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El 80% de las mujeres madres sufre dificultades para conciliar el trabajo y la vida personal

Foto: Asociación de la Prensa de Guadalajara

Raquel Gamo

¿Cuál es el rol que ha de ejercer la mujer en la sociedad actual? A esta cuestión se trató  de dar respuesta en el primer coloquio del ciclo de Conferencias de Otoño, que cada año organiza la Asociación de la Prensa de Guadalajara, entre los meses de octubre y noviembre para abordar temas de actualidad.

La primera charla titulada ‘Papel de la mujer en la sociedad actual: ¿obligadas a ser mujeres todoterreno?’, que se celebró esta semana en el Teatro Buero Vallejo de la capital alcarreña  generó un debate en torno a temas como la perpetuación de los estereotipos machistas en la sociedad, la conciliación laboral de la mujer, la brecha salarial entre ambos géneros  y la violencia machista.

En el coloquio al que asistieron cerca de una treinta personas, intervinieron Inmaculada Martínez, periodista de La Tribuna de Guadalajara, Begoña Bordón Ortiz, directora del Centro de la Mujer de Guadalajara; Marta Coviella, consultora de viajes; Maria Ángeles Rubio Pérez, técnico de empleo del programa ‘Enlace Empleo’; y Concha Balenzategui, periodista de Comunicación Corporativa.

La pervivencia de los estereotipos de género en la sociedad fue uno de los ejes que centraron el debate. Para Inmaculada Martínez, periodista de la Tribuna de Guadalajara, “cuando las mujeres somos madres, existe una autoexigencia y un sentimiento de culpa que nos impide romper con el cordón que nos une al cuidado de los hijos y delegar más en los padres”. Un rol, el de la maternidad y el cuidado de la familia que condiciona el desarrollo profesional de la mujer, e, incluso, con frecuencia la aleja del mercado laboral y la relega a las funciones domésticas. Así, el 95% de los trabajadores que mantienen una jornada laboral parcial para poder atender a familiares son mujeres, según revela la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2016.

En Castilla-La Mancha, un estudio sobre datos básicos de la mujer, elaborado por el Instituto de la Mujer en 2015 establecía en esta misma línea que el 25,2% de mujeres trabaja a tiempo parcial, mientras que en el caso de los hombres este porcentaje se reduce al 6,7%.

Concha Balenzategui, periodista corporativa, asegura a eldiarioclm.es que “no hay que renunciar a la carrera profesional cuando nos convertimos en madres”. Además, sostiene que “las mujeres nos estamos revelando contra el rol de ‘superwoman’ con movimientos como el Club de las Malas Madres que tratan de difundir un rol de madre diferente, haciendo humor del cliché tradicional sobre la maternidad”.

Falta conciliación

La conciliación entre la vida laboral y familiar de la mujer es otro de los asuntos que copó este coloquio femenino. En este sentido, el 80% de las mujeres españolas con hijos sufren problemas para conciliar empleo y vida personal, tal como indica el informe ‘Concilia13f’, que ha desarrollado recientemente el movimiento feminista del Club de las Malas Madres.

En opinión de Balenzategui, “aunque se ha ganado terreno con los permisos de paternidad y la instalación de guarderías en las empresas, la conciliación se sigue reduciendo a contar con unos abuelos o a contratar a alguien para que te cuide a los hijos durante el horario laboral”.

Además, esta encuesta descubre otros datos significativos como que el 35,5% de las mujeres consultadas admite haber tenido que enfrentarse a ‘trabas’ de sus empresas para negociar sus condiciones laborales, después de ser madres.

Y es que este déficit de conciliación produce también una brecha en el tiempo que la mujer destina al  espacio personal. Mientras, las trabajadoras con hijos disfrutan de 54 minutos al día para el tiempo libre y el aseo, esta franja se amplía hasta la hora y los 8 minutos en el caso de mujeres sin trabajos remunerados.  “Debemos visibilizar la doble jornada de la mujer con aquellas labores que no cuentan, porque no se remuneran, pero de las que se sigue encargando mayoritariamente la mujer”, puntualiza Balenzategui.

Desde el Club de las Malas Madres abogan por la implantación de jornadas continuadas, el teletrabajo o la ampliación de los permisos de paternidad como medidas que hagan posible una conciliación real entre la vida profesional y personal de la mujer.

A juicio de Beatriz Bordón, directora del Centro de la Mujer de Guadalajara “se han producido  avances claros en los últimos 30 años, pero la mujer sigue padeciendo una tercera jornada laboral, porque interiorizamos el cuidado de los familiares de forma automática y esta realidad nos impide disfrutar de nuestro tiempo de realización personal”.

Una de las consecuencias más visibles de la falta de conciliación es la brecha salarial entre ambos sexos. Esta desigualdad laboral se acrecienta, especialmente a partir de los 27 años, cuando la mujer decide ser madre por las reticencias que la maternidad continúa suscitando en la empresa. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) las mujeres madres en España cobran un 17% menos que los hombres y un 5% menos de las mujeres que no son madres.

Otra de las derivadas de la diferencia de salario entre hombres y mujeres es la pérdida de poder y el conocido como ‘techo de cristal’, es decir, la barrera social con la que se topan las mujeres para acceder a posiciones de responsabilidad dentro de las organizaciones.  “El poder en la toma de decisiones corresponde todavía al hombre y por eso es necesario superar el modelo machista e ir hacia otro feminista e igualitario en el que la política de cuotas es importante para asegurar la paridad”, asevera Bordón.

El porcentaje de mujeres que forman parte de los Consejos de Administración de empresas españolas cotizadas en bolsa no supera el 20% en 2018. Una proporción que se aleja en 5 puntos de la media europea (25%) y del 30% que recomienda la Unión Europea para el año 2020.

Violencia machista

La violencia de género es la manifestación más visible de la discriminación que aún hoy en día afecta a la mujer por razón de su género. Según cifras oficiales del Gobierno, 51 mujeres fueron asesinadas en 2017 a causa de la violencia machista, entre las que 6 féminas procedían de Castilla-La Mancha. El dato de víctimas hasta octubre se fija en 43 y desde que existen estadísticas (2003), casi un millar de mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas.

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado este año una nueva normativa en materia de igualdad, pionera en España, que considera, entre otros aspectos, huérfanos a los hijos de las víctimas de la violencia machista. Para Begoña Bordón, directora del Centro de la Mujer de Guadalajara, “la violencia de género demuestra que el modelo social no funciona y es necesario que los hombres dejen de lado este modelo patriarcal y machista”.

En este cambio social, la educación juega un papel esencial. “Es fundamental educar a las nuevas generaciones en casa y en la escuela, porque los jóvenes hacen un uso dañino de las redes sociales como forma de control de las parejas y esto deriva en episodios de violencia machista. Solo desde la sororidad y el apoyo mutuo entre las mujeres conseguiremos la igualdad”, concluye Bordón. 

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