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Sobre este blog

El Ojo izquierdo nació en El País en 2010 y prolongó su vida durante diez años en la cadena SER, con vivienda propia en el Programa Hoy por Hoy, primero con Carles Francino, después con Pepa Bueno y finalmente con Àngels Barceló.

Ahora se instala con comodidad en elDiario.es, donde es de esperar que se mantenga incólume la aviesa mirada de su autor, José María Izquierdo.

Agitar, moverse, actuar. Todo vale frente al genocidio de Gaza

Imagen de soldados israelíes. El Ejército israelí emitió este lunes una nueva orden de evacuación forzosa para todo el sur de Gaza.EFE/EPA/ALAA BADARNEH
26 de mayo de 2025 22:12 h

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Hemos hablado tanto de Gaza, de ese genocidio insufrible, que parece inútil repetir una y otra vez los mismos argumentos contra la matanza. Pero un mínimo resto de decencia nos obliga a insistir, como martillo pilón, en la salvaje actuación del gobierno de Netanyahu, ante la pasividad absoluta de la población israelí y los inútiles partidos de oposición, con un Ejército desatado en una violencia extrema y psicopática, sus mandos y sus soldados ejecutando a niños y mujeres indefensos. Y a distancia, una administración norteamericana, la del déspota Trump, echando grandes troncos a la hoguera y animando a la creación de ese gran resort con estatuas de oro de su propia efigie. Añadan a la cobardía mundial una Europa miserable, con una Ursula Von der Leyen incapaz de mantener una actitud firme, seria, ante el régimen israelí como exige la gran masacre y la enorme crisis humanitaria que comporta el salvajismo de la ocupación. 

Por eso hay que agradecer que el gobierno español ha apretado el paso y haya logrado una coalición internacional, digamos de tamaño medio, para intentar frenar aquel horror con una propuesta que permita romper el bloqueo de la ayuda humanitaria a Gaza, así como avanzar hacia la fórmula de los dos Estados, israelí y palestino. El plan incluye posibles sanciones, como la ‘suspensión inmediata’ del acuerdo de asociación entre la UE e Israel, embargar la venta de armamento y revisar la lista europea de sanciones individuales para incluir a quienes impiden la viabilidad del Estado palestino. En la propuesta no se descarta a Netanyahu. Avance modesto, claro, ante la magnitud del genocidio, pero mucho más de lo que están haciendo otros países importantes, mentón levantado por su pretendida superioridad democrática, indigentemente rácanos en el apoyo al pueblo palestino. 

Y ahora que hablamos de miserias, destaquemos la vergonzante actitud de un Alberto Núñez Feijóo indecente, melifluo en la defensa de las víctimas civiles, en una demostración escandalosa de la falta de humanidad absoluta que caracteriza a su inane figura, servil monaguillo, y que es el santo y seña de su partido, siempre apoyando las salvajadas de los poderosos, el mismo que aplaudió sin fisuras la guerra de Irak, que nadie crea que se nos olvidan las fechorías del capo Aznar, les aseguro que hay armas de destrucción masiva y que los atentados del 11-M fueron obra de ETA. Ni tan siquiera es capaz Núñez de seguir la estela del Papa y la Conferencia Episcopal española, que al comecuras del Ojo le han parecido más decentes, fíjense cómo será la cosa, que las intervenciones públicas del líder del PP. 

Pero a esta derecha de la que disfrutamos, le parece más importante mantener una oposición enloquecida a Pedro Sánchez que mostrar un mínimo de humanidad con el pueblo palestino. Han preferido entrar en la batalla denigrante, impulsada por la extrema derecha mundial de la Fundación Heritage, de considerar antisemita a quienes denuncian el bombardeo de hospitales y el cerco por hambre de niños y ancianos. Es inútil, no se puede contar con el PP para nada digno, obnubilados como están en una sucia y denigrante batalla contra el Gobierno. Que nadie caiga en la trampa de considerar que Feijóo es el centro y Díaz Ayuso la derecha más feroz. Uña y carne, que ambos hacen la misma política de tierra quemada. ¿Alguien pretenderá convencernos de que ese trompetero faltón que es Miguel Tellado, traído en carroza desde Galicia por Feijóo para ejercer esa bochornosa función, es acaso más centrista que la reina del vermú? A otro perro con ese hueso, que la primera vez que creí tus mentiras fue culpa tuya, la segunda vez fue culpa mía. 

En este juego de las categorías ideológicas deberemos estar muy atentos a esa otra gran mentira que quieren contarnos de la gran brecha que existe entre la derecha democrática, el PP, y la derecha montaraz o neofascista, la de Vox. ¿Enemigos irreconciliables? ¿Agua y aceite? Quita p’allá, que no hay nada más que mirar cómo actúan unos y otros para darse cuenta, a no ser que queramos hacernos los más bobos del lugar, de que siempre, siempre, en los temas importantes, votan de la misma manera como partidos no ya mellizos, sino siameses, sea para oponerse al embargo de armas a Israel, o a mantener en el Congreso a esos cafres provocadores que se hacen pasar por periodistas. PP y Vox, juntitos y cogiditos de la mano, para que el otro no se escape. O vean cómo han echado mano en Génova de Abascal y su rondalla, para mantener en su cargo de president de la Generalitat valenciana a esa vergüenza andante que es Carlos Mazón. Pasa lo mismo con los medios de comunicación de ese querido sector. ¿Ustedes son capaces de diferenciar a los columnistas de El Mundo, Abc o La Razón, presumidos ellos de ser prensa seria, de los de OKdiario, El Debate, The Objective o Libertad Digital, a los que ni los más generosos del lugar pueden adjudicarle algún grado de profesionalidad? Es todo un totum revolutum, una amalgama indisoluble, una masa informe que arrastra a su paso todo lo que pilla, el tsunami, que lo llaman, la indecencia como estandarte. 

Fíjense que el Ojo no sabe por qué se ha acordado justo en este momento de los señores jueces, ilustres togas y relucientes puñetas. Qué cosas tiene el cerebro. Es difícil que consigamos llegar a algún lago de aguas cristalinas mientras esos procesos judiciales iniciados por Manos Limpias, Hazte Oír, Abogados Cristianos y otras entidades de tan acrisolada fama, cuando no directamente el PP o Vox, permanezcan estancados en las aguas pantanosas de juzgados y Audiencias, dilatemos los casos que es lo que engorda a Cuca Gamarra en el escaño todos los miércoles, y a la prensa que hemos citado día sí y día también. ¿Para qué pruebas, para qué testigos? Nosotros somos jueces, dicen Peinado o Hurtado y ya nos basta. 

No se pueden tener hermano ni esposa, por supuesto tampoco amigos o compañeros de partido, que por el mero de serlo ya eres sospechoso cuando no culpable, para qué vamos a perder el tiempo. Ya se han cobrado alguna pieza en esa infame cacería, pero quedan las gacelas más apetitosas a tiro de escopeta. Aún falta Begoña Gómez y el fiscal general del Estado, que se enfrenta, nada más y nada menos, que a la limpia figura del novio de Isabel Díaz Ayuso, cuánta probidad, que si hubo un fallo de unos cientos de miles de euros en sus declaraciones de Hacienda fue por puro despiste de su asesor, un tipo bien descuidado. Y por si hubiera alguna duda sobre la calidad humana del susodicho Alberto González Amador, qué pedazo empresario, contemplen a su vera, colgado de la estrecha chaqueta que siempre lucen estos chicos, al mirífico Miguel Ángel Rodríguez, santo varón conocido en el mundo entero por su rectitud, seriedad y bonhomía. ¡Glorioso trío, Ayuso, MAR y González Amador! Ríanse ustedes de Los Panchos, alma, corazón y vida, esas tres cositas nada más te doy. 

¿Queda por ahí alguna pieza en el punto de mira de un rifle Nosler 21, apto para objetivos de gran tamaño? Pues sí, por supuesto, que nos queda vivo el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde Pumpido, la mayor de las bestias negras, el Patagotitán a abatir en ese parque Jurásico que se ha inventado la derecha patria. Es posible que haya resolución sobre la Ley de Amnistía antes del verano, o por ahí, y ya andan los cazadores de toda laya de la derechona, togada y sin togar, engrasando los rifles y afilando las lanzas para responder a tan sublime infamia, caso de que se dé vía libre a ese monstruo que amenaza, ay, señor, la unidad de la patria, el mundo se acaba, adiós al Estado de derecho e incluso a la democracia, asesinada por ese infame Pedro Sánchez. 

Quizá algún día alguien, pasado el susto en el que vivimos acogotados, pueda contar con pelos y señales la ignominiosa actuación de algunos magistrados, ante el silencio cómplice de un desastroso Consejo del Poder Judicial y los jefes de las Audiencias, para que los hoy tiernos infantes sepan en su madurez cómo llega a actuar la derecha de un país dizque civilizado, que presume de democrática y liberal. Podrán ver qué sucias armas y qué tramposas añagazas, perdido el más mínimo sentido de la responsabilidad y honestidad, han utilizado para acabar con el rival. Cómo se han llevado por delante instituciones y personas, sin el menor miramiento, para alcanzar el poder que les permita, como han hecho siempre, poner el Estado a los pies de los poderosos. ¿Justicia social? ¿Derechos de las minorías? ¿Lucha contra las desigualdades? Usted, amigo, me parece un rojo peligroso, y se va a enterar cuando gobernemos nosotros. Esto es, Feijóo de presidente y Abascal, de vice. Va a disfrutar usted tanto como lo hace hoy el mundo bajo la batuta de Trump, el maestro, aquí estamos para lo que usted guste, siempre a sus pies.

Mientras todo esto sucede, la izquierda llamada PSOE bien hará en aplicarse hasta la extenuación para solucionar los problemas que acucian a las buenas gentes, vivienda, vivienda, vivienda, amén de tomarse en serio, el Ojo es más pesado que un kilo de churros, ya se lo afean sus amistades, en saber contarlo a los ciudadanos. Y más a la izquierda, o sea, a Sumar y a Podemos, advertirles de que los vemos impotentes, incapaces de reaccionar ante las mil y una señales de que se esfuman mes a mes sus expectativas electorales, sumidos en la inacción de una política de unidad imposible. ¿Sería posible que todos ellos, de uno al otro confín del progresismo, entendieran que el peligro de una involución salvaje está a la vuelta de la esquina? ¿Es que no tienen ojos? ¿No ven Estados Unidos, Francia, Italia y hasta Portugal? ¿Vamos a dejar, otra vez, que nos machaquen las hordas bárbaras? 

Adenda. Decimos del PP en julio. Qué bueno sería que los dirigentes del partido salieran en público, con micrófonos abiertos y prensa para recoger sus elaborados planes, a contarnos a los ciudadanos de a pie cuáles son sus grandes hallazgos, los caudalosos ríos de leche y miel que nos esperan cuando lleguen a gobernar. Cuestión de ilusionar al respetable. Por ejemplo, en Sanidad. Haremos lo siguiente: dejaremos que se pudra la atención pública y daremos el dinero que cuestan hospitales y centros de salud, un disparate, a los gestores privados, tal que Quirón o esas firmas que todos ustedes conocen, mejor si las dirigen amigos o conocidos. Educación: ni un céntimo a las universidades públicas, cuánto mejor las privadas de fondos de inversión yanquis o, si puede ser, de la Iglesia o de alguna organización de extrema derecha. Y los colegios, igualito. Impuestos: se los bajaremos a los ricos, pobrecitos, que los comunistas del gobierno de Sánchez los han dejado en los huesos. Y así.

¿Acaso no se sienten fatalmente atraídos hacia esas nobles y bellísimas propuestas como le pasaba al Hombre Enmascarado ante la irresistible llamada de la selva?  

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