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Creando Oportunidades
Desde que el emprendimiento y el autoempleo se han convertido en fenómenos cada vez más relevantes dentro de la economía, han surgido con ellos otros tantos cuyo significado muchas veces se diluye entre sus diferentes usos. Con el objetivo de clarificar estas palabras y que sirvan de guía para los emprendedores, inauguramos en este blog el Diccionario del Emprendedor. Y comenzamos con el término 'aceleradora'.
Curiosamente, esta palabra no tiene que ver tanto con la velocidad como con la calidad con que una empresa nueva o de reciente creación pueda encontrar tanto su nicho de mercado como sus posibilidades de salir adelante. En concreto, la aceleradora es como se conoce a una institución pública o privada que tiene como objetivo impulsar start-ups mediante un programa basado en convocatorias con un plazo de tiempo estipulado.
Por lo general, estos programas incluyen mentorizacion, acceso a espacios compartidos de trabajo, formación intensiva, educación digital y tutorización. Es decir, un acompañamiento continuo para ese objetivo de viabilidad empresarial.
Los principales beneficios de una aceleradora son que a través de la misma los emprendedores puedes conseguir ayuda para definir y validar una idea, compartir conocimientos, solucionar dudas y participar en rondas de inversores que pueden ayudarles a conseguir financiación.
También es importante destacar que se trata de un proceso en varias fases, principalmente a medio plazo, en las que primero se realiza una selección de proyectos, luego se define la idea de negocio, después se realiza la planificación y la construcción y finalmente se produce el lanzamiento de la empresa. Todo un proceso de garantía de éxito para hacer germinar las ideas empresariales.