Higinia Valero, alcaldesa de Villamanrique, con más de 5.000 casos por 100.000 habitantes: “Me siento impotente, la maldita pandemia es una pesadilla”
El municipio de Villamanrique, en Ciudad Real, ha pasado este viernes a situarse entre los municipios de la región con medidas de nivel 3, las más restrictivas por el avance del coronavirus.
Una localidad que cuenta con 1.134 habitantes y que en las dos últimas semanas ha registrado 59 contagios con una incidencia acumulada del virus que se ha disparado hasta situarse en los 5.139,4 casos/100.000 habitantes.
El municipio llevaba ya confinando de forma voluntaria desde hace unos días, con los comercios y bares cerrados, según ha explicado la alcaldesa, Higinia Valero. “La gente es responsable y está en casa. Es muy duro. La maldita pandemia es una pesadilla”, relata entre lágrimas a elDiarioclm.es
Ella misma se encuentra confinada en casa con síntomas leves de COVID-19 que también ha tocado al teniente de alcalde, Francisco Javier Selas. “Llevo ya una semana con picotazos en la garganta. Casi todos los afectados estamos con síntomas leves. Que yo sepa solo hay dos personas hospitalizadas: una mujer de 62 años y un hombre de 87”.
La alcaldesa explica que los rastreadores están citando a los vecinos para realizar pruebas PCR y agradece la labor de los sanitarios. “Esta semana va a ser clave. Sanidad me confirma que aumentarán los casos” en un pueblo que cuenta con una edad media elevada.
Higinia Valero se muestra sorprendida por el avance del virus en el municipio. “El pueblo ha estado limpio, con casos aislados y controlados. Todo lo que nos había llegado era de fuera pero no sé lo que ha pasado desde principios de diciembre, si es que nos hemos relajado...Ni siquiera coinciden los núcleos de familia afectados los unos con los otros. No sé cómo ha evolucionado de forma tan rápida”.
El municipio se abrió al exterior por la campaña de recogida de la aceituna. “Ha llegado gente de Madrid y de otros lugares. No sé, no sé. No tiene explicación. A todo el que le hacen la prueba da positivo”. Es el único indicio por el que cree se puede haber llegado a esta situación.
La alcaldesa se siente orgullosa de la respuesta del pueblo. “La gente se está comportando de 20, se quedan en casa y los padres no están llevando a los niños al colegio aunque no he decretado el cierre, ni Educación tampoco. Hay mucha cautela y mucho miedo”, reconoce.
“Me siento impotente, con una sensación de soledad, de no poder hacer nada por mi gente”
Cree que debido a la emergencia sanitaria “las pérdidas económicas serán grandes”. “Me siento impotente, con una sensación de soledad...de no poder hacer nada por mi gente...No puedo salir a ayudar. Es una sensación muy extraña...Muy difícil. Eso es lo peor aunque no he dejado de trabajar desde casa”, dice emocionada,.
Lanza un mensaje de “tranquilidad y de esperanza” porque “de esto vamos a salir”. Agradece la labor de los sanitarios. “De chapó. Se están dejando la piel”.
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