Iceta critica la “catetada” de que el Ayuntamiento de Barcelona rechazase poner una estatua de El Quijote
El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ha calificado de “catetada” que el Ayuntamiento de Barcelona haya rechazado instalar una escultura de Don Quijote en la Barceloneta.
“Es una vergüenza”, ha declarado el ministro a preguntas de los medios antes de presidir la creación y primera reunión de la Mesa de la Moda de Autor, que reúne a Gobierno, comunidades autónomas y representantes del sector, en el Museo Santa Cruz de Toledo.
“Cervantes es un patrimonio increíble para todos los españoles pero, particularmente, para los barceloneses. Si uno lee El Quijote, verá que una de las ciudades que salen mejor paradas, a las que Cervantes manifiesta una simpatía especial, es Barcelona, por lo tanto nos parece una catetada”, ha apuntado el titular nacional de Cultura. De este modo, ha asegurado que una de las primeras cosas que ha hecho en Toledo ha sido fotografiarse con la estatua de Miguel de Cervantes. “Merece la pena que todos defendamos nuestro patrimonio”.
“Disparate”
“Su viaje real e imaginario nos representa mejor que cualquier otra obra, y por eso, entre otras cosas, el instituto que cuida de la lengua y la cultura española en el mundo se llama Instituto Cervantes”, algo que ha asegurado Iceta “no es casual”. “Que una ciudad, nada menos como Barcelona, su ayuntamiento no esté de acuerdo en celebrar la figura de Cervantes nos parece increíble y un disparate”, ha concluido el ministro.
El pasado viernes 19 de noviembre, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, lamentaba se hubiese rechazado la iniciativa de Ciudadanos para la instalación de una escultura de Don Quijote en la Barceloneta, en la ciudad condal. Esto, gracias a los votos en contra de los grupos municipales de Comuns, PSC, ERC y la abstención de Junts per Catalunya.
“De vez en cuando te encuentras algunas idioteces de gente que no se acuerda que la parte final del Quijote es justamente en las playas de Barcelona y hay gente que se niega a colocarle un recuerdo a El Quijote allí donde se materializa la segunda parte de la obra”, ha afirmado García-Page desde Azuqueca de Henares (Guadalajara). A lo mejor --ha dicho-- es que “no quieren que se recuerde que lo que se pone de manifiesto en esa segunda parte es que allí en las playas de Barcelona se produce una batalla de locura en la que, cuando la pierde, el Quijote recobra la cordura”.
“Ojalá y no necesiten poner estatuas para recobrar la cordura”, ha afirmado García-Page, quien ha asegurado que “lo que es innegable es que Cervantes se sentía más orgulloso de Cataluña y de Barcelona que algunos hoy están dispuestos a reconocer que se sienten de haber sido un escenario de la obra más importante de la historia universal después de la Biblia”.
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