El Colegio de Médicos aboga por respetar “siempre” la voluntad del paciente
El caso de Andrea, la niña gallega de 12 años que padecía una enfermedad irreversible, ha reabierto en España el debate sobre el derecho a una muerte digna. Este lunes, el Parlamento de Cantabria ha aprobado, a iniciativa de Podemos, una resolución por la cual insta al Gobierno de España a elaborar una ley de testamento vital y muerte digna. A raíz de esta propuesta, que contó con el voto favorable de PSOE y PRC, la abstención de Ciudadanos y el rechazo del PP, el presidente del Colegio de Médicos de Cantabria, Tomás Cobo, ha abogado por respetar “siempre” la voluntad del paciente.
Según ha resaltado, la labor de los médicos consiste en “aliviar” el dolor a los enfermos y que el tránsito de la vida a la muerte se haga “de la manera más amable posible”. “Eso no es eutanasia. No es acelerar el proceso natural (de la muerte)”, ha argumentado el presidente de los médicos cántabros, para quien se trata de “amabilizar, hacer gentil y digno” el tránsito de la vida a la muerte.
En esta línea ha apuntado que la “clave” para garantizar una muerte digna es que, por un lado, haya “buena” información y, por otro, respetar “siempre” la voluntad del paciente.
Al mismo tiempo, Cobo ha abogado por legislar en este sentido. “Cuanta más cobertura legal haya, mejor”, ha afirmado a preguntas de los periodistas. Para el presidente de la organización colegial, esta cobertura legal es “esencial”. No obstante, ha reconocido que es un asunto “difícil” de plasmar y homologar, más si se tiene en cuenta que no todos mueren “de lo mismo”, sino que cada caso es, como cada ser humano, “único”.
