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Sobre este blog

Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.

 

‘El Embarcadero’: pasión y thriller bajo el calor de la albufera

Foto: loslunesseriefilos.com

Mario Cerdeño

‘El Embarcadero’ es la nueva serie -y primera del año- de Movistar+, una historia producida conjuntamente con Atresmedia Studios y Vancouver Media. En la creación y escritura se encuentran Álex Pina y Esther Martínez Lobato (‘La Casa de Papel’). En el proceso de escritura también se encuentran los guionistas Emilio Díez, Jelen Morales, Esther Morales, David Barrocal y Alberto Úcar. Compuesta por un total de 16 episodios divididos en dos temporadas, los ocho primeros ya están disponibles en la plataforma.

La serie está protagonizada por Álvaro Morte (‘La Casa de Papel’), Verónica Sánchez (‘Sin Identidad’) e Irene Arcos (‘Élite’, ‘Vis a Vis’). Un trío amoroso que esconde un potente drama detrás que, se desarrolla a través de un viaje cromático con dos tonalidades muy distintas entre la ciudad y la albufera.

Alejandra (Verónica Sánchez), tras conseguir el contrato de su vida -la obra de un rascacielos-, se entera que Óscar (Álvaro Morte), su marido, se suicida. Su feliz castillo de naipes se derrumba cuando se entera que realmente no lo conocía, tras 15 años de matrimonio. Él llevaba una doble vida con una mujer -a la cual no conoce- y una hija en la albufera.

Verónica (Irene Arcos), una mujer totalmente opuesta a ella, vive en la albufera y ha mantenido una relación con Óscar a lo largo de estos años, en un mundo más salvaje y natural que le ha llevado a construir otra vida muy distinta a la que mantenía con ella. A partir de este descubrimiento, Alejandra se embarca en un viaje no sólo para descubrir la verdad sobre esta doble vida de su marido, sino también en un viaje introspectivo que le ayudará a descubrirse a ella misma.

‘El Embarcadero’ pivota entre dos realidades diametralmente distintas, primero unidas por Óscar y luego, inevitablemente, por Alejandra y Verónica. Una doble vida y un triángulo amoroso que se desarrolla en la evocadora y colorista albufera, y en la fría y desapacible ciudad. En la libertad y la prisión; entre salvaje y lo racional. Una dicotomía paisajista, personal y emocional.

En esa “sencilla” dualidad entre esas dos formas de amar y mujeres tan distintas es donde ‘El Embarcadero’ se siente más a gusto durante los ocho primeros episodios. Las escenas eróticas -nunca volverás a ver el arroz igual-, se dejan sentir en ambas perspectivas. Sin embargo, lo que comienza con un relato muy potente denota cierto desgaste y estancamiento.

La historia de Verónica, Óscar y Alejandra engancha muy rápido al espectador, ya que le hace partícipe de este apasionante triángulo amoroso. El personaje interpretado por Verónica Sánchez hace de hilo conductor en una realidad que le resulta perturbadora, pero que, a la vez, le es necesaria para encontrar todas las respuestas. En ese viaje hacia la esencia del relato, el público será llevado a través de distintos flashbacks a momentos claves del pasado del trío protagonista.

La realidad es que Óscar está locamente enamorado de la dos. Un amor pleno y “sincero” a dos ecosistemas tan distintos. Un relato puramente emocional y, ahí, está la debilidad de ‘El Embarcadero’ que se agudiza con el paso de los capítulos. Cuando narrativa te apoyas en exceso en ese torrente de emociones, sentimientos y pasiones -entre los protagonistas- puede llevar a descuidar el hilo conductor del relato.

El problema anterior se va haciendo más patente según avanza los episodios; sin embargo, tengo que reconocer que ‘El Embarcadero’ tiene algo salvaje e impulsivo detrás que te hace engancharte -será la magnífica, espléndida y colorista albufera-. Lo cortés no quita lo valiente que conste. Eso sí, es muy evidente que el thriller que se va desenmascarando detrás es la gran asignatura pendiente de la serie.

Los guionistas no solo no consiguen espolear lo suficiente una historia que pide más, sino que, a la vez, va perdiendo cierto grado de verosimilitud ya que el desarrollo de la parte del thriller deja muchísimo que desear; e, incluso, alguna trama secundaria no deja de ser accesoria y sobre explicativa.

Verónica Sánchez e Irene Arcos son el verdadero must de ‘El Embarcadero’. Sus personajes no dejan de ser interesantes y poderosos, además de conseguir una química y complicidad muy especial delante de la pantalla. Sin embargo, la actriz Irene Arcos es pura vida en la serie y, para mí, es la mejor con un personaje que le viene como anillo al dedo.

‘El Embarcadero’ evita, en estos primeros ocho episodios, un conflicto directo entre ambos personajes femeninos que lo acercaría al melodrama y, apuesta, por un acercamiento orgánico entre ambas. En un descubrimiento mutuo para buscar la compresión, por qué y la verdad.

La serie que apuesta por una dirección, ambientación y producción muy cuidadas se convierte en una opción muy atractiva a pesar de sus defectos. Sin embargo, si quieres un viaje emocional a través de la calurosa y colorista Albufera no dudes en echar un vistazo su primera temporada en Movistar+.

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