Los municipios del Pirineo aragonés se unen en su rechazo a plantas de baterías proyectadas en Samitier, Anciles y Sesué
La Asociación de Entidades Locales del Pirineo Aragonés (Adelpa) ha querido manifestar este jueves su “preocupación” por la proliferación de proyectos de almacenamiento de energía por baterías de litio en distintos municipios pirenaicos. Al mismo tiempo, ha dado su apoyo a los ayuntamientos afectados que han hecho público su rechazo a las plantas de baterías por las afecciones al territorio y sus gentes.
En una nota, Adelpa, “firme defensora de la transición ecológica y las energías renovables”, ha reivindicado “la necesidad de regular la instalación” de este tipo de plantas de energía renovable y ha destacado la “importancia de tener en cuenta la respuesta tanto de vecinos como de los ayuntamientos”. En concreto, los consistorios de La Fueva –al que pertenece Samitier–, en la comarca de Sobrarbe; los del valle de Benasque, donde se localiza Anciles, y Sesué, en la Ribagorza, han manifestado su posición contraria estas iniciativas.
Se trata, ha indicado Begoña Dorado, presidenta de Adelpa –y alcaldesa de Palo–, de “territorios que viven esencialmente de su paisaje, de la conservación del entorno natural y del turismo sostenible”. Por eso, la Asociación reivindica el respeto a la autonomía local: “Deben ser los ayuntamientos los que decidan si este tipo de proyectos son compatibles o no con su modelo de desarrollo”, ha añadido Dorado.
Adelpa ya alcanzó un acuerdo al respecto en la Asamblea General celebrada el pasado mes de noviembre en el que se puso de manifiesto la importancia de garantizar una mayor participación de los ayuntamientos y entidades locales en el proceso de tramitación de estos proyectos y de revaluar los beneficios económicos y sociales derivados de dichas infraestructuras.
Por todo ello, la entidad solicita al Gobierno de Aragón y al Ministerio competente que se atiendan las peticiones de los municipios afectados y se desestimen las plantas de Anciles, Sesué y Samitier. Y a las empresas promotoras, que desistan de plantear instalaciones de baterías en zonas medioambientalmente sensibles y con fuerte dependencia del turismo.
Además, desde Adelpa recuerdan que el Gobierno de Aragón es la institución que debe regular, en el marco de la ordenación del territorio, dónde pueden ubicarse estas plantas y dónde no.
El desarrollo urbanístico
En este sentido, Begoña Dorado indica que “la situación actual es preocupante” porque la mayoría de municipios carecen de un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que regule este tipo de instalaciones. “En aquellos que sí cuentan con uno, las modificaciones necesarias se ven obstaculizadas por prácticas y procedimientos administrativos que se dilatan excesivamente en el tiempo, dejando a los Ayuntamientos en situación de indefensión”, lamenta.
En conclusión, Adelpa reitera su apuesta por las energías renovables, pero siempre que su implantación sea ordenada, consensuada y respetuosa con la realidad social, económica y ambiental del Pirineo aragonés. Además, se debe tener en cuenta que el Pirineo es una zona que ya soporta una gran producción de energía renovable desde hace muchas décadas, que se consume principalmente en las grandes ciudades, y por la que no recibe compensación alguna.
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