Ecologistas alerta del “preocupante” aumento de vertidos incontrolados en Cuenca
Ecologistas en Acción alerta de que el volumen de los vertidos de residuos incontrolados ha aumentado en los últimos años en el término municipal de Cuenca. Consideran la situación como “muy preocupante” y ponen como ejemplo “muy claro” el vertedero “Cañada Real” visible por parte de los visitantes que llegan a la ciudad procedentes de Levante por carretera y que “en mayo de 2012 no existía” así como “la presencia de residuos peligrosos en puntos frecuentados por niños”.
Ecologistas cree que los incendios en Seseña (neumáticos) y Chiloeches (residuos peligrosos), “han puesto tristemente de manifiesto el descontrol crónico en la gestión de los residuos industriales y peligrosos en nuestra región” que viene siendo denunciado por su organización de forma reiterada. Apuntan que Cuenca “no es un caso aislado” pero “sí que es peculiar en cuanto a su evolución negativa” con al menos cinco vertederos incontrolados en el entorno de la ciudad. Se refieren en concreto al vertedero 'Cañada Real', ya citado junto al Centro Comercial El Mirador, el de la calle Francisco Suay (Villa Román IV), el del Cerro de la Horca, el de Las Cañadillas y el ubicado en terrenos de ADIF.
Junto a ellos existe un vertedero de neumáticos en Albaladejito y que el Ayuntamiento desconocía, según los ecologistas, algo que dicen, es “otra prueba más de la desidia del ayuntamiento de Cuenca en la vigilancia de los vertederos ilegales durante años”. Una desidia que también atribuyen a la Diputación y a la Junta de Castilla-La Mancha.
Tipología de los residuos
Los residuos en estos vertederos son muy variados, aunque la mayor parte, en volumen, son restos de demolición y construcción, conocidos popularmente como escombros. Pero lo más preocupante, dice Ecologistas, “es la abundancia de residuos peligrosos”. A esto hay que añadir que uno de los vertederos está junto a una ludoteca con el riesgo que esto supone para los niños.
El cercano a la ludoteca está en la zona que denominan 'Cañada Real' donde hay hasta tres vertederos. Uno de ellos acumula escombros procedentes de la construcción, muebles, ropa y otros residuos en menor proporción. En el segundo, comentan, es “llamativa” la presencia de envases usados de productos químicos, con pictogramas de advertencia y por tanto se consideran residuos peligrosos y en el tercero llama la atención la presencia de mucha ropa de vivos colores así como muebles, residuos de construcción y demolición y un gran número de luminarias y tubos fluorescentes, considerados residuos peligrosos.
Pero el vertedero que consideran más preocupante es el de la calle Francisco Suay que “lleva recibiendo vertidos ilegales, sobre todo, desde 2008 cuando pincha la burbuja inmobiliaria y se paraliza el desarrollo urbanístico en esta zona”. Quedó entonces un enorme solar parcialmente desmontado con numerosos accesos en automóvil y bastante discreto, debido a un pequeño montículo que evita ser visto desde la calle Francisco Suay. En resumen, dice Ecologistas, “un lugar que reúne óptimas condiciones para que los irresponsables arrojen todo tipo de residuos a sabiendas de que comenten una ilegalidad”. Allí pueden encontrarse escombros, residuos electrónicos, especialmente monitores y televisores, aceite usado de automoción, medicamentos y envases de medicamentos, fitosanitarios (herbicidas e insecticidas) y envases de fitosanitarios, pinturas, y envase de pinturas, disolventes, pegamentos, productos de aislamiento e impermeabilización o productos de limpieza, cadáveres de animales, con la presencia de un cadáver reciente y decapitado de un jabalí, neumáticos de gran tamaño y envases no peligrosos.
Ecologistas recuerda que las competencias en materia de residuos y suelos contaminados corresponde a las Comunidades Autónomas en lo que se refiere a la elaboración de programas planes, la autorización y vigilancia de los residuos, mientras que a las entidades locales les corresponde la recogida y el tratamiento de residuos domésticos. Señalan también que las ordenanzas municipales de Cuenca contemplan sanciones para este tipo de vertidos además de disponer en plantilla de dos técnicos con atribuciones de inspección en materia de medio ambiente. La policía local también tiene plenas competencias y formación en materia de vigilancia e inicio en la tramitación de sanciones en materia de residuos de todo tipo. Mientras, la Diputación de Cuenca está a punto de disolver el CONSORMA, es decir, “reduce sus actuaciones en materia de gestión de residuos”.
En definitiva, lamentan los ecologisstas, “las administraciones se parapetan las unas en las otras, sumando su pasividad y mientras tanto los vertidos incontrolados, se mantiene o (en muchos casos) aumentan”, a pesar incluso de la existencia de un punto limpio de gestión municipal para el depósito de todo tipo de residuos. “Sospechamos que muchas personas desconocen este servicio”, a lo que se suma un horario de apertura “insuficiente e inadecuado” y tachan de “incomprensible” que no esté abierto mañana y tarde los sábados, domingos y festivos, como así se expone en el reglamento municipal de 14 de mayo de 2008.
Las propuestas para solucionar un “grave” problema
Ecologistas en Acción propone que Ayuntamiento de Cuenca y Junta “se pongan a trabajar en serio sobre este grave problema que puede tener efectos muy negativos a largo plazo” y sugiere limitar el acceso a las zonas de vertido a los vehículos mediante un vallado adecuado, barreras móviles, etc, además de ampliar el horario del punto limpio junto a campañas de información y concienciación así como más medios para la policía local.
También sugieren un plan para la eliminación y restauración en coordinación con la Junta. “ Existe un plan de clausura de la Junta que debe ser aprovechado por la corporación de Cuenca, requiriendo su participación, incluido el vertedero de neumáticos de Albaladejito”, afirman.
Mientras, las recomendaciones a largo plazo para una solución definitiva de los graves problemas que generan los residuos requieren, en su opinión, “cambios más profundos y destinados a la sociedad en general y a las administraciones competentes en planificar la gestión. Entre ellos la articulación de ”un sistema integral de gestión de residuos más eficiente que el actual“.