Las derivaciones a clínicas privadas crean conflictos en las historias médicas del SESCAM
Las derivaciones a centros privados que está realizando el SESCAM para determinadas pruebas médicas está provocando conflictos en la intranet que usa el servicio público y donde están almacenadas las historias médicas de los pacientes de la región. Esto se debe a que estas pruebas médicas en centros privados no figuran en los historiales clínicos ni nadie actualiza los historiales con esas pruebas, por lo que casi nunca figuran los resultados de las mismas.
Pasa por ejemplo con radiografías, colonoscopias o pruebas de traumatología, entre muchas más. En la historia médica del SESCAM figura que el paciente tiene una cita o una prueba con su fecha y lugar, pero ahí se pierde el rastro de esa prueba. Los resultados de esas pruebas llegan de diferentes maneras según la clínica que lo hace o el centro de salud que la recibe (en ocasiones varía según el propio médico que pidió la prueba). Son las menos ocasiones en las que los resultados de la prueba llegan vía e-mail o por un sobre postal “de los de toda la vida” mandado por la propia clínica. La mayoría de las veces suelen llegar por fax.
En algunas ocasiones los propios médicos que están en la sanidad pública y en el servicio del SESCAM son los que también trabajan en alguna de esas clínicas privadas. En esos casos, hay veces en las que el médico hace la prueba en la clínica privada, y cuando llega a su oficina del SESCAM pasa a la intranet de la red pública la prueba hecha en la clínica privada. Así pasa por ejemplo en alguna clínica de Albacete, que está citando a pacientes para hacerse pruebas a las 7 de la mañana, y el mismo médico que entra a trabajar en el SESCAM a las 9 sube la prueba al historial del paciente como si se hubiera hecho en el servicio público.
La historia clínica digitalizada del SESCAM fue un sistema lanzado en 2004 que pretendía centralizar todo el estado de salud de los más de 2 millones de castellano-manchegos, un sistema que se ha ido ampliando con más servicios en el tiempo como la tramitación de citas on-line, la tarjeta médica electrónica así cómo más complementos digitales. Pero el acceso a esta red como es lógico es restringido para sanitarios públicos y nunca se pensó en su uso para clínicas privadas, entre otras cosas porque sería ilegal por la Ley Orgánica de Protección de Datos (los datos clínicos son de especial relevancia que no pueden estar a disposición de una empresa privada, si bien se ha vulnerado esa ley en algunos casos ya sabidos como en el Hospital de Cuenca).
Independientemente del problema ya de por sí, el mayor problema de este conflicto será futuro, dentro de unos años. Si un paciente se rompe un hueso o sufre un traumatismo y años atrás le hicieron una prueba de esa parte, el médico no tendrá acceso a aquellos resultados, por lo que el resultado de las pruebas solo vale en el momento en que los médicos la ven, sin almacenarse en el histórico. Tampoco se podrá saber el estado hace unos meses o años de un paciente con una dolencia que empeore porque esos archivos tendrán que guardarse físicamente (lo que requeriría un archivo de importantes dimensiones) o destruirse al poco tiempo, si no se encarga a digitalizadores su subida a la intranet del SESCAM para poder consultarla cuando sea necesario.