Galdakao paraliza durante más de seis años una donación de 600.000 euros destinada a abrir una residencia
Esteban Loroño se sentiría hoy decepcionado con su pueblo. Este Galdakaotarra, fallecido el año 2006, dejó en herencia a su Ayuntamiento propiedades por valor de 600.000 euros sujetos a una única condición: que se emplearan para abrir una nueva residencia pública. Casi siete años después no se ha puesto ni la primera piedra y al convenio firmado con la Diputación Foral de Bizkaia para su construcción le faltan tres meses para expirar.
Loroño dejó en herencia al Ayuntamiento cuentas bancarias, un vehículo y varias propiedades inmobiliarias por valor de 600.000 euros en el año 2006. Un año más tarde, en un pleno celebrado a dos días de las elecciones municipales de 2007, el consistorio aprobaba firmar un convenio con la Diputación Foral de Bizkaia para su construcción.
No fue hasta el 19 de septiembre del año siguiente, en 2008, cuando por fin el consistorio y la institución foral firmaron dicho acuerdo.
En el convenio se establecía la cesión gratuita por parte del Ayuntamiento a la Diputación de una parcela de 7.801,51 metros cuadrados situada en Olabarrieta. La institución foral, a su vez, se comprometía a construir una residencia en un plazo máximo de cinco años. Todo parecía ir sobre ruedas, se hicieron varios anuncios y el consistorio incluso puso en manos de la Diputación la herencia recibida de Esteban Loroño para que llevara a cabo el proyecto. Cinco años más tarde y a falta de tan sólo tres meses para que venza el plazo establecido en el acuerdo, lo único que tienen por ahora los galdakaotarras es un solar vacío.
Ante esta situación, el PSE presentó una moción en el último pleno municipal en la que solicitaba al consistorio que empiece los trámites para recuperar el terreno cedido a la Diputación. Un acuerdo de último momento entre los socialistas y el equipo de gobierno dio lugar a una enmienda en la que se da una prórroga de dos meses para que la institución foral presente un nuevo proyecto. En dicha enmienda se especifica que la nueva propuesta deberá estar “consensuada” y recoger “las necesidades del municipio y del barrio en el sentido expresado por la moción”.
O dicho de otra manera, en la enmienda se aceptaban las condiciones impuestas por el PSE. Concretamente, se hacía referencia a las peticiones de los vecinos de Olabarrieta, Txitulanda y Aperribai que piden que los terrenos se dediquen también a la construcción de equipamiento deportivo y de uso comunitario. Por lo que el nuevo proyecto que presente la Diputación deberá incluir una cancha de futbito, baloncesto o similar abierta al público. En caso contrario, se pediría la devolución de los terrenos. “Y no vamos a permitir que nos vuelvan a pedir un plazo de cinco años, porque ya hemos visto lo que pasa cuando se lo damos”, apunta Franciso Fernández, portavoz del PSE en el municipio.
El Diario Norte se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Galdakao para buscar su punto de vista sobre el acuerdo alcanzado en el último pleno, pero portavoces municipales han declinado hacer declaraciones. Asimismo, tampoco han querido especificar cuál será el destino de la herencia de Esteban Loroño.
