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“La obligación de Podemos es ganar las elecciones al Partido Popular”

El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique. |

Laro García

El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, ha sido el encargado de dar a conocer este martes los resultados de las primarias de la formación morada en Cantabria. A su juicio, la victoria del economista Julio Revuelta, que será el nuevo secretario general en la comunidad autónoma, lanza un mensaje de unidad “muy positivo” después de un periodo convulso, en el que los enfrentamientos internos han sido la tónica general. Además, cree que la nueva dirección podrá “abrir una etapa en la que pasemos de la confrontación a la cooperación” y “dejar atrás pequeñas diferencias para ponerse a trabajar en un proyecto común”. El objetivo, según Echenique, está claro: “La obligación de Podemos es ganar las elecciones al Partido Popular”.

¿Qué valoración hace de los resultados de las primarias de Podemos en Cantabria y del desarrollo de este proceso de elección interno?

La Ejecutiva estatal de Podemos tomó la decisión de celebrar las primarias cántabras en periodo preelectoral, con los riesgos que eso conlleva, a petición de la gente de Cantabria. Entendíamos que había la posibilidad de que se presentase una candidatura de unidad y de integración. Creo que podemos estar contentos con el resultado. Se ha confirmado que era una buena decisión el llevar a cabo estas elecciones en una época complicada como es esta y se ha confirmado mediante la victoria democrática de una candidatura que efectivamente coagula a todos los sectores de Podemos en Cantabria. Yo creo que es un mensaje muy positivo, que tiene que ver con que la gente en Cantabria ha decidido dejar atrás pequeñas diferencias y ponerse a trabajar todos en un proyecto común. Desde mi punto de vista, eso augura un futuro muy positivo para la organización en Cantabria. En los últimos años, en Podemos nos hemos dejado arrastrar por esa competición interna electoral y democrática, sí, pero competición, al fin y al cabo. Tenemos que abrir una etapa en la que pasemos de la confrontación a la cooperación. Lo que ha ocurrido en Podemos Cantabria tiene que ver con eso y estamos de enhorabuena.

¿Este proceso va a servir para cerrar las heridas en una organización que ha vivido casi desde su nacimiento rodeada de conflictos?

Confío en que sí. He tenido la oportunidad de charlar con el nuevo secretario general, con Julio Revuelta, y sé perfectamente que es una persona muy conciliadora y no es casualidad que haya logrado poner de acuerdo a tanta gente distinta para configurar el nuevo Consejo Ciudadano. Creo que de ahora en adelante se irá instalando una dinámica de cooperación y de trabajo. Lo que ha ocurrido es un paso importante en la dirección correcta. Mucha gente mirará a Cantabria desde otros territorios, porque este tipo de acuerdos amplios simplifican mucho el trabajo. Lo que hemos visto es que, después de los procesos democráticos, no siempre es fácil integrar a los equipos que han competido. Hacerlo antes y haber logrado esta candidatura de unidad es una muy buena noticia que pone la vista en el futuro.

En este caso, el proceso de primarias ha pasado desapercibido para la opinión pública. ¿Existe un riesgo de desmovilización en el partido si se pierde ese poder de atracción mediática?

Yo creo que a los militantes de Podemos, con sentido común y toda la lógica del mundo, les interesa más el afuera que el adentro. Eso es perfectamente entendible. Es a lo que viene Podemos, a cambiar la sociedad. Esa atención permanente a lo que ocurre en casa, por fortuna, no es generalizada en Podemos. Lo hemos visto con estas elecciones. La participación es más baja cuando toca elegir órganos internos que cuando toca votar sobre acuerdos de Gobierno entre Pedro Sánchez y Albert Rivera o cuando toca votar sobre el pacto de Podemos con Izquierda Unida, Equo y otras formaciones para acudir juntos a las elecciones del 26 de junio. Esa visión hacia afuera es muy buena, es muy útil, e implica un diferencial en la participación si comparamos los procesos internos con preguntas que tienen que ver con lo externo. Además, en estas primarias se da una candidatura de integración. Las ventajas están claras: una dinámica de trabajo, una cooperación, una simplificación del espacio interno. La desventaja, entre comillas, es que la participación es un poco más baja.

¿No considera un fracaso que la participación no se acerque siquiera al 50% de los inscritos?

Parece natural. Cuando no hay tanta competencia electoral, el proceso resulta menos atractivo, menos publicitado, y la gente vota menos. En estas condiciones, que haya participado cerca de un 30% de aquellas personas que llamamos 'inscritos activos' no está mal.

En cuanto al proceso de confluencia en Cantabria, ¿cómo se va a configurar la candidatura para que sea compatible el liderazgo de Rosana Alonso con el acuerdo con Izquierda Unida y Equo?

En Cantabria no se han negociado puestos de salida. Es verdad que hay que conformar las papeletas en toda su extensión, también por la parte baja, y que eso es un buen mecanismo para colaborar con las organizaciones con las que hemos alcanzado un acuerdo. Esa parte la estamos llevando a cabo con una consulta permanente a los territorios. Por lo tanto, los detalles de cómo puede estructurarse corresponden mucho más a la recientemente electa dirección de Podemos Cantabria que a nosotros. Yo, para ofrecerle a Izquierda Unida o Equo posibles lugares de integración en las papeletas de Cantabria, voy a hablar previamente con Julio y con su Ejecutiva, para que ellos, que están sobre el terreno y conocen la realidad cántabra infinitamente mejor de lo que la podemos conocer desde Madrid o Zaragoza, nos digan cómo lo ven y cómo se puede hacer. Esto lo tenemos que definir en los seis días que quedan con conversaciones a nivel autonómico. Viendo lo que estoy viendo en todo el estado, no creo que sea nada problemático.

¿Cómo está siendo ese proceso de integración una vez superados los grandes escollos en la negociación?

Lo que nos podemos encontrar ahora son pequeños problemas que, en conversación permanente con el secretario de Organización de Izquierda Unida, vamos solventando. La dinámica general es de cooperación fluida para ponernos en marcha para la campaña. Es lo lógico cuando uno lo mira desde fuera. A lo mejor, la gente que estamos en el día a día, sentados, buscando acuerdos, centrados en los detalles, perdemos de perspectiva el bosque. Los que no están en ese día a día lo ven perfectamente. A mí me sorprendió el 98% de apoyo que tuvo este acuerdo en las 145.000 personas de Podemos que votaron en toda España. Eso habla de una enorme ilusión y de mucha alegría porque se haya podido llegar a este acuerdo, de que la inmensa mayoría de la gente estaba esperando el acuerdo entre Podemos e IU. Esto facilita muchísimo que podamos hacerlo más fácilmente. Esa visión desde fuera es más certera y hace que los problemas se acaben solucionando en cuestión de horas.

La suma de Podemos e Izquierda Unida se quedó el 20D en Cantabria a poco más de 600 votos del PSOE. ¿Convertirse en la segunda fuerza sería un éxito o las aspiraciones son mayores?

Nosotros aspiramos a superar al Partido Popular en España y también en Cantabria. Es verdad que faltan, si mis cálculos no me fallan, unos 35.000 votos para que la suma de Izquierda Unida y Podemos supere al Partido Popular, pero es que yo creo que el acuerdo al que hemos llegado va más allá de la suma. Mucha gente que no entendía que dos formaciones políticas que comparten objetivos no se pusieran de acuerdo para ir juntas a unas elecciones y que se quedó en casa el 20 de diciembre, ahora lo va a tener clarísimo y va a ir a votar el 26 de junio. No renunciamos a nada. Si uno suma en todo el estado el millón de votos de Izquierda Unida-Unidad Popular y los cinco millones de Podemos, nos situamos en los seis millones, claramente por delante del PSOE y a un millón de votos de alcanzar al PP. Creemos que puede ser una campaña de ilusión, diferente, que sirva de revulsivo para recorrer ese millón de votos que nos faltan para superar al PP y esos 35.000 votos que faltan en Cantabria para ser primera fuerza política.

En el tiempo que lleva como secretario de Organización han pasado muchas cosas en Podemos. ¿Cómo está siendo el aterrizaje en este nuevo puesto de responsabilidad?

Me atrevería a decir que las cosas están yendo mejor incluso de lo que yo esperaba. Hemos hecho dos consultas ciudadanas que han batido récords. No esperábamos un éxito de ese tamaño y creo que hay que estar orgullosos de ello. Además, creo que el acuerdo entre Podemos, Izquierda Unida, Equo y otras fuerzas en todo el estado es otro resultado que nos tiene que hacer estar contentos. Yo estoy muy satisfecho con el trabajo que hemos hecho hasta ahora y solo tengo una espinita clavada, y es esta repetición de elecciones a la que no queríamos ir. Un pacto irrompible entre Albert Rivera y Pedro Sánchez nos ha traído aquí y nos obliga a seguir corriendo un tiempo más, lo que nos hace un poco más difícil dedicarnos a mejorar el enganche entre los círculos y los cargos electos, por ejemplo. No podemos dedicarnos a esa parte organizativa por estos tiempos frenéticos que hemos vivido hasta ahora. Espero sacarme esa espinita pronto, pero la obligación de Podemos es ganar las elecciones al Partido Popular. Durante el próximo mes nos dedicaremos fundamentalmente a eso.

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