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Una granja porcina pionera en bienestar animal y sostenibilidad

El director de Greenpork, Julián Loriente

Las Noticias de Cuenca

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La empresa taranconera Greenpork, dedicada a la producción porcina, pretende poner en marcha este mismo mes una granja de 3.700 madres en Belinchón, una vez concluyan los trabajos de construcción, que se están ultimando en la actualidad, con el objeto de que el 20 de junio lleguen las primeras madres y comience a funcionar.

Unas instalaciones que han visitado esta semana medio centenar de ganaderos de porcino de la provincia de Cuenca y del resto de Castilla-La Mancha, así como de otros puntos del país, como Ávila, Segovia, Valencia o Galicia, y han podido comprobar la apuesta de esta empresa por el bienestar animal, las últimas tecnologías y el respeto medioambiental. 

Y es que, tal y como ha explicado el director de Greenpork, Julián Loriente, se trata de una granja en la que las cerdas cuentan con un 33 % más de espacio que en unas instalaciones estándar y están libres en todo el proceso, además de contar con una planta de tratamiento de purines que permitirá su reutilización, un anillo verde de 20 hectáreas alrededor de la granja con plantaciones de olivar, almendro y paulwonia, el sellado total de la granja para evitar filtraciones en el terreno y el autoabastecimiento energético con la instalación de placas fotovoltaicas en las cubiertas de las naves. Cuestiones que, en palabras de Loriente, convierten a esta granja en la primera de sus caracteristicas en Europa. 

Un proyecto más amplio

Una granja de madres que constituye la primera fase de un proyecto empresarial mucho más amplio, que contempla en un periodo de cuatro años la puesta en marcha en el término de Tarancón de unas instalaciones de transición de lechones o cebadero para 15.000 lechones, cuyas obras se centran ahora en la explanación de terrenos, y otra de engorde para 6.000 cerdos, a ubicar en el término de Belinchón.

Todo ello conllevará una inversión global de 20 millones de euros y la generación de unos 160 puestos de trabajo, de los que 38 son directos, lo que, en opinión de la empresa, permitirá la dinamización económica del municipio de Belinchón y de otros de la comarca. Sirva de ejemplo, tal y como ha remarcado su director, el hecho de que en la construcción de esta granja de madres hayan intervenido una media de un centenar de trabajadores al día, con picos de máxima actividad de hasta 200 personas.

No en vano, según subrayan, ya han participado y lo seguirán haciendo en las siguientes instalaciones proveedores y empresas de la zona, sin olvidar que la inversión también ha repercutido directamente en la comarca.

Esta explotación ganadera, que acogerá a un total de 3.700 madres con sus lechones, está ubicada en el paraje conocido como ‘El Ardal’, dentro del término municipal de Belinchón, a 4 kilómetros del casco urbano, al igual que del de Tarancón; “el doble de lo que determina la normativa vigente en Castilla-La Mancha”, según se recalca desde la empresa taranconera.

Las instalaciones

Integrada con la empresa ICPOR, esta granja de madres se ha implantado en una finca de 12 hectáreas de superficie, en la que se han construido más de 26.000 metros cuadrados; eso, sin contar con las zonas ajardinadas, la balsa de purines y la planta de tratamiento de residuos.

El proyecto, a punto de concluir, incluye también naves de cuarentena, cubrición, gestación y maternidad, a las que se suma una zona social destinada a oficinas, vestuarios, almacén de cuarentena y lavandería, dotadas con las máximas medidas de control en un intento de preservar la bioseguridad en el interior de estas instalaciones punteras. 

Bienestar animal

 Greenpork nace con la premisa de que todas sus instalaciones porcinas alcancen los máximos estándares en bienestar animal, tecnología punta y compromiso con el medio ambiente y con el entorno natural de la zona, adelantándose en muchas de sus implementaciones a la normativa europea y estatal, tal y como destacan desde la empresa. 

Por lo que respecta al bienestar animal, esta granja de madres cuenta en la zona de gestación con el sistema de parques libres, lo que les permite a las cerdas vivir en libertad sus cuatros meses de gestación.

La maternidad, adelantándose a la obligatoriedad de la normativa, cuenta ya con corralinas de dimensiones 2,80 x 2,60 metros, con jaula abatible, que deja a la cerda libre con sus crías durante las cuatro semanas de lactación.

Tecnología punta

La tecnología punta con la que se ha construido esta granja permite dar la alimentación de las cerdas de modo mecanizado en toda la explotación, adaptando su nutrición a cada fase del proceso, además de controlar el contenido de proteínas con el objetivo de prevenir concentraciones significativas de nitrógeno total en el purín.

A nivel energético, la granja será autosuficiente gracias a la instalación de paneles solares en la cubierta de las naves y el montaje de lucernarios que dotan a las naves de luz natural. Todo ello, sin olvidar, además, que todos los equipos instalados son de bajo consumo.

Apostando por la bioseguridad de los animales, las instalaciones también cuentan con doble vallado perimetral, arco sanitario de desinfección de vehículos y almacén dotado de rayos ultravioleta con los que se controlarán todos los productos que entren en granja, con una cuarentena previa de una hora en el almacén de recepción.

Economía circular

Greenpork remarca su apuesta por un modelo de granja basada en la economía circular, donde se contempla principalmente la reducción de la contaminación procedente de los purines y el aprovechamiento máximo de los recursos hídricos.

En este sentido, esta empresa aporta como gran novedad en sus instalaciones una planta de tratamiento de purines. El proceso separa el sólido del liquido, y este último, mediante un sistema de electrocoagulación y electro-oxidación reduce hasta el 100% el nitrógeno, el fósforo y el potasio, con lo que conseguimos convertirlo en agua para riego. Este agua la destinaremos al riego de un anillo verde de plantación leñosa (olivar, almendros y paulownias), con lo que fijaremos una cantidad importante de CO2. La fracción sólida irá destinada como materia orgánica a abonos y fertilizantes, donde se requiere al menos un 40%, según la Agenda 2030.

Por último, para el ahorro de recursos hídricos el tratamiento del agua de la granja se hará a través de un sistema de osmosis que permitirá conseguir agua potable para los animales y el agua de rechazo de tratamiento se empleará en las tareas de limpieza de las instalaciones.

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