De la tierra a tu mesa: alimentos de La Mancha que deberías probar en Navidad
¿Sabías que la provincia de Ciudad Real dispone de una amplia despensa que haría las delicias de cualquier chef? Su variada gastronomía se basa en productos autóctonos de los que tenemos abundantes referencias -unas 150- en la obra más universal de Cervantes. ‘El Quijote’ no es solo una novela de aventuras sino un amplio recorrido gastronómico que ha permanecido en el tiempo para llegar a nuestras mesas.
El sector agroalimentario es uno de los más importantes en una provincia que se caracteriza por la calidad de unas materias primas que podemos conseguir en nuestro establecimiento de confianza. Hablamos de productos de proximidad, que no tienen que recorrer miles de kilómetros hasta llegar a nuestro plato y que cuentan con la garantía de las denominaciones de origen o las indicaciones geográficas protegidas.
Se ha dicho siempre que la gastronomía manchega es austera, contundente y llena de matices. En realidad, es mucho más que eso porque ha sido transmitida de generación en generación y reinventada en los fogones más prestigiosos de la cocina. Por eso, estas Navidades son una buena ocasión para disfrutar de las delicias ‘quijotescas’ que os proponemos.
Los entrantes…La lista es larga
Como entrantes, para un buen ‘pica-pica’, sugerimos elaborar un rico Pisto Manchego con verduras de La Mancha, unas migas, unas gachas o quizá duelos y quebrantos (o lo que es lo mismo, un revuelto de huevos con chorizo, jamón y tocino, añadiendo si se quiere unos sesos de cordero manchego).
También podemos optar por el Queso Manchego, una deliciosa elaboración a base de leche de oveja de la raza manchega y con una maduración mínima de 30 días. Su sabor es ligeramente ácido, fuerte y sabroso que se transforma en picante en los quesos muy curados y brillará en cualquier menú.
Y además, una tapa de altura: no pueden faltar las Berenjenas de Almagro, hortalizas emblemáticas de la provincia de Ciudad Real que se producen en todo el Campo de Calatrava, con su aliño de vinagre, aceite de oliva, sal, cominos, ajos, pimentón y agua, su inconfundible pasta de pimiento y siempre atravesadas por un palo de hinojo.
Los platos principales
Para triunfar estas fiestas podemos elegir para los platos fuertes de nuestro menú entre las carnes de calidad que se producen en estas tierras. El cordero manchego y la carne de caza mayor y menor. Perdices, ciervo, corzo, conejo, codorniz, jabalí, gamo…Hay opciones para todos los paladares.
A la hora de cocinar la carne se puede tirar de imaginación y de recetario. Aquí tienes, para abrir boca, una receta cortesía de la IGP Cordero Manchego:
CORDERO MECHADO
Modo de preparación:
Necesitamos dos paletillas de cordero manchego. Sin quitarles el hueso, se les van haciendo agujeros con un cuchillo de cocina, largo y fino.
En dichos agujeros vamos introduciendo pimienta negra, aceitunas sin hueso, trocicos de jamón y de setas. Se clavetea por todo con punticas de ajo, se espolvorea de sal y un chorreón de aceite crudo.
Lo metemos unos minutos en horno fuerte, lo sacamos para ponerle unos pegotes de manteca y un vaso de vino blanco y los volvemos a meter, a fuego lento moderado hasta que al pinchar la paletilla no salga el jugo muy rojo.
Se sacan las paletillas de la bandeja y se colocan en una fuente.
Con un poco de agua y coñac desprendemos todo lo que ha quedado pegado en la bandeja, le damos un hervor con toda su salsa, añadiéndole setas fritas y todo esto lo volcamos encima de las paletillas. ¡Qué aproveche!
Los vinos y el postre
Y si se trata de elegir vinos, las opciones son casi interminables en el viñedo más grande de nuestro país y te costará elegir entre los buenos vinos con Denominación de Origen La Mancha o Valdepeñas u optar por vinos de Pago. Puedes preguntar en tu establecimiento de confianza por la mejor forma de maridarlos con tu menú navideño.
Y de postre… ¿Por qué no degustar un buen Melón de La Mancha? Aunque es una fruta de temporada, los expertos están buscando soluciones imaginativas para su consumo durante todo el año. Es el caso del chef Javier Chozas que nos propone, por ejemplo, un ‘Turrón de Pipas de Melón de la Mancha’o ‘Croquetas de Melón’ elaboradas con la pulpa que habremos congelado previamente.
En cualquier caso, y si nuestros conocimientos culinarios no son tan avanzados, sí debes saber que el Melón de La Mancha ya se consumía en el siglo XI tras ser introducido por los árabes, que está protegido desde 2004, que se puede encontrar en las variedades ‘piñonet’ o ‘piel de sapo’ y que su carne es crujiente y poco fibrosa, de un color blanco o crema.
Puede ser un buen complemento para ensaladas, acompañando al jamón o en postres con miel o helado, dada su gran jugosidad y dulzor.
Complementos imprescindibles: aceite de oliva virgen extra y azafrán de La Mancha
Para preparar muchos de estos platos, incluyendo los postres, hay un elemento fundamental. Hablamos del aceite de oliva virgen extra. Aquí las posibilidades también son muchas como también lo es el tipo de aceituna que se utiliza para su elaboración: desde el Aceite Campo de Calatrava con las variedades Cornicabra y Picual, el Aceite Montes de Toledo obtenido de la variedad Cornicabra, el Aceite Campo de Montiel de las variedades Cornicabra, Picual, Manzanilla, Arbequina y el Aceite Valle de Alcudia elaborado con Cornicabra, Picual, Gordal, Limoncillo, Manzanilla y Hojiblanca.
Son aceites frutados, amargos y picantes que produce la tierra manchega y que podemos degustar simplemente con un trozo de pan, en crudo, para disfrutar de todas sus propiedades.
Por cierto, para darle un toque mágico a nuestras elaboraciones, no está de más echar mano de una esencia fundamental en la cocina: el Azafrán de La Mancha. Servirá para condimentar y dar alegría a nuestros guisos.
Y no os olvidéis del Pan de Cruz
Para acompañar todos estos platos, no debemos olvidar el Pan de Cruz a base de trigo candeal, cuya consistente y blanca miga queda envuelta en una hogaza que siempre ha de llevar dos profundos cortes perpendiculares en forma de cruz. Su intenso aroma a cereales y su sabor ligeramente dulce le convierten en perfecto acompañante para cualquier plato.
Su origen está en el siglo XIII y su calidad es indiscutible: fue el segundo pan español en obtener una Indicación Geográfica Protegida (IGP) y puede encontrarse en cualquier punto de la provincia, especialmente en el Campo de Calatrava, con distintos tamaños, dependiendo del número de comensales.
Por cierto, se conserva hasta una semana. ¡Buen provecho y Felices Fiestas!
Nota: Contenido patrocinado por la Diputación de Ciudad RealDiputación de Ciudad Real