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“Las fuerzas de izquierda deberían formar una candidatura común”

El líder sindical José María Gruber.

Rubén Vivar

Miembro fundador en 1976 del Sindicato Unitario, líder de la Agrupación Electoral de Trabajadores por Cantabria en las elecciones de 1977 y concejal por el Bloque Asambleario de Torrelavega en 1987, José María Gruber se muestra como una de las voces autorizadas para opinar sobre la situación política de la capital del Besaya. El histórico líder sindical, que se muestra tranquilo, sin la necesidad de que sus palabras tengan que contentar a nadie, explica los motivos por los que no fructificó su intento por aglutinar a los partidos de izquierdas de Torrelavega en una candidatura común, aunque cree que ello todavía es posible. En su opinión, cada vez está más cerca la gran coalición, un pacto de gobierno entre PP y PSOE.

¿Fue más duro combatir la dictadura o resistir la crisis?

En aquel momento sabíamos muy claro contra quién luchábamos. Ahora es distinto. Han sido las leyes las que han ido recortando derechos, cerrando caminos, acorralando a los ciudadanos... La ley ha ido creando una conciencia en la gente, y llega un momento en el que no sabes contra quién estás luchando, si contra el empresario, contra los políticos que hacen la ley, contra el juez que la interpreta... Lla lucha ahora es más compleja.

¿Qué diferencias y qué similitudes ve con los movimientos que surgieron entonces y los que están surgiendo ahora?

En aquel momento casi se resumía todo en la proclama de la libertad y era más fácil que los movimientos nos encontrásemos. Era más sencillo sumar fuerzas y dejar de lado las diferencias o los matices que podía haber en cada organización. En la actualidad, es mucho más complejo; el enemigo está mucho más diversificado, y poder centrar los tiros en un objetivo común está resultando más difícil.

¿Hay tantas diferencias entre la izquierda para que haya tantos partidos y para que no se puedan aglutinar en una candidatura única en un momento como el actual?

El PSOE, por la política que ha llevado durante los años que ha estado gobernando, incluso en los mejores de Felipe González, poco a poco fue dejando de ser de izquierdas. El intentar una confluencia con el PSOE, por mi parte está descartado. Más a la izquierda del PSOE, los acontecimientos han sido muy rápidos, y el fenómeno Podemos está afectando a todo el resto de la izquierda. En Izquierda Unida cada vez hay más datos que apuntan que tienen un problema incluso de supervivencia. Esto produce que el que está en retroceso se aferre para seguir justificando su existencia y es más reacio a renunciar. Por el contrario, los que están en auge son los que se permiten poner condiciones.

Personalmente, comparto la filosofía de Podemos en que lo interesante es conseguir la unidad con la gente y no con las siglas. Pero esa es una cantinela que se está repitiendo y que, sin embargo, no vemos que en realidad estén dedicando esfuerzos a unirse a la base.

En el caso concreto de Torrelavega, lideró un intento de confluencia que se desvaneció pronto.

Cuando ACPT vio que Podemos no se iba a presentar como tal a las municipales respiró; IU, como en los últimos tiempos se ha quedado a las puertas de conseguir representación, manifestó que se apuntaba, pero tampoco con convencimiento como para tirar del carro, algo parecido a lo que le pasa a Equo y los antitaurinos.

Para ACPT el gran enemigo podría ser Podemos, el que les borrase del mapa. Para mí están equivocadamente tranquilos. El intento fracasó y quien dio el primer paso para romperlo fue ACPT, posiblemente por la no presentación de Podemos con sus siglas. A partir de ahí, Equo se retiró e IU dijo que estaba dispuesto pero tampoco han movido ficha. Yo manifesté que si no iba a haber una confluencia de todas las fuerzas, no iba a apoyar a un partido que compitiera con ACPT. Y Podemos, aquí en Torrelavega, como está pasando en otras partes de Cantabria, está teniendo en los círculos bastante división interna.

¿Todavía hay tiempo?

Todo va cambiando muy rápido y yo no tiro la toalla. Hay que presionar a las distintas fuerzas. Creo que todavía hay tiempo para intentarlo. Las encuestas deberían intranquilizar a ACPT. Como al final, por lo que veo todo es electoralismo, empezarán a hacer cálculos. El sondeo publicado por El Diario Montañés les da en total a estos partidos cinco concejales, pero si van unidos seguro que el efecto es mayor que la suma por separado. A lo mejor no para gobernar, pero sí para tener un peso importante.

Yo di el paso porque no pertenecía a ningún grupo y me consideraba neutral. Si ahora cualquiera da el paso, los demás creo que se pensarán dos veces el rechazarlo.

¿Está dispuesto a intentarlo de nuevo?

No, no. Después de esa experiencia no tendría sentido.

¿Está decepcionado?

Por supuesto que sí. Tampoco quiero hacer una crítica muy directa sobre la postura de estas organizaciones porque bastante descorazonador está la situación como para que encima echemos leña al fuego.

¿Qué es lo que ha impedido esa confluencia?

Fundamentalmente quien dio el paso fue ACPT. Por un lado, estaban tranquilos conservando lo que tenían y, por otro, había miembros que me confesaron que dudaban estar preparados para tener más representación. Les falta ambición y no son capaces de ver que esta oportunidad es importante, quizá no sea la última pero es muy importante. Les falta ambición de aprovechar esta ocasión para dar el salto.

Decía que antes había un único enemigo que hacía las cosas más fáciles. También ahora podría haber un interés común, que podría ser el rescatar a las personas que se han visto devoradas por la crisis económica.

Todas estas fuerzas de las que estoy hablando por supuesto que no son de la casta pero, para mí, se están comportando como la izquierda tradicional. Incluso Podemos, por sus restricciones para que no se les infiltre gente, está dando bastantes pasos que se parecen a lo que han hecho otros partidos durante mucho tiempo. A mi juicio, la clave está en abrirse y conseguir que los ciudadanos participen en todo, en las decisiones importantes, en la candidatura, en el programa... Y mucho me temo que a ACPT no le veo en esa disposición, IU tampoco y Podemos, con la debilidad que tiene por la división interna en Torrelavega, no sé si van a ser capaces.

Tanta división en la izquierda que al PP, después de una legislatura tan controvertida, le siguen dando como el partido más votado.

Hasta en Podemos, que parecía que al ser un movimiento en auge iba a ser más fácil ir todos juntos, ya han surgido diferencias. Aquí en Torrelavega hay dos círculos claramente diferenciados.

Mientras, el PSOE sigue llegando a acuerdos con el PP en cuestiones tan importantes como la jurisdicción militar, como hemos visto ahora. También han consensuado la reforma del Código Penal y la cadena perpetua encubierta. Para mí, lo que más me está preocupando es que el PSOE y el PP lleguen a un acuerdo.

¿Lo ve factible?

Sí, sí. Cada vez lo veo más factible, lo cual sería gravísimo.

¿Era necesaria la moción de censura en Torrelavega?

En algunos aspectos sí aunque fue un poco osada. No midieron los mimbres con los que se iban a encontrar para poder gobernar hasta el final de la legislatura.

El PP se caracterizaba porque votaba una cosa en Torrelavega y otra en Santander. Eso no podía mantenerse por mucho tiempo. Se ha echado la culpa a los trabajadores de Sniace, que sí influyeron... Pudieron hacerlo, pero los que dieron el paso para presentar la moción no calcularon lo que se iban a encontrar. Al parecer, la caja estaba vacía y sin posibilidad de hacer algo que justificase el cambio de Gobierno. Hacer declaraciones a favor de los trabajadores de Sniace es algo que la gente da por supuesto pero la política del día a día, tal como estaba la economía local y con las cortapisas legales de ahora para poder invertir... No valoraron suficientemente las consecuencias de la moción. Creo que estaba justificada pero al mismo tiempo se corría un riesgo de que quedase en nada.

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