Vicente Cutanda, “pionero” de la pintura social al que Toledo homenajea: “El arte debe defender la verdad y la realidad”

Se cumplen cien años de la muerte de Vicente Cutanda y Toraya (Madrid, 1850-Toledo, 1925). Pintor y uno de los fundadores de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, fue además director de la Escuela de Artes y Oficios y dejó un buen número de obras suyas repartidas por diferentes instituciones.

Aunque madrileño de nacimiento, casi la totalidad de su trayectoria profesional y familiar la desarrolló en Toledo, la ciudad que le rinde ahora homenaje con una exposición en el Museo de Santa Cruz.

La muestra, con cerca de una treintena de obras, pretende resumir las diferentes temáticas que abordó a lo largo de su producción pictórica, sobre todo el género social. “Él vivió de primera mano los conflictos sociales de la época y es un tema que no fue abordado por otros pintores de la época más centrados en el paisaje o el costumbrismo”, relata Luis Miguel García-Bermejo, secretario de la Asociación 'Museo de Santa Cruz, ¡Vivo!', que se encuentra entre los organizadores de la muestra. “Fue pionero en la pintura social”, añade el director del museo Antonio F. Dávila.

Vicente Cutanda era hijo del botánico Vicente Cutanda y su obra se convirtió en un referente del realismo social vasco del siglo XIX, especialmente por sus escenas de los Altos Hornos de Vizcaya. Es el eje de su obra más célebre, Una huelga de obreros en Vizcaya (1892), que fue adquirida por el Museo del Prado, tras décadas de abandono hasta su recuperación en 2001. Una gran exposición le rindió homenaje en aquella pinacoteca en 2024.

Lápiz, plumilla, acuarela, óleo... Desde el academicismo de los primeros momentos pasó a las corrientes modernistas de principios del siglo XX. De las pinturas históricas, a los géneros religioso o social, pero también brilló con sus ilustraciones para la prensa de la época y eso consolidó su presencia en el imaginario visual del periodo industrial español.

Tras abandonar arquitectura para dedicarse a la pintura, se relacionó con artistas como Sorolla y Fortuny y obtuvo en 1884 una plaza de profesor en Toledo, ciudad que conoció en 1014, en la que se estableció y donde murió en 1925.

“El arte debe dar mensajes y Cutanda dio muchos en su obra”

Su trayectoria la recuerda su tataranieto, José María San Román Cutanda, que presume de que “puso a Toledo en el mapa internacional” y cree que la exposición “salda una deuda”, aunque reivindica una calle de la ciudad para su antepasado. “Vivió en la calle Santa Úrsula en el cruce con Santa Isabel, ahí lo dejo”, comenta dirigiéndose al ayuntamiento.

Del artista destaca su “particular estilo”, no exento de polémica por ser “distinto” y vinculado siempre a la pintura social. “Es la defensa que debe hacer el arte de la verdad y también de la realidad. No son solo figuras bellas o paisajes, debe dar mensajes y Cutanda dio muchos a través de su obra”. Y, sin embargo, aclara, “contra lo que se haya podido decir o publicar no fue un político. No tuvo inspiraciones políticas, sino personales. A veces religiosas”.

La exposición nos habla también de su estancia en Toledo. Por eso, comenta la académica Rosalina Aguado –nieta de otro grande el pintor Matías Moreno– “merecía el homenaje de la ciudad”. La Escuela de Artes de Toledo, que dirigió el propio pintor, es una de las instituciones prestadoras para esta muestra. Allí se conserva desde su partida de nacimiento, pasando por su expediente o su hoja de servicios en distintas escuelas de arte en las que estuvo, como las de Logroño o Ávila. “Mi hermana y yo también prestamos un diploma de la escuela que firmó”.

De Vicente Cutanda hay obras en varios conventos de Toledo, en la catedral o en la ermita de la Virgen del Valle. Muchas están en manos de particulares y algunos, como Pablo Sanguino, artista, docente y coleccionista también ha prestado algunas. “Soy anticuario y he procurado siempre hacerme con algunas y además conservarlas”.

La viceconsejera de Cultura y Deportes Carmen Teresa Olmedo cree que la muestra “es un homenaje justo y comprometido con uno de los grandes creadores de la capital regional”.

Un homenaje póstumo al historiador Francisco García Martín

La exposición, que ha sido posible gracias a la colaboración de instituciones y prestadores particulares, fue ideada por el historiador Francisco García Martín, fallecido en agosto de este año 2025. La Asociación 'Museo de Santa Cruz, ¡Vivo!' ha lamentado que no haya podido verla inaugurada.

Luis Miguel García-Bermejo, secretario de la asociación recuerda toda la labor de 'Paco' García Martín para lograr que la exposición se llevase a cabo. “Era una persona espectacular que lo daba todo. Esta exposición es también un homenaje para él”. Ver culminada la iniciativa no fue fácil, recuerda, por varias razones -incluida la falta de apoyos iniciales- y cree que la muestra se queda corta. “Es uno de los grandes aunque fuese opacado por Sorolla”.

Durante el acto de apertura de la exposición se guardó un minuto de silencio por la memoria de 'Paco' García Martín que aparece como único comisario de la muestra en el libro-catálogo que él mismo confeccionó y que va más allá de las obras de esta exposición.

Cuando el Museo del Prado le dedicó una muestra a Vicente Cutanda en 2024, Paco García Martín no confiaba en que la exposición toledana se llevase a cabo. Lo dejó escrito en uno de los artículos que cada semana publicaba en elDiario.es Castilla-La Mancha. Por suerte se equivocó. Por desgracia no ha podido verlo.

Antonio F. Dávila lleva desde 2022 al frente del Museo de Santa Cruz de Toledo. “Ese mismo año Paco ya me habló de que tenía en marcha dos libros: uno sobre Vicente Cutanda y otro sobre la historia del propio museo. Fue él quien me advirtió del centenario de la muerte del artista en 2025 y entendí que no podíamos dejarlo pasar”.

Reconoce que el espacio, la sala Toisón, se queda pequeño. “Estamos de obras y no tenemos otro. Nos hubiera gustado ser más ambiciosos. Paco se nos fue y nos dejó huérfanos, pero hemos tratado de ser fieles a su idea”.

Fuera de la exposición se ha quedado una de sus obras de grandes dimensiones 'La muerte de Sertorio', entre los fondos del museo, y actualmente en proceso de restauración. Otra que no ha podido formar parte de la muestra es 'La Virgen obrera' un óleo fechado en 1897 que también es propiedad del Museo de Santa Cruz y que se expuso el pasado año.

Dávila se ha encargado de coordinar la muestra junto a José Domingo Delgado Bedmar, de la Fundación Impulsa, mecenas de la muestra, junto a una comisión organizadora compuesta por José María San Román Cutanda, Pablo Sanguino, Rosalina Aguado, Ángel Sánchez-Cabezudo y Luis Miguel García-Bermejo.

La exposición Vicente Cutanda. Un pintor entre dos siglos, estará abierta hasta el 8 de marzo de 2026 en el horario habitual del Museo de Santa Cruz. El acceso es libre.