“Sin médicos, los pueblos desaparecen”: El Aragón rural alza la voz contra el abandono sanitario

La sanidad rural en el entorno de Ayerbe, localidad cabecera de la comarca de la Hoya de Huesca, atraviesa una crisis que no solo afecta a la calidad de vida de sus habitantes, sino que también pone en riesgo la propia supervivencia de los pueblos. En un contexto de despoblación, envejecimiento y dispersión geográfica, la atención sanitaria se ha convertido en un pilar esencial para garantizar la permanencia de las comunidades rurales. Sin embargo, los recortes, la precarización de los servicios y la falta de profesionales han provocado un deterioro progresivo que ha movilizado a la población.

El pasado sábado 19 de abril un centenar de personas se concentraron, desafiando la lluvia y el frío, para alzar la voz contra el abandono sanitario y exigir soluciones inmediatas. Esta protesta, convocada por la Plataforma SOS Sanidad Rural Ayerbe, no solo conmemoró el primer aniversario de la lucha organizada del colectivo, sino que evidenció la determinación de una comunidad que se niega a desaparecer.

La zona de salud de Ayerbe abarca 35 localidades, muchas de ellas pequeñas, envejecidas y separadas por grandes distancias. El centro de salud de Ayerbe es el eje sanitario de una región marcada por la dispersión geográfica, donde los consultorios locales son, en muchos casos, el único punto de acceso a la atención médica. Sin embargo, la reorganización de los servicios sanitarios en los últimos años ha mermado gravemente la capacidad de respuesta del sistema.

Uno de los golpes más significativos fue la amortización de la plaza de una médica jubilada en Loarre, que no fue cubierta, reduciendo el número de facultativos de cinco a cuatro. Esta decisión tuvo un impacto directo en la frecuencia de las consultas: en Loarre, por ejemplo, las visitas médicas semanales pasaron de cuatro a dos días, mientras que en núcleos como La Peña Estación, Ena, Centenero o Villalangua, la atención se redujo drásticamente, pasando de consultas semanales a quincenales o incluso mensuales.

La falta de médicos no es el único problema. La Plataforma SOS Sanidad Rural Ayerbe ha denunciado también la escasez de enfermeras, la ausencia de personal formado en urgencias y emergencias, y la insuficiencia de transporte sanitario adaptado a las necesidades de una zona rural. La promesa de incorporar dos enfermeras al centro de salud de Ayerbe, hecha por las autoridades sanitarias, no se ha cumplido, lo que ha agravado la precariedad del servicio.

Además, la reestructuración de las urgencias en la provincia de Huesca ha generado temores de un posible colapso en el hospital de referencia, ya que la atención primaria no puede absorber la creciente demanda.

El impacto de estas carencias es especialmente severo en una población mayoritariamente envejecida, con problemas de movilidad y enfermedades crónicas que requieren atención regular. La falta de servicios sanitarios no solo compromete la salud de los habitantes, sino que también acelera la despoblación, puesto que la ausencia de atención médica disuade a las familias jóvenes de quedarse o asentarse en los pueblos. Como expresó la plataforma durante la concentración: “Sin servicios, es muy difícil vivir en los pueblos. Sin sanidad ni médicos, los pueblos desaparecen”. “Los sanitarios rurales conocen a sus pacientes y su contexto. Esto no puede perderse. La Consejería de Salud debe garantizar el derecho a la sanidad en condiciones de igualdad para toda la población, viva donde viva”, reclamaron desde la Plataforma.

La plaza Ramón y Cajal de Ayerbe, cubierta por los porches debido a la lluvia persistente, fue el escenario de una nueva protesta convocada por la Plataforma SOS Sanidad Rural Ayerbe. A pesar del mal tiempo, un centenar de personas, procedentes de diferentes municipios de la comarca, se reunieron para visibilizar la situación insostenible que atraviesa la sanidad rural. Pancartas con lemas como “SOS Sanidad Rural”, “No más recortes” y “Por una sanidad pública digna” llenaron el espacio, mientras los asistentes, de todas las edades, coreaban consignas en defensa de su derecho a la salud.

Esta concentración tuvo un significado especial, ya que marcó el primer aniversario de la plataforma, creada en respuesta a la reorganización sanitaria de 2024 que suprimió la plaza médica de Loarre. Desde entonces, SOS Sanidad Rural Ayerbe ha liderado una serie de movilizaciones, incluyendo concentraciones, recogidas de firmas y actos informativos, para presionar al Gobierno de Aragón y revertir los recortes. La protesta del 19 de abril no fue solo un acto de denuncia, sino también una celebración de la resiliencia de una comunidad que, lejos de rendirse, ha reforzado su compromiso con la causa.

Durante el acto, una portavoz de la plataforma tomó la palabra para denunciar el “abandono sanitario progresivo” que sufren los pueblos. “No hay médicos en los pueblos, y en las ciudades tampoco hay citas. Nos sentimos completamente desamparados”, afirmó, resumiendo el sentir de los asistentes. Su intervención subrayó la necesidad de contratos dignos para los profesionales sanitarios, la restitución de las plazas suprimidas y la garantía de servicios de urgencias operativos los 365 días del año. También se criticó la tendencia hacia la privatización, que, según la plataforma, prioriza la rentabilidad sobre la igualdad en el acceso a la salud.

El acto contó con la participación de representantes de otros colectivos, como la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública de Huesca y SOS Sanidad Rural Almudévar, que compartieron experiencias similares de deterioro sanitario en sus respectivas zonas. Esta solidaridad intermunicipal reflejó la magnitud del problema, que trasciende Ayerbe y afecta a gran parte del medio rural aragonés. La presencia de autoridades locales, como el alcalde de Ayerbe, Antonio Biescas, y otros ediles de la comarca, reforzó el mensaje de unidad en la defensa de la sanidad pública.

La Plataforma SOS Sanidad Rural Ayerbe ha articulado una serie de demandas claras y urgentes. En primer lugar, exigen la recuperación de la quinta plaza médica suprimida en Loarre y el aumento de la plantilla de enfermería para garantizar una atención adecuada en todos los consultorios. También reclaman una gestión más efectiva de las plazas de atención primaria, pediatría y medicina de familia, adaptada a las particularidades del medio rural. La mejora del transporte sanitario, con vehículos equipados y personal suficiente, es otra prioridad, dado que las largas distancias y las carreteras secundarias dificultan el acceso a los hospitales en situaciones de emergencia.

Asimismo, la plataforma aboga por un cambio en el modelo de financiación de la sanidad pública, proponiendo que el presupuesto destinado a atención primaria pase del 13 % al 25 %, para reforzar la base del sistema. Este incremento permitiría contratar más profesionales, reducir las listas de espera y mejorar la infraestructura de los centros de salud rurales. Por último, rechazan cualquier forma de externalización o concertación con la sanidad privada, al considerarlas una amenaza al principio de universalidad.

Desde el Gobierno de Aragón se apunta que en Ayerbe se llevó a cabo una reorganización tras la jubilación, en 2023, de la titular de la plaza de Loarre, que tenía 185 tarjetas sanitarias adjudicadas. Se optó, según el Ejecutivo autonómico, por reconvertir esa plaza médica en dos puestos de enfermería. “Si antes había cinco profesionales de Medicina y dos de Enfermería en esa zona, ahora hay cuatro médicos y cuatro enfermeras, además de un fisioterapeuta”, recalcan estas fuentes. Las tarjetas sanitarias de toda la zona de salud de Ayerbe ascienden a 1.833 usuarios adultos y 176 menores de 14 años.