El investigador Juan Carlos Izpisúa reclama apoyo a la Educación “de donde parte todo”
“Lo más importante es la educación que le damos a nuestros hijos”. Con esta frase el hellinero Juan Carlos Izpisúa, tras recibir la Medalla de Oro, de Honor y Gratitud de la Provincia de Albacete, ha reclamado a las administraciones un mayor apoyo a la Educación que es “de donde parte todo”.
Izpisúa, que ha recogido el reconocimiento en un acto organizado por la Institución provincial en el Centro Cultural de La Asunción, aludía a la importancia del apoyo económico para dar oportunidades académicas desde una vivencia propia. Pudo estudiar, contaba, gracias a 700 pesetas que le llegaron de una beca de la Diputación de Alicante cuando apenas tenía 14 años. “Esas 700 pesetas me permitieron hacer el graduado escolar”. De esa educación, de esa oportunidad, ha dicho, empieza todo, “en mi caso la investigación”.
El investigador ha dedicado el reconocimiento de la Diputación de Albacete a su madre, una mujer luchadora que vendía turrón en un puesto ambulante. “Eran unos tiempos difíciles. Pero le dedico esta medalla a ella y a todas las mujeres y madres de aquella generación, de mediados del siglo pasado. Gracias a las mujeres que quieren que sus hijos sean mejores, que quieren que sus hijos se eduquen y vayan más allá de ellos hacen que Albacete y esta tierra sea un lugar mejor y todos seamos un poco mejores”.
Apoyo a la educación, un alegato compartido
Este alegato de Izpisúa pidiendo apoyo para la Educación compartía el transfondo del discurso del presidente de la Diputación de Albacete, Santiago Cabañero, al señalar que la ciencia y la investigación han sido grandes víctimas de la crisis económica provocando “una fuga de talentos” que se marchan porque en este país no se les puede garantizar un futuro laboral. “Esperamos que más pronto que tarde, entre todos y con mayor visión de futuro, podamos ofrecer el apoyo político y financiero para que nuestros investigadores puedan retornar para la dignidad de este país y su mayor progreso”, ha sentenciado Cabañero. Para ello tanto la Diputación como el propio Juan Carlos Izpisúa se han unido en la creación del 'Premio de Investigación Sanitaria de la Diputación de Albacete' con el que la Institución quiere “reparar en la medida de nuestras posibilidades esa falta de incentivos y motivación para nuestros investigadores y paliar esa miopía que administraciones y empresas padecemos para con la actividad investigadora”, añadía el presidente.
Un hombre hecho a sí mismo
Este reconocimiento es por todo lo que ha conseguido a lo largo de su trayectoria científica, pero también “reconocemos la valía de un hombre hecho a sí mismo en contra de todas las dificultades, que ha sido capaz de provocar el giro de su destino y que ha convertido su vida, en una aventura apasionante de la que es su propio protagonista”, aseguraba el presidente de la Diputación instantes antes de entregarle la Medalla de Oro. Juan Carlos Izpisúa, nacido en la pedanía hellinera de Isso y de orígenes humildes, es en la actualidad uno de los investigadores con mayor prestigio a nivel internacional por sus trabajos en el campo de la biomedicina favoreciendo el descubrimiento de nuevas moléculas y tratamientos específicos, genéticos y celulares para la prevención y la cura de enfermedades.
Izpsúa es licenciado en Farmacia y doctorado en Bioquímica y Farmacia por las Universidades de Bolonia y Valencia, ejerce en la actualidad la cátedra Roger Guillemin en el Laboratorio de Expresión Génica del prestigioso Instituto Salk de California, en Estados Unidos, es autor de más de 200 artículos publicados en las más prestigiosas publicaciones científicas y se ha situado en la vanguardia de los descubrimientos de la biología en la investigación con células madre y en las valiosas aplicaciones que para la medicina puede proporcionar la regeneración celular.
Entre los numerosos reconocimientos, cuenta con el premio Bill Clinton al mejor investigador en su campo, y por el Instituto Nacional de Ciencia con el premio a la Creatividad Científica y en el 2006 recibió la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha. Desde hoy es, además, cuenta con este reconocimiento de la Diputación de Albacete.