Grupos ecologistas denuncian la “avalancha” de proyectos eólicos que apuntan a una “nueva burbuja”

La Plataforma Cántabros por la Ordenación Racional de la Energía Eólica (CORE) no ha escatimado en adjetivos para definir la “avalancha” de proyectos eólicos que se han comenzado a tramitar en la comunidad autónoma en los últimos meses. Como si el tiempo hubiera retrocedido una década, los colectivos ecologistas que integran esta organización han salido en tromba otra vez para dar la voz de alarma sobre lo que consideran una “nueva burbuja” que puede convertirse en “un desastre de dimensiones históricas”.

Esta plataforma ha denunciado ante la opinión pública que son hasta 39 los parques que se han proyectado a lo largo y ancho de Cantabria, desde Campoo hasta Castro Urdiales, por lo que pide al Gobierno de Cantabria “responsabilidad” y “planificación” para evitar un “disparate” como el que consideran que está previsto en El Escudo, donde se ha anunciado la puesta en marcha de una instalación de 10 kilómetros de largo y con molinos de 150 metros de alto, que equivalen a edificios de 52 plantas.

Según sus cálculos, la ejecución de un parque eólico de estas características precisaría de pistas de entre 18 y 25 metros de anchura por las cumbres, con desmontes de hasta 25 metros y superficies asfaltadas, es decir, “un auténtico polígono industrial lineal a lo largo de decenas de kilómetros por todos los cordales y todas las sierras de la Cordillera Cantábrica”.

Así lo han explicado este martes en rueda de prensa tanto Carlos García como Felipe González, portavoces de CORE y representantes de las asociaciones Arca y SEO/Birdlife respectivamente, que han enmarcado la “avalancha desproporcionada” de proyectos en el “negocio” de las eléctricas, que “han visto un nicho de mercado muy grande” tras la aprobación de ayudas por parte del Gobierno de España para el fomento de las energías renovables, dando lugar a una nueva “burbuja eólica” como la que hicieron frente hace aproximadamente una década.

Por eso, han recordado cómo el Supremo confirmó la anulación del plan eólico de Cantabria que previamente había sido tumbado por una sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) en octubre de 2012 al estimar un recurso de la asociación ecologista ARCA por omitir “la evaluación ambiental exigida para los planes y programas con efectos significativos sobre el medio ambiente”.

Ante esto, el colectivo conservacionista ha pedido reiteradamente al Gobierno PRC-PSOE que tenga “cautela” en el desarrollo de esta energía renovable y que, a su juicio, debería hacerse en el marco del Plan Regional de Ordenación del Territorio (PROT), que continúa en tramitación desde la pasada legislatura y que contemplaba una potencia de 700 megavatios en siete zonas.

En su comparecencia ante los medios han pedido al bipartito que se anticipe a la “masiva” propuesta de parques eólicos en la Comunidad, algunos en zonas excluidas en el PROT, en un territorio en el que, al ser montañoso, los molinos no pueden ser “gigantescos” y su implantación ha de ser “modesta”. De hecho, desde CORE han insistido en que se debe de evitar que los parques se instalen “en cualquier parte”, pues los proyectos presentados suponen una “amenaza” para la ordenación del territorio y para el paisaje de Cantabria.

Emergencia climática

Respecto a la reciente decisión del Gobierno de Cantabria de declarar la emergencia climática en la comunidad, estos grupos ecologistas se han mostrado de acuerdo con la medida, pero han hecho hincapié en que es necesario ir más allá de la mera declaración pública y poner coto a actividades que pongan en riesgo la biodiversidad del territorio y sus paisajes “más identitarios”. “No es un conflicto de molinos sí o molinos no, sino de dónde se ponen”, han recalcado.

De esta forma, los portavoces de la plataforma han admitido que les “asusta” las “prisas” derivadas de la lucha contra el calentamiento global y han considerado al respecto que el Gobierno cántabro debe tener una visión “a largo plazo” y valorar también que hay un “abanico de posibilidades” para combatir el cambio climático, como la autoproducción y ahorro energético o la reducción de emisiones. “Destruir la vida para salvar la vida es un contrasentido”, han zanjado.

En este sentido, el portavoz de ARCA se ha referido a modo de ejemplo al parque proyectado en El Escudo que, de llevarse a cabo, supondría además de “un autentico desastre de dimensiones históricas desde el punto de vista territorial”, una “barrera” para la migración de las aves desde las marismas de Santoña hacia el pantano del Ebro, como ha agregado el representante de SEO/Birdlife, que también ha advertido del previsto en la sierra de Híjar, que se desarrollaría en territorio de oso pardo.

Tanto Sánchez como González han insistido al Gobierno cántabro -del que depende la tramitación de parte de los proyectos, en función de la potencia de los mismos, mientras que otros corresponden al Estado- en la necesidad de “zonificar”, es decir, determinar en qué partes de la comunidad se pueden implantar parques eólicos y en cuáles no. Al respecto, han preguntado al bipartito por el Plan Regional de Ordenación del Territorio, si va a continuar con el documento iniciado -que contemplaba 700 megavatios de potencia eólica en siete zonas de Cantabria- o va a hacer uno nuevo.

A juicio de CORE, el PROT que se está tramitando es “muy bueno” y, en cualquier caso, piden a la administración que haya planificación para no estar “desamparados” ante “avalanchas” como la eólica y “otras que puedan venir”, ya que estas herramientas son “una forma de ahorrar conflictos” como los derribos que afectan a cerca de un centenar de viviendas en Cantabria.