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El nuevo concejal del PP en el Ayuntamiento de Valladolid y asesor del Gobierno autonómico se grabó bailando al volante

El nuevo concejal del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Valladolid y asesor de Presidencia en la Junta de Castilla y León, Carlos Paramio, se grabó mientras conducía su coche y con su hija menor de edad de copiloto, cantando y bailando y soltando el volante. En las imágenes a las que ha tenido acceso elDiario.es, y que el flamante edil publicó en sus redes, se ve cómo adelanta a un camión en su camino “pal pueblo” y cómo suelta el volante varias veces para llevar a cabo una coreografía mientras mira a la cámara. Paramio infringe la normativa de seguridad vial, que castiga duramente las distracciones durante la conducción. Se trata de una conducción que podría ser calificada, según fuentes consultadas, como negligente, que conlleva una sanción económica de 200 euros. En el caso de que se considerase temeraria sería una infracción muy grave con multa de 500 euros y pérdida de 4 puntos en el carné.

El nuevo edil, que ha tomado posesión este martes, ocupa el puesto número 12 de la lista electoral del PP en las elecciones municipales de mayo de 2019 y ha conseguido el acta tras las renuncias de Jesús Julio Carnero, Borja García Carvajal y María de Diego.

Muchos cargos 'a dedo' y un piso en 'Villagaviota'

En la actualidad Paramio, licenciado en Historia del Arte, e hijo del que fuese jefe de protocolo del expresidente Juan José Lucas, trabaja como asesor en el Gabinete de la Presidencia de la Junta de Castilla y León y percibe un sueldo anual de 41.715,08 euros. No es el primer puesto a dedo que tiene en la Junta, lleva años encadenándolos. En los dos últimos años ha sido cargo de libre designación en varios departamentos. Anteriormente había ejercido como asesor también en las Cortes de Castilla y León, la Fundación Siglo y la Delegación del Gobierno en la Comunidad.

Paramio fue además uno de los beneficiarios del escándalo de 'Villagaviota' una promoción de viviendas protegidas que fueron adjudicadas por la constructora a políticos e hijos de altos cargos, entre ellos uno de los vástagos del entonces alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva. Se beneficiaron también cargos de la Diputación de Valladolid, antigua propietaria de los terrenos donde se levantó el barrio Villa del Prado y donde se encuentra el Parlamento autonómico.