El alcalde de Gaza envía una carta a Collboni para agradecerle su “valiente” apoyo a la comunidad palestina
El alcalde de Gaza, Yahya R. Sarraj, ha enviado este martes una carta a su homólogo barcelonés, Jaume Collboni, agradeciéndole el “valiente e íntegro” apoyo a la causa palestina “durante el actual genocidio”. La misiva, a la que ha tenido acceso elDiario.es, se refiere a la decisión que tomó el pleno municipal de romper relaciones con Israel hasta que se respeten los derechos humanos en Gaza.
“Esta decisión crucial, tomada ante la actual catástrofe humanitaria en Gaza, envía un claro y contundente mensaje de solidaridad con un pueblo que lucha por la dignidad, la justicia y la paz”, ha expresado Sarraj, quien ha felicitado a Barcelona por su “firme compromiso con el derecho internacional”, que refleja “altos valores de liderazgo moral y responsabilidad global”.
El alcalde gazatí también ha elogiado que Barcelona pidiera el alto al fuego inmediato y el levantamiento del bloqueo humanitario, un gesto que, asegura, “ofrece esperanza a una población que ha sufrido inmensas penurias” y que es “profundamente sinificativo” para el pueblo palestino. Sarraj cierra la carta deseando “profundizar los lazos de amistad, solidaridad y cooperación” entre ambas ciudades.
Gaza y Barcelona son urbes hermanadas desde 1998. Inicialmente, en este vínculo se encontraba también Tel Aviv, pero este hermanamiento se rompió también en la declaración que suspendía las relaciones con Israel.
El proceso para llegar a este punto se inició en febrero de 2023. La entonces alcaldesa Ada Colau decidió romper de manera unilateral (vía decreto de alcaldía) el hermanamiento que une la capital catalana con la ciudad de Tel Aviv. Pero la decisión duró apenas siete meses, hasta que Collboni, recién llegado a la alcaldía, restableció el vínculo.
El socialista tomó la decisión sólo un mes antes de los hechos del 7 de octubre, que dieron inicio a la ofensiva israelí en Gaza y, a partir de entonces, diversos movimientos sociales y algunos representantes públicos afearon al consistorio que no volviera a suspender el hermanamiento. Dos meses después, el Ayuntamiento de Barcelona rectificó y aprobó una declaración institucional que dejaba en stand by las relaciones institucionales entre Barcelona y el gobierno de Israel.
Finalmente, la ruptura se aprobó a finales de mayo mediante una propuesta pactada entre el PSC y los Comuns y que contó con los votos favorables de ERC. Ambos grupos habían presentado mociones propias, pero acabaron acordando un texto conjunto que incluyó cláusulas contractuales para que Barcelona deje de trabajar con empresas pro israelíes. Incluso se pactó que la Fira de Barcelona no pueda acoger “pabellones de Israel” ni empresas armamentísticas, así como que el puerto no permita atracar a barcos con armas destinadas al gobierno israelí.
Pero esta última parte está siendo incumplida. Este mismo lunes atracó en el Puerto de Barcelona un navío con cargamento destinado al puerto de Haifa (Israel). Lo mismo pasó a mediados de junio, con un buque que transportaba material militar, según investigaciones de entidades propalestinas.
Tal como ya pasó en estas votaciones pasadas, la proposición de mayo contó con los votos en contra de PP y Vox, que consideraron el resultado como un “grave error”. Por su parte, Junts se abstuvo, al tachar a los partidos impulsores de la rotura de las relaciones institucionales de “cínicos” por el redactado del texto y, a pesar de mostrarse de acuerdo con alguna de las premisas, consideraron que no estaba suficientemente clara “la condena a Hamás” y apuntaron a que “Israel tiene derecho a defenderse”.
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