El PP-A desinflará el debate parlamentario para impulsar a su futuro líder en la calle

El futuro presidente del PP-A y candidato a las elecciones autonómicas, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha oficiado este jueves la visita de cortesía al grupo parlamentario, con el que se ha reunido durante unos 10 minutos poco después de las 11.30 horas. Durante el encuentro les ha transmitido “ilusión” recordándoles que están a sólo cinco escaños de la mayoría absoluta. Hasta cuatro veces se han oído aplausos desde fuera (la reunión era a puerta cerrada). El todavía secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad es consciente de que individualmente el grupo parlamentario tiene un equipo de nivel -elegido uno a uno sus integrantes por Javier Arenas- que incluso “gana muchos de los debates sectoriales que se producen en la cámara, pero eso no trasciende”, según han reconocido varios de los diputados que han estado en el encuentro con el inminente nuevo jefe de la filas populares.

Por eso, quieren que se trabaje “más en la calle”, básicamente porque no es diputado, y hacer el Parlamento de Andalucía “más permeable”, aparte de que pasaría a ser senador, en principio en sustitución de Antonio Sanz. Es más, la estrategia pasaría incluso por devaluar el debate parlamentario para trasladarlo fuera. ¿Por qué? En primer lugar, porque el futuro cabeza de lista del PP-A -será elegido en el congreso del 1 y 2 de marzo- no es parlamentario y no podrá confrontarse políticamente con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en este escenario.

En segundo lugar, porque son conscientes de que más allá del impacto en los círculos políticos y periodísticos, lo que se habla en las sesiones no llega a la gente. “Si no entran totales del debate en TVE, cosa que no suele ocurrir, no ha pasado”, ha dicho gráficamente un veterano del PP-A, insistiendo en que de nada le sirve a la formación “ganar muchos de los debates sectoriales”. Incluso ha puesto el ejemplo del antaño todopoderoso consejero de Presidencia Gaspar Zarrías, “a veces omnipresente en los medios de comunicación, pero ¿saben los ciudadanos quién es?”.

Y en tercer lugar, porque los populares saben que esta maniobra puede tener buen resultado, como le ocurrió al propio Javier Arenas que en su campaña cuando no era parlamentario ganó 10 escaños más para el partido, “estrechando muchas manos de los andaluces”, lo que ha dicho Juan Manuel Moreno Bonilla que quiere hacer.

Pero sobre todo, la estrategia pasará por conseguir una proyección -regional y también nacional- para un Juan Manuel Moreno Bonilla que todavía es un gran desconocido. También lo era Susana Díaz hace unos meses y se ha trabajado a pulso la imagen, entre otras cosas en los medios de comunicación. No es casual que este jueves, la primera entrevista, la concediera el futuro líder del PP-A a una emisora nacional. Quiere así jugar también a la escalada mediática. En este sentido, los populares están convencidos de que le han buscado al PSOE-A el rival más incómodo posible, después de una cruenta batalla de sucesión, y que curiosamente tiene un perfil con muchas coincidencias con el de la presidenta. No solamente porque los dos tengan que empezar la carrera a la presidencia sin haber sido muy conocidos antes, sino también porque ambos han nacido en los años 70, hijos de clase trabajadora, forjados en las formaciones de los jóvenes de sus partidos, gestores de políticas de igualdad en sus anteriores cometidos... Y los dos se enfrentan por primera vez al dictamen de las urnas, con este bagaje y lógicamente con las diferencias que también los separan.

Juan Ignacio Zoido en retirada y Javier Arenas hablador

En la resaca tras la presentación este miércoles del nuevo candidato, dos detalles. Por un lado, que el todavía presidente del partido y alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, se haya retirado ya del debate parlamentario. La sesión de control este jueves ha quedado en manos del portavoz del grupo, Carlos Rojas, sobre cuyo futuro en este puesto todavía no esta todo cerrado, y de hecho ya se habla de Esperanza Oña como posible sustituta, lo que además de poner frente a Susana Díaz una diputada “más solvente” en los discursos, sería un guiño a una paridad en los cargos relevantes del PP-A, que brilla ahora por su ausencia en Andalucía.

Perdedor en el pulso por la sucesión, donde Juan Ignacio Zoido apostaba por su secretario general y alcalde de Tomares (Sevilla), José Luis Sanz, ha podido por fin soltarse el lastre de tener que enfrentarse con una Susana Díaz que pleno a pleno le estaba reprochando desde hacía meses que no quisiera estar allí.

El segundo detalle ha sido que el parlamentario y expresidente del PP-A Javier Arenas, ganador en este pulso con la dirección regional para la renovación de la cúpula de la federación, ha salido del silencio en el que vivía abonado los últimos meses, a excepción de unas recientes declaraciones en las que negó que estuviera maniobrando en la lucha de liderazgo de la formación. No ha asistido a la reunión del grupo parlamentario, porque no lo hace desde que no preside el PP-A, pero sí ha hablado para los periodistas. “Las cosas van a ir muy bien y se van a hacer muy bien”, ha dicho cuando se le ha preguntado por el futuro candidato. Pero no ha querido decir mucho más: “Mi papel está en un segundo plano desde hace tiempo”. Comentario generalizado: se le veía contento por los pasillos del antiguo Hospital de las Cinco Llagas.

Tras reconocer que en las últimas horas había hablado con José Luis Sanz, ha confirmado que sí, insistiendo en que les une “una profunda amistad desde hace muchísimos años”. Cierto igualmente -esto no lo ha dicho- que es vox populi no sólo que no quería al alcalde de Tomares como sucesor, sino también que esa amistad se ha ido perdiendo con los años y entre ambos hay distanciamiento.

El partido afronta ahora el congreso, para lo que Juan Manuel Moreno Bonilla comenzará a recorrer Andalucía y dar a conocer su proyecto. Pretende recabar un apoyo que se traduzca luego en su elección por un elevado porcentaje de votos, porque ahora sólo tiene poco más de 9.000 avales y el cierre de filas de los presidentes provinciales con la decisión de Mariano Rajoy, incluidos los de Sevilla y Jaén, que fueron los que más se alinearon con la propuesta de Zoido, respaldado en esto por la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal.

“Quien no supiera que el que iba a hablar aquí era Mariano Rajoy estaba muy equivocado”, comentaba otro diputado al explicar la complicada situación en la que ha quedado José Luis Sanz tras meses como favorito para la sucesión. Se le va a ofrecer integrar la nueva ejecutiva, pero el puesto de número 2, que tiene todavía, no será para él, “porque tampoco lo iba a aceptar”, según su entorno, mientras que alguno de sus rivales puntualizaba que “no es una víctima porque sabía a lo que jugaba”.