Ainoa Quiñones: “Creo y confío en que el PRC va a apoyar los Presupuestos del Estado”
Ainoa Quiñones (Madrid, 1981) ha tenido un arranque complicado en su nueva responsabilidad como delegada del Gobierno en Cantabria. Recién nombrada por el Ejecutivo de coalición que preside Pedro Sánchez, esta doctora en Ciencias Económicas y profesora de la Universidad de Cantabria, que comenzó la legislatura como concejala en el Ayuntamiento de Santander tras concurrir como número dos en la candidatura socialista, se estrenó en el cargo con el anuncio del cierre de una empresa tan emblemática como Sniace y ha tenido que lidiar ya con su primer rifirrafe político con la alcaldesa de Santander, Gema Igual, en lo que parece un anticipo del desarrollo que tendrá la legislatura que acaba de dar sus primeros pasos.
¿Le ha dado tiempo a asentarse en el cargo o el aterrizaje está siendo complejo?
Llevo poco tiempo y realmente estoy conociendo la casa. Estoy muy contenta, muy orgullosa. Tengo una enorme responsabilidad por la confianza que han depositado en mí. Poco a poco, pero con muchas ganas y con mucha ilusión.
Comenzó esta legislatura como concejala de Santander, después de ocupar el número dos en la candidatura del PSOE. ¿Cómo ha sido el proceso hasta llegar aquí, con lo que conlleva de cambio de responsabilidades?
Fue una sorpresa. Yo estaba ejerciendo como concejala en el Ayuntamiento de Santander y a eso es a lo que me iba a dedicar durante los próximos cuatro años. Estábamos en el proceso de elegir a un nuevo portavoz, tras la marcha al Congreso de los Diputados de Pedro Casares, y habíamos decidido que fuera Daniel Fernández, porque tiene una mayor experiencia después en el Ayuntamiento de la legislatura pasada. Además, es el secretario de Organización del PSOE de Santander y tiene un contacto muy activo con la militancia. Decidimos por unanimidad que él asumiera el cargo de portavoz y posteriormente a mí me llamaron para que diera este paso enorme, del que me siento muy agradecida por la confianza que el presidente, Pedro Sánchez, ha depositado en mí.
No han pasado ni 15 días desde que asumiera el cargo de delegada del Gobierno en Cantabria pero ya ha tenido su primer enfrentamiento político con la alcaldesa de Santander, Gema Igual. ¿Cree que va a ser una constante?
Espero que no, la verdad. Ella es la alcaldesa de Santander, yo la delegada del Gobierno. Lo ideal es que tuviéramos una relación fluida. Evidentemente, habrá temas en los que podamos discrepar, pero deseo que no sea esta la dinámica que tenga durante la legislatura.
¿Es posible conseguir esa colaboración institucional que, en principio, parecería deseable, o el debate partidista marca la agenda y se acaba imponiendo siempre en una situación tan polarizada como la actual?
Bueno, donde ha surgido un enfrentamiento es en un tema puntual por el tema de los espigones. La que ha cambiado de opinión respecto a eso ha sido ella, junto al equipo de gobierno en Santander, no yo. La alcaldesa y su equipo pensaban hasta junio una cosa, y así lo defendieron públicamente. Su anterior concejal de Medio Ambiente, Ignacio Quirós, dijo que los rellenos en la playa eran insostenibles y que había que construir unos espigones en La Magdalena, y ahora, por su acuerdo de gobierno con Ciudadanos para mantenerse en los sillones, no quieren los espigones. Ese rifirrafe a la que interesa es a Gema Igual, pero la incoherencia también es de ella. Yo sé perfectamente lo que ha defendido el Partido Socialista de Santander, donde yo estaba hasta hace 15 días, y siempre hemos trabajado por lo mismo. Y en esa línea quiero seguir. Voy a hacer todo lo posible, todo lo que esté en mis manos, todo lo que pueda en mi condición de delegada del Gobierno, para que los espigones en La Magdalena se retiren.
Por su perfil político, y por el de otros delegados que también acaban de llegar a sus puestos, da la sensación de que Pedro Sánchez quiere tener una mayor presencia en los territorios, con portavoces de peso en cargos de confianza para defender su acción de gobierno. ¿Lo ve así? ¿Cree que su papel debe ser ese, el de hacer de correa de transmisión del Ejecutivo central?
Sí es verdad que el Ejecutivo de Pedro Sánchez, el Gobierno de España, ha querido dar otro impulso a las delegaciones de Gobierno, por eso se han cambiado bastantes, y muy importantes, como el País Vasco, la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana… Han querido darle un nuevo aire porque ha llegado un nuevo tiempo, con un Gobierno estable, de coalición, y el objetivo es que eso se traslade en mejoras para la vida de los ciudadanos. Efectivamente, mi tarea será la de ejercer de correa de transmisión de las políticas del Gobierno de España, sobre todo las que tienen un impacto mayor en la vida de los cántabros y cántabras, y a eso es a lo que me voy a dedicar, a ser la voz del Gobierno de España aquí en Cantabria para dar a conocer esas políticas que pretenden cambiar para bien la vida de todos.
Se da la circunstancia también por primera vez que representa a un Gobierno de coalición, con dos partidos dentro del Consejo de Ministros. ¿Eso cómo afecta a su cargo?
Te voy a decir que, de momento, no nos afecta absolutamente en nada. Estamos trabajando como un Gobierno unido. Da igual el Ministerio con el que me tenga que poner en contacto, porque la disposición es máxima, da igual que al frente haya un ministro o una ministra del PSOE o de Unidas Podemos. Estamos trabajando a la par y la información fluye exactamente. Represento a un Gobierno, con dos partidos, pero un solo Gobierno que está trabajando unido y con objetivos comunes.
¿Cómo le gustaría que fuese su mandato al frente de la Delegación?
Lo bonito sería que pueda dar muy buenas noticias para los cántabros y las cántabras. Desde el Gobierno de España ya se han hecho muchas cosas en este mes escaso que lleva funcionando, como la subida del salario mínimo, la subida de las pensiones… Ahora con los agricultores y ganaderos, o con cualquier reacción social, este Gobierno de España actúa. Creo que eso es positivo para los ciudadanos de Cantabria y me gustaría que se tuviera en cuenta el trabajo que se hace desde el Ejecutivo central para mejorar la vida de la gente. Estamos para eso.
El primer escollo para el Gobierno de coalición será la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2020, tras dar un paso en ese sentido con el visto bueno en el Congreso al techo de gasto. ¿Qué buenas noticias podrán encontrar en estas cuentas los cántabros?
Ya se demostró en los Presupuestos que se presentaron en la anterior legislatura que Cantabria iba a tener un peso importante. Cuando tuve mi reunión con el presidente, Miguel Ángel Revilla, ambos estábamos de acuerdo en que la comunidad tenía una buena posición y que los proyectos que se están llevando a cabo están saliendo adelante de forma positiva y teniendo sus frutos. En esa senda queremos seguir.
Como consecuencia de la investidura se produjo un fuerte encontronazo en el Gobierno de Cantabria entre PSOE y PRC por el 'no' del diputado de José María Mazón a Pedro Sánchez. ¿Confía en que el Partido Regionalista se sume en esta ocasión y dé su apoyo a los Presupuestos de 2020 que inician su tramitación ahora?
El pasado, pasado está. Eso fue un encontronazo aquí, dentro del Gobierno de Cantabria, pero no tiene por qué suponer un 'no' a las cuentas. De hecho, creo y confío en que el PRC va a apoyar los Presupuestos del Estado.
¿Pudo concretar algo de eso en su primer encuentro oficial con Miguel Ángel Revilla?
La verdad es que fue una primera toma de contacto, pero sí que valoró positivamente lo que ha hecho por Cantabria el Gobierno de España desde que está Pedro Sánchez. Más allá no comentamos.
Ha habido algún pequeño adelanto de por dónde irán las cuentas en lo relativo a Cantabria, como esa financiación pendiente de las obras del Hospital de Valdecilla, pero hay muchos temas que quedan por concretar como la llegada de la alta velocidad. ¿En qué punto están esos proyectos?
Para el Gobierno de España es muy importante, como no podría ser de otra manera, la financiación de las obras de Valdecilla. El Ejecutivo de Pedro Sánchez, en la legislatura pasada, transfirió los 22 millones de euros a los que se había comprometido, cosa que no pasaba con los sucesivos gobiernos del Partido Popular. Así va a seguir siendo. Es un paso muy importante y hace ver la trascendencia que desde el Estado se quiere dar a la comunidad. Y como eso, los estudios del tren a Bilbao o las inversiones de Fomento en carreteras o Cercanías, por ejemplo. Seguirá el buen curso que han llevado hasta ahora.
Mencionaba antes la problemática con los espigones de La Magdalena, cuya decisión final sobre la retirada o no depende del Ministerio para la Transición Ecológica que dirige la vicepresidenta Teresa Ribera. Su posición al respecto está clara y la ha expresado en esta misma entrevista, pero ¿maneja algún plazo?
Estamos trabajando en ello. No quiero concretar ningún plazo porque de momento estamos teniendo las primeras reuniones, comunicándonos, y no puedo dar una fecha.
También está pendiente en el mismo Ministerio la decisión final sobre la depuradora de Vuelta Ostrera, cuyo derribo sigue pendiente y se ha dilatado en el tiempo. ¿Hay más avances ahí?
No, la verdad. Sabemos que hay una sentencia firme de derribo de la actual depuradora y parece que la mejor ubicación es la Isla de Solvay, pero de momento no hay más avances.
¿Alguna prioridad que como delegada del Gobierno le gustaría impulsar?
Desde la Delegación del Gobierno quiero hacer uso de los recursos que tenemos aquí para impulsar la lucha contra la violencia de género. Es una labor fundamental, una lacra que tenemos como sociedad, y yo me voy a dedicar a darle visibilidad y a hacer todo lo posible con los recursos a nuestra disposición para contribuir desde aquí. Respecto a los Presupuestos Generales del Estado, todos los ministros y ministras saben lo que se necesita en Cantabria, son conscientes, porque son reivindicaciones que vienen haciéndose desde hace tiempo y están trabajando en ello.
En su primer día como delegada le tocó lidiar con una situación complicada como fue el anuncio de cierre de Sniace. ¿Cree que hay futuro para esa fábrica o hay que ir trabajando en otras alternativas para la comarca del Besaya, tan castigada por la crisis industrial y la falta de empleo?
Como dices, llegué con esta triste noticia, que es una pérdida muy importante para toda la comarca del Besaya. Es una empresa que todos sabemos que tiene un problema estructural muy importante. Echarle la culpa a la normativa de cogeneración, como han hecho, me parece que no es lo lógico. En mi reunión con el presidente Revilla, y posteriormente con el consejero de Industria, Francisco Martín, comentamos la necesidad de poner alguna medida en marcha para impulsar toda la comarca del Besaya y trabajar con todas las empresas que se puedan ver afectadas en un futuro próximo por los entornos económicos, tecnológicos y medioambientales cambiantes. Queremos trabajar con todas ellas y ver qué necesidades tienen para prever posibles problemas y evitar lo que ha pasado con Sniace.
También es un tema heredado, al que ha tenido que hacer frente a su llegada a Delegación del Gobierno, con nuevas medidas para reforzar la seguridad del Puerto de Santander, pero más allá de esa voluntad de encontrar una solución, ¿no cree que se está trasladando un debate sacado de contexto, con un cierto contenido xenófobo incluso, centrando el problema en los polizones y utilizando un lenguaje que puede generar alarmismo entre la población?
Bueno, tampoco he escuchado ese tipo de lenguaje…
El presidente de la Autoridad Portuaria, por ejemplo, habla de “los enemigos” o “los malos”, de la necesidad de un “recinto amurallado” que impida los “asaltos”…
Sí, eso es verdad. Lo dijo hace un tiempo, pero creo que ahora todas las administraciones estamos trabajando a la par y debemos de ser conscientes de que los problemas que tiene el Puerto no son solo problemas de inseguridad como algunos han querido vender. Cada uno tiene que hacer sus deberes y no podemos olvidar que las empresas actúan por motivos económicos. Vamos a poner cada uno nuestro granito de arena, vamos a trabajar conjuntamente, que eso es muy positivo para Cantabria, ya que el Puerto es un activo muy importante para nuestro tejido económico.
Sus dos antecesores han tenido perfiles y formas de proceder muy distintas. Eduardo Echevarría era una persona veterana, con una larga trayectoria política y un perfil más gestor y menos mediático, mientras que Pablo Zuloaga pasó por aquí cuando daba sus primeros pasos en primera línea política, como secretario general del PSOE de Cantabria y posteriormente candidato en las elecciones autonómicas. ¿A quién le gustaría parecerse más?
A mí no me gusta compararme con nadie. Cada uno tenemos una forma de ser, de trabajar y de actuar. Mis dos antecesores han hecho un trabajo estupendo aquí, tanto Pablo como Eduardo. Yo sé que lo que me voy a dedicar es a trabajar y a hacer las cosas lo mejor que pueda.
Sin embargo, es joven, con una larga trayectoria política por delante si es lo que quiere, y ha entrado en muchas quinielas para futuras candidaturas electorales tras su nombramiento. ¿Cree que la Delegación puede servir de trampolín como se insinúa?
[Ríe] No se me pasa por la cabeza ahora mismo. Estamos empezando una legislatura, me han dado esta oportunidad, que supone además una enorme responsabilidad, y a lo que quiero dedicar todo mi trabajo y esfuerzo es a hacerlo bien para no defraudar a las personas que han confiado en mí, a mis compañeros y a todos los ciudadanos. No estoy pensando en ningún momento en futuras elecciones. Además, mi partido es muy democrático, todo se decide por primarias, y los militantes siempre tendrán la última palabra y decidirán con su voto.
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