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El precio de la vivienda sube en Aragón pese a haber más de 15.000 pisos nuevos sin vender

En Aragón se venden 280 viviendas al año.

Eduardo Bayona

Zaragoza —

“En el corto plazo es posible que se produzcan moderados repuntes en el precio de la vivienda en España y Aragón”, asegura en una de sus conclusiones el último Boletín de Coyuntura Económica de la Comunidad Autónoma. El informe, no obstante, advierte de que “las perspectivas de los indicadores fundamentales apuntan más bien que la tendencia de fondo debería ser de estabilidad, no siendo descartable incluso la posibilidad de alguna corrección adicional”.

Los economistas del Gobierno de Aragón ponen de manifiesto varios datos llamativos: en Aragón se venden 280 viviendas al año, un 8 % de las 3.500 que colocaba el sector inmobiliario en 2005 y 2006, cuando la burbuja alcanzó su punto álgido; mientras que los visados rondaron el año pasado los 200 tras el mínimo de un centenar en 2013 y 2014.

La Comunidad cerró 2014 con un stock de 15.428 viviendas nuevas sin vender, 2.740 menos de las que había en 2009, cuando el desplome del negocio del ladrillo comenzó a ser patente. Y, sin embargo, el precio lleva un año repuntando tras una caída desde el año de la Expo de más de 40 puntos: 42,9 en Zaragoza, 32,7 % en Huesca y 28 % en Teruel.

El precio de la vivienda nueva tocó suelo en Aragón en el primer trimestre de 2014, pero “desde entonces el índice ha repuntado un leve 2,4 %” hasta el final de 2015, señala el informe, que anota que el de las casas usadas dejó de caer entre enero y marzo del año pasado para recuperar un 2 % en los nueve meses siguientes.

La vivienda se convierte en un activo refugio

Esa tendencia, junto con otras como el aumento del precio del suelo para construir, aportan los primeros indicios, leves todavía, de un incipiente burbujeo en la economía aragonesa: la materia prima clave para los especuladores –el suelo- se apreció el año pasado un 3,1 % en Aragón, más del doble que en España -1,4 %- gracias al empuje de Zaragoza -3,9 %-, cuando el parque de viviendas nuevas disponibles da para cubrir durante más de cuatro años la demanda de la fase más intensa de la burbuja.

El informe del Gobierno de Aragón refuerza esa tesis cuando afirma que el cuadro “más bien sugiere que diferentes factores temporales habrían convertido a la vivienda en un activo refugio, dado que su rentabilidad supera la de inversiones alternativas, en el marco de la política monetaria ultraexpansiva del BCE ”. Es decir, que el tipo cero del dinero ha hecho que los especuladores vuelvan al ladrillo, aunque ahora no tanto para colocarlo sino para quedárselo como inversión, con la esperanza de obtener unos beneficios que ya no les da la banca.

“La revisión de las variables que determinan la demanda de vivienda no apoyaría la tesis de una renovada demanda por parte de nuevos hogares” –se centra en la vivienda usada-, señala el documento, ya que “todos los indicadores se sitúan en niveles históricamente muy bajos”, aunque constata que, tras siete años de desplome en producción, empleo y precios en el sector de la construcción, “a finales de 2015 los indicadores sectoriales de actividad dan señales de cierta reactivación”.

¿Un nuevo ciclo expansivo con una demografía menguante?

Eso sugiere a los economistas “quizás el inicio de un nuevo ciclo expansivo, en paralelo a la recuperación de la actividad económica y el empleo en España”.

El Boletín de Coyuntura presta especial atención a las tendencias demográficas. Así, recoge que, según las proyecciones del INE (Instituto Nacional de Estadística), “el número de hogares en Aragón entre 2015 y 2029 únicamente aumentaría un 0,8 % en total (un 4,6 % en España) mientras que la población de la Comunidad aragonesa disminuiría un 3,3 %”. Además, “el número de miembros por hogar continuaría descendiendo para situarse en 2029 en 2,3 personas en Aragón”.

“No parece que ni en el medio ni en el largo plazo la evolución de la población y del número de hogares vaya a ser un factor de presión al alza sobre la demanda y los precios de la vivienda ni un factor de apoyo para iniciar un pronunciado ciclo alcista en el sector de la construcción”, señala el informe, que destaca que “la demanda de viviendas en el medio y largo plazo vendría muy condicionada por una demografía menguante” en la que el aumento del número de hogares sería “paupérrimo en Aragón”.

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