Huesca busca reconciliarse con el río Isuela: una recuperación pendiente para dejar de darle la espalda
El Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Huesca han decidido retomar el proyecto de renaturalización del río Isuela, un plan que quedó en suspenso en 2022 tras fracasar la búsqueda de financiación europea y estatal. Tres años después, las instituciones anuncian que trabajarán de manera conjunta para recuperar un cauce degradado durante décadas, convertido en canal de hormigón a su paso por la ciudad y que, con frecuencia, permanece casi seco frente a las demandas de los grupos ecologistas.
La primera fase consistirá en revisar la documentación del plan inicial y, si es necesario, elaborar un nuevo proyecto. La actuación abarca más de 53 hectáreas entre las Fuentes de Marcelo y la ermita de Salas, divididas en tres tramos: el río aguas arriba del casco urbano (unos tres kilómetros), el paso por la ciudad (1,5 kilómetros) y el curso aguas abajo (1,6 kilómetros). El objetivo es revalorizar el Isuela como eje verde, reducir el riesgo de inundaciones y abrirlo a la ciudadanía.
La intervención priorizará las zonas periurbanas, muy frecuentadas por los oscenses en su tiempo libre. La iniciativa se alinea con otras emprendidas por el Ejecutivo autonómico, como el plan de restauración del río Huerva, que cuenta con una inversión de 23 millones de euros en Zaragoza y Cuarte.
El Isuela atraviesa Huesca casi en silencio. En el tramo del paseo de Lucas Mallada, que desemboca en el puente de San Miguel, el río suele estar prácticamente seco. Allí se concentran quejas por malos olores, proliferación de algas e intoxicaciones de mascotas que beben de sus aguas contaminadas.
La causa está en la gestión del caudal. Según César González Cebollada, profesor de Hidráulica de la Escuela Politécnica Superior de Huesca, se captan 80 litros por segundo para la comunidad de regantes del embalse de Arguis. Después, en el tramo canalizado, el aporte se reduce a apenas dos litros por segundo.
El deterioro del Isuela se acentuó con la urbanización de la ciudad en el siglo XX, que ocupó antiguas huertas en la llanura fluvial. En los años 80 y 90 se ejecutó la canalización del cauce a su paso por la capital para prevenir inundaciones. El resultado fue un río constreñido en un canal de hormigón rectilíneo de kilómetro y medio. Más tarde, se ajardinaron los márgenes, pero sin plantear una verdadera renaturalización.
“Se trata de un espacio degradado y olvidado”, señalan desde Ecologistas en Acción, que reclaman un plan urgente para devolver el río a la ciudadanía. Su propuesta pasa por recuperar un curso fluvial más natural y accesible, con valores ambientales y paisajísticos reforzados. Entre las medidas planteadas figuran la ampliación de senderos hasta la ermita de Salas y la creación de un paseo circular en el entorno de la ciudad.
Los ecologistas insisten en que se trata de un proyecto de bajo coste comparado con su rentabilidad social y ambiental, pues se limitaría a actuar en la caja del río y en zonas de parques y riberas ya existentes.
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) también ha empezado a dar pasos. Tiene previsto invertir 86.000 euros en el denominado “Acondicionamiento del cauce del río Isuela en el tramo aguas debajo de la ciudad de Huesca”, que incluye la conservación del cauce y la apertura de una pequeña senda por la margen izquierda.
Además, la CHE ha emitido un informe favorable al documento técnico “Convocatoria Fundación Biodiversidad: Proyecto de Renaturalización del río Isuela”. Según el organismo, el plan es coherente con la Directiva Marco del Agua, que promueve la recuperación ambiental de los ríos en Europa. El propio organismo de cuenca apunta a la futura aplicación de un régimen de caudales ecológicos que permita devolver vitalidad al Isuela.
La falta de avances hasta ahora ha suscitado también presión política. Chunta Aragonesista trasladó el debate al Senado a través de su socio Compromís. El senador Carles Mulet registró varias preguntas al Gobierno central sobre la implicación de la CHE en la conservación del Isuela y sobre las denuncias por captaciones ilegales de agua, señaladas como una de las causas de su escaso caudal en verano.
Mientras tanto, la ciudadanía vive el abandono del río en su día a día. Las dos pasarelas peatonales del camino a las Fuentes de Marcelo siguen sin repararse más de un año y medio después de que fueran destrozadas por una crecida del Isuela, provocada por un desembalse del pantano de Arguis tras fuertes lluvias.
El Ayuntamiento solicitó en mayo autorización a la CHE para arreglarlas, después de no poder afrontar la obra en 2024 por falta de presupuesto. Este año sí ha reservado 40.000 euros, aunque la ejecución depende del visto bueno del organismo de cuenca. La CHE, sin embargo, rechazó una primera solicitud mediante declaración responsable al considerar que la envergadura de la obra exige autorización administrativa.
La tardanza en la reparación llevó a que un grupo anónimo colocara un improvisado puente de madera para poder acceder a la zona final de las Fuentes de Marcelo. El Ayuntamiento recuerda que el dominio hidráulico es competencia de la Confederación, mientras que esta advierte de que construir un puente sin permiso es sancionable, aunque podría legalizarse si no implica riesgos.
El plan de renaturalización del Isuela no solo pretende transformar el paisaje urbano, sino también reconciliar a Huesca con un río al que ha dado históricamente la espalda. Los ecologistas, que consideran que se ha dado “solo un primer paso”, destacan que la ciudad “ha perdido una parte de su patrimonio natural”, canalizado y degradado hasta convertirse en un cauce artificial. El reto ahora es revertir, al menos en parte, esa situación: devolverle un aspecto más natural, crear espacios de ocio y paseo y recuperar un recurso ambiental con valor educativo y cultural.
La experiencia de otras ciudades españolas y europeas muestra que la renaturalización de los ríos urbanos no solo mejora la calidad ambiental, sino que también dinamiza socialmente los entornos. Zaragoza, con el Huerva, o Vitoria, con el Zadorra, han iniciado proyectos semejantes en los últimos años.
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