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Castilla y León registra este verano 40.000 tarjetas sanitarias más de los desplazados desde Madrid

Una pasajera protegida con mascarilla, antes de subir a un autobús.

Alba Camazón

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Más de 90.000 pacientes han solicitado sus tarjetas sanitarias de desplazado desde que comenzó la pandemia de COVID-19. Concretamente, se trata de 91.231 usuarios que ha contabilizado el Sacyl desde marzo. El principal punto de origen ha sido, desde el principio, Madrid: 3.956 altas en marzo, 2.469 en abril, 2.958 en mayo, 8.529 en junio y 32.461 solo en el mes de julio.

En estos dos últimos meses de verano se han producido al menos 40.000 desplazamientos temporales desde la Comunidad de Madrid -que encabeza tras Cataluña el número de contagios- a Castilla y León. De hecho, la capital española -en la que trabajan miles de castellanos y leoneses emigrados- sí que lidera el nivel de contagiados por coronavirus.

Aunque Madrid representa el mayor número de desplazamientos a la Comunidad, no es el único que se ha multiplicado en el último mes. País Vasco, la segunda autonomía con más movilidad con Castilla y León, ha notificado en junio y julio 17.742 tarjetas desplazadas.

Los pueblos se llenan, por lo tanto, de gente que vive en las capitales y en otras comunidades autónomas. En otras palabras, la presión asistencial a la que se somete la Sanidad pública es todavía mayor a la prevista inicialmente por el incremento de los desplazamientos. En verano es muy frecuente volver al pueblo de origen y este año, muchos lo han notificado a Sanidad para tener un médico y un centro de salud de referencia en Atención Primaria en caso de ser necesario.

Cuando comenzó la epidemia, cientos de personas se trasladaron a sus segundas residencias -o con familiares- a Castilla y León, principalmente procedentes de Madrid y País Vasco, pensando que la atención sanitaria, en caso de necesitarla, sería mejor, además de que habría un mayor apoyo familiar en sus lugares de origen.

A pesar de los llamamientos a la responsabilidad individual para que cada uno se quedara en su residencia habitual, a primeros de abril se contabilizaron 1.591 tarjetas sanitarias de desplazados únicamente procedentes de Madrid, una autonomía con la que Castilla y León tiene una estrecha relación ante la migración hacia la capital. Esto se repite, pero de forma todavía más importante: los desplazados a Castilla y León se triplican en verano hasta 65.022 personas.

De hecho, la movilidad entre autonomías es uno de los factores que vuelve a influir en la situación epidemiológica actual, puesto que muchos brotes tienen como origen de infección otra comunidad: alguien contagiado (asintomático, generalmente) vuelve al pueblo o ciudad de origen, se reúne con amigos o familiares y provoca un brote (3 o más contagiados) en esta localidad.

Normalmente, este trámite se realiza de forma presencial en el centro de salud, pero con la pandemia, se puede solicitar de forma telemática. De hecho, muchos municipios están más poblados que ningún otro verano. Solo en el mes de julio, se han contabilizado 65.022 pacientes desplazados a Castilla y León, principalmente de Madrid (32.461), País Vasco (14.608) y Cataluña (6.161).

Esta cifra de tarjetas desplazadas desde otras autonomías, no ha hecho más que crecer en los últimos meses. Según los datos publicados en el Portal de Transparencia de la Junta, en julio había 35.245 tarjetas sanitarias de desplazados de Madrid más que las registradas en enero. En menor proporción, pero también importante, se comportan aquellos que proceden del País Vasco o Cataluña: 14.522 y 5.389 tarjetas más que en enero.

El número de pacientes de otras comunidades autónomas creció en marzo, cuando se decretó el estado de alarma y comenzó el teletrabajo, por lo que algunos pudieron desplazarse a sus municipios de origen. Un aumento que volvió a producirse en junio, pero que ha sido todavía mayor en julio, con la llegada de las vacaciones escolares y laborales.

Estos datos dan una idea de la actuación de miles de personas en los últimos meses, pero no reflejan la situación actual. Para eso están las tarjetas sanitarias de desplazados activas. Porque esta tarjeta de desplazado se puede desactivar en el momento en el que uno vuelve a su residencia habitual. De esta manera, actualmente hay 87.728 tarjetas de desplazado activas. Se trata de personas que han solicitado dicho documento y se presupone, por lo tanto, que continúan en Castilla y León, porque si no, hubieran dado de baja su tarjeta.

De estos 87.000 usuarios, 44.713 proceden de la Comunidad de Madrid, 18.886 del País Vasco, 7.332 de Cataluña y 5.009 venían de Asturias.

Según los datos de la Junta de Castilla y León, Ávila y León son las provincias que registran un mayor número de pacientes desplazados actualmente: 17.116 y 14.069, respectivamente. La mayoría, procedentes de Madrid y País Vasco: 15.053 de los madrileños desplazados están en Ávila y 2.296 de los vascos, en León.

Además de estas dos provincias, registran un número elevado de desplazados Burgos (11.665) y Segovia (10.351). De nuevo, se repite la tendencia: 6.368 vascos están desplazados en Burgos y 9.119 madrileños, en Segovia. También Zamora y Salamanca contabilizan más de nueve mil tarjetas desplazadas (9.932 y 9.769, respectivamente); seguidas de Soria (6.349), Palencia (5.090) y Valladolid (3.545).

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