Los cántabros reciclaron un 9,5% más de envases ligeros en 2020 a pesar de la pandemia
Los cántabros incrementaron de nuevo sus tasas de reciclaje en 2020, a pesar de la pandemia, depositando cada ciudadano un 9,5 por ciento más de envases domésticos de plástico, metálicos y briks y un 0,6 por ciento más de papel y cartón que en 2019.
Así lo ha dado a conocer en rueda de prensa el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente de Cantabria, Guillermo Blanco, acompañado por la consejera de Educación y Formación Profesional, Marina Lombó; el gerente de Ecoembes en Cantabria, Fernando Blázquez, y el director de MARE, José María Díaz, con motivo del Día Mundial del Reciclaje que se celebra este lunes.
En concreto, durante el año pasado cada cántabro separó para su posterior reciclaje 12,9 kilogramos de envases ligeros en los 3.359 contenedores amarillos que tiene a su disposición, lo que supone un 38 por ciento más desde el año 2016.
Asimismo, en 2020 los ciudadanos separaron 19 kilogramos de envases de papel y cartón en el contenedor azul, que se ha incrementado un 12 por ciento en los últimos cinco años.
En cuanto al vidrio, los cántabros depositaron el año pasado más de 100.000 envases en los 3.838 contenedores verdes que hay repartidos en la región, unos 65 envases por persona, que equivalen a 19,1 kilogramos por habitante, frente a la media nacional que se sitúa en el 17,8.
De este modo, se recogieron en la comunidad un total de 11.139 toneladas de residuos de envases de vidrio, con los que se consiguieron evitar la emisión de 9.066 toneladas de CO2, evitar la extracción de 18.757 toneladas de materias primas de la naturaleza y ahorrar 11.164 MWh de energía.
Con estos datos, la sociedad cántabra sigue incrementando sus tasas de reciclaje respecto a años anteriores, utilizando para ello los más de 9.700 contenedores a su disposición así como la red de puntos limpios.
Respecto a la red de puntos limpios, a pesar del cierre de las instalaciones durante parte del año como consecuencia de la pandemia, en 2020 se registraron 291.439 usuarios -un 1 por ciento más que el año anterior- que depositaron 57.293 toneladas de residuos, siendo reciclados o valorizados el 71 por ciento de los mismos.
Así, en los últimos cinco años se ha incrementado un 30 por ciento los usuarios y un 25 por ciento las toneladas de residuos voluminosos o peligrosos depositados en las 35 instalaciones actuales, que añadirá próximamente una nueva en Santa Cruz de Bezana.
El consejero ha subrayado que a pesar de la COVID-19, el reciclaje volvió consolidarse en 2020 una vez más entre los cántabros. “Lo hacemos cada vez más y mejor”, ha valorado.
Asimismo ha destacado la importancia de reciclar para contribuir al cuidado del medioambiente y la lucha contra el cambio climático, en el que, a su juicio, todos los ciudadanos juegan “un papel fundamental”.
Cuadernos didácticos
Para fomentar las buenas prácticas, la Consejería que dirige Blanco, en colaboración con la de Educación y Formación Profesional y la empresa pública MARE, ha editado unos cuadernos didácticos que repartirá en las aulas el próximo curso escolar.
Se trata de dos cuadernos didácticos, uno dirigido a niños de 6 a 9 años y otro para más de 10, con los que se trabajará en las aulas y servirán de material de apoyo a las visitas que realizan los centros escolares a las instalaciones de MARE.
Según Lombó, la educación ambiental en las aulas es “fundamental” para sensibilizar a los ciudadanos de la importancia del cuidado del medioambiente y del impacto que tiene cada gesto diario.
Según ha explicado, esta edición tiene el objetivo de formar sobre el ciclo del reciclaje de una forma “más amena y visual”, a través también de juegos y con un manual para el profesorado.
Finalmente, Blázquez ha destacado que a pesar de que 2020 fue un año “difícil” por la pandemia el reciclaje doméstico no ha dejado de crecer y está consolidado en la comunidad.
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