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El libro que quiere desmentir el “bulo” que impulsó el fusilamiento de las Trece Rosas

El comandante Isaac Gabaldón a la izquierda y un fotograma de la película 'Las 13 rosas' a la derecha

Francisca Bravo Miranda

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Puede que el nombre de Isaac Gabaldón no sea muy conocido, pero las consecuencias de su asesinato sí lo son. Fue una de las razones por las que se condenó a las famosas Trece Rosas a morir fusiladas en 1939, asociándolas con el crimen que acabó con la vida del comandante Gabaldón, su hija y el chófer en las cercanías de Talavera de la Reina, en Toledo. El libro 'El asesinato del Comandante Gabaldón. Conspiración, bulos y fusilamiento de las 'Trece Rosas', del historiador talaverano Benito Díaz, pretende dislucidar la verdad de los hechos y desmentir una serie de bulos que han crecido alrededor de la historia.

Díaz lleva años investigando lo que ocurrió realmente en ese día de julio de 1939. Y en las entrevistas que ha realizado durante los años, el asesinato siempre se atribuyó a militares franquistas. “Llevo muchos años estudiando la guerrilla y me encontré con este tema en las primeras entrevistas que hice a quienes tenían una huerta cercana a la familia de Gabaldón en la comarca de Talavera”, recuerda Díaz. Se trata de personas que en 1939 eran todavía niños y niñas. Entre otros, señalaban a Manuel Gutiérrez Medallo, a Carlos Navarro, último presidente franquista o también a Francisco Bonell, uno de los jefes del Servicio de Investigación y Policía Militar, al que también pertenecía Gabaldón.

El resumen: que no pareciese que fuesen comunistas los que cometieron el asesinato que llevó al paredón a las Trece Rosas. “Desde el primer momento comenzaron a circular bulos y bulos, de manera interesada, que hablaban incluso de que Gabaldón era el encargado del Archivo de Masonería y Comunismo, y es falso. También se hablaba de una suerte de doble juego que Gabaldón habría hecho”, explica el historiador.

Aunque reconoce que no es fácil que estos bulos “se acaben”, también asegura que hay “pruebas, todas las que quieras” para desmentirlos. Como por ejemplo, que Gabaldón no estaba en acto de servicio, ni que viniese de Puente del Arzobispo. “Bulos, bulos, bulos”, afirma. “A él lo asesinan tres militantes comunistas de las Juventudes Socialistas Unificadas, pero no fue ni mucho menos un atentado premeditado. Y el asesinato llega incluso a salir en medios de comunicación extranjeros, en esa época, medios franceses”, explica Díaz.

“Escarmiento”

Benito Díaz explica también que existe en los sumarios que ha consultado una “orden” de Ramón Serrano, el “cuñadísimo” de Franco, para que hubiese un “escarmiento”. “Él era un germanófilo, un falangista de extrema derecha hasta la médula y dijo que debía haber un escarmiento y ese escarmiento va a mandar a 56 jóvenes a la cárcel, entre ellos, las Trece Rosas”, recalca.

De hecho, señala que el asesinato se debió a la decisión de atracar un estanco en Oropesa de las Juventudes Socialistas Unificadas. PAra entonces, ya los 56 jóvenes de las JSU estaban en la cárcel, por lo que “no pueden haber sido los instigadores”. “Al régimen no le temblaba la mano y había que demostrar que había que acabar con la barbarie comunista”, explica Díaz. A esto añade que en la sentencia por la que se fusila a las Trece Rosas no aparece “ninguna vinculación” con Gabaldón, pero sí con la rebelión, y contra quienes se “levantaron en armas contra el Gobierno ilegítimo de la República”.

“Por eso las fusilan”, asegura Díaz. No fueron las únicas víctimas 'colaterales' del asesinato del franquista. “También hubo una familia en Cazalegas, franquista, en cuya casa duermen los tres jóvenes de las JSU, disfrazados de militares. Una familia de analfabetos que también es asesinada”, asegura. “Fue durísimo el régimen para intentar dar una respuesta terrible a lo que fue el asesinato de Gabaldón, pero él no era relevante, ni encargado, era del Servicio de Inteligencia, sí, pero no de forma relevante”, asegura.

“Todos tienen muy claro que es un ajuste de cuentas entre sectores franquistas y así también lo creen miltiares franquistas que tenían un pasado oscuro, que querían ocultar. Gabaldón no era relevante, y de haber sido algo planificado, se habría buscado a alguien con mucha mayor significación. Y eso es lo que he encontrado en determinada prensa. No hemos acertado ni una”, concluye Díaz.

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