Ligereza y adherencia
Hemos tenido la oportunidad de probar las nuevas zapatillas de The North Face, el modelo Ultra Trail, durante el último mes y a continuación os presentamos las conclusiones que hemos sacado después de hacer más de 200 kilómetros con ellas.
Lo primero que nos llama la atención nada más cogerlas es su ligereza. Cada zapatilla pesa entorno a los 250 gramos lo que implica que, por una parte podamos rodar muy rápido, y por otra parte una menor amortiguación. No obstante, el sistema Cradle Guide que utiliza la marca suple esta carencia bastante bien. Este sistema proporcionar una buena amortiguación, estabilidad y protección independientemente del tipo de terreno.
También la suela con goma Vibram está pensada para terrenos irregulares. La goma se adhiere especialmente bien en terrenos pedregosos y el diseño de su taqueado, aunque parezca mentira, ayuda a la tracción del pié sobre este tipo de terrenos. Cabe también mencionar que la suela favorece a que la Ultra Trail tenga un buen comportamiento durante las bajadas técnicas. Además, una suela Vibram es sinónimo de durabilidad, por lo que no debemos preocuparnos por su desgaste.
Gran estabilidad
Como ya hemos dicho anteriormente, la mayor virtud de la Ultra Trail es su ligereza. Pero también destaca en gran medida su estabilidad, por otro lado algo fundamental a la hora de correr por la montaña. Y es una zapatilla muy estable, sobre todo dada su ligereza, gracias a los refuerzos del talón que sujetan firmemente el pié y a la entresuela de Pebax que le añade cierta rigidez al conjunto.
El tejido de malla denominado Flashdry que compone la parte superior del calzado es muy transpirable y evacua el sudor a la perfección, además de ofrecer un secado rápido lo que es obviamente de gran utilidad en carreras de montaña y especialmente en ultra trails. Ahora, su impermeabilidad…
Finalmente y como conclusión, aunque su amortiguación es más que aceptable dada la ligereza y minimalismo del conjunto, tenemos que tener en cuenta que si somos un poco pesados este modelo no debería ser nuestra zapatilla de entrenamiento habitual, sino que deberíamos pensar en ella más como zapatilla de competición para momentos puntuales. En cuanto al resto, lo ya dicho anteriormente: ligera, estable, resistente y con una buena transpiración.