano a terminar ganando las elecciones. Así que el GSD aseguró que el pueblo tenía derecho a conocer todos esos detalles y que cualquier “suspiro colectivo de alivio” debería moderarse hasta que se conozcan qué arreglos serán necesarios para concluir esta operación a gran escala.

El GSD afirma que existían “diferencias” en el contenido de los anuncios realizados en Gibraltar y España. En concreto, que Arancha González Laya, afirman en dicho escrito, “fue bastante clara en su opinión de que se trata de un acuerdo bilateral que se ha alcanzado y que otorga a España responsabilidades sobre los controles de Schengen en Gibraltar”. “Esta no parece ser la posición de Gibraltar y si España ejercerá controles o jurisdicción en Gibraltar requiere una aclaración. Sería inaceptable que existiera la posibilidad de que oficiales españoles ejercieran jurisdicción en Gibraltar”.

El GSD insistió en la necesidad de un acuerdo “seguro y beneficioso” para Gibraltar que facilitara la movilidad, pero sin concesiones en materia de soberanía, aunque añaden también, en materia de jurisdicción y control. “Sin embargo, es imposible comentar sobre cuestiones específicas, ya que no hemos visto el texto detallado del marco de principios que parece haber sido acordado hoy”, dijo Azopardi, el líder de esta formación. “Este es un marco en principio que no se trata solo de Schengen, sino que también toca cuestiones fiscales, el medio ambiente o la unión aduanera”.

Azopardi acepta, al menos, que “lo ocurrido hoy es positivo porque permite que se abra ese proceso de redacción y negociación. Pero eso es todo lo que es ”. “Es importante saber qué se ha acordado con precisión –había dicho antes--. Además, este no es un acuerdo legalmente vinculante. Ese acuerdo legalmente vinculante y ejecutable solo llegará cuando y si se firma un tratado formal entre la UE y el Reino Unido sobre Gibraltar ”.

A su juicio, “el trato no se ha hecho” y no se pondrá en práctica hasta que ese acuerdo vinculante exista: “Hasta que eso suceda y los detalles se hagan públicos, será imposible evaluar si este es un trato bueno, seguro y beneficioso para Gibraltar”.

“Le damos la bienvenida por lo que es: un primer paso que mantiene viva la posibilidad de un acuerdo seguro y beneficioso y evita un Brexit duro”. También acogemos con satisfacción que, en el ínterin, y hasta que se alcance un acuerdo, España operará la frontera 'de manera flexible'. También es necesario explicar con cierto detalle cómo y qué acuerdos de transición funcionarán en los próximos meses“.

“Un borrador, que abre una página diferente”

A este lado de la frontera, Juan Franco, alcalde de La Línea, mostró su satisfacción por lo que espera “que sea el primer paso para que esta zona de prosperidad compartida de la que tanto se ha hablado se acabe convirtiendo en una realidad”. Franco pertenece a un partido independiente, La Linea100x10 y es lógico que celebraran esta victoria los socialistas Juan Lozano, presidente de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, o Juan Carlos Ruiz Boix, alcalde de San Roque, donde oficialmente reside la ciudad de Gibraltar en el exilio desde 1713. Sin embargo, a su vez, José Ignacio Landaluce, del Partido Popular y alcalde de Algeciras, ha dado su bienvenida al acuerdo aunque subrayó que los responsables políticos de la zona “estaremos vigilantes para que todo se desarrolle en beneficio de todas las partes y nuestras pretensiones sigan siendo irrenunciables en cuanto a recuperación de territorio o cogobierno, teniendo en mente siempre los beneficios que reporta Gibraltar para muchos ciudadanos que trabajan allí”. Y, por supuestos, aprovechó para reclamar mejores infraestructuras, la vieja asignatura pendiente de toda la comarca.

En general, en el Campo de Gibraltar, en las últimas horas, reinaba la misma euforia que tras un acuerdo de paz. El algecireño Manolo Triano, secretario general de CCOO en el Campo de Gibraltar, y miembro del Grupo Transfronterizo que aglutina a sindicatos y empresarios del Peñón y de la comarca española, se muestra mucho más optimista e insiste en hablar de “un momento histórico, aunque la palabra esté muy degradada”.

“Se abren unas expectativas importantes para la ciudadanía y para los trabajadores –declaró a este periódico--. El Gobierno ha sido capaz de afrontar el problema y se ha mostrado sensible con una comarca ignorada históricamente. Nos queda trabajo, pero este es un marco que nos permite para generar riqueza. La comarca está necesidades de esas”.

También celebraba el día el linense Juan José Uceda, representante de la Asociación de Trabajadores Españoles en Gibraltar: “Aunque este acuerdo sea un borrador, abre una página diferente a los 316 años de tanto sufrimiento en esta frontera, de esa humillación que ha representado aguantar horas y horas de colas para salir a buscar un trabajo fuera de tu tierra y tanto miedo a un control fronterizo”.

“Al menos –a su juicio--, habremos evitado el Brexit duro, no sólo por los trabajadores, porque tenían salvados sus derechos, sino sobre todo pensando con los que no se cuentan, el resto de los diez mil fronterizos, esa gente que no tiene contrato”.

Uceda ha mostrado su agradecimiento a los Gobiernos de España, Gran Bretaña, Gibraltar y la Unión Europea: “Por fin se ha antepuesto la razón humana por encima de las banderas y de las ideologías, esas espadas melladas y eso cañones oxidados que sólo hacen ruido”.

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