El polémico contenido de la ley Wert no ha alterado la agenda reivindicativa de las escuelas que deben cerrar sus puertas progresivamente a partir del año próximo. Agrupadas en torno a la recién constituida plataforma 'Ninguna escuela se cierra', un total de cinco de estos centros afectados se han desplazado hasta el centro de Barcelona para pedir a la Generalitat, una vez más, que reconsidere su decisión de desmantelarlos.
Madres, padres, alumnos y maestros han protestado por la mañana en la plaza Cataluña, y por la tarde se han trasladado hasta la plaza Sant Jaume, en lo que ha sido una entera jornada reivindicativa. Se trata de los centros Sant Baldiri, de Lliçà d'Amunt; Gil Cristià i Arbòs, de la Selva del Camp; Vilamagore, de Sant Pere de Vilamajor; El Castell, de Tona, y Can Montllor, de Terrassa. Este último es el único que ya no abrirá a partir de septiembre. En cuanto al resto, por orden del departamento ya no han abrirán plazas de P-3 para 2013-2014, así que irán cerrando cursos a medida que avancen los años.
La mayoría de colegios respondían al perfil de escuelas construidas en los últimos años y con proyectos pedagógicos innovadores, pero las supuestas razones demográficas esgrimidas por el departamento de Enseñanza han tenido más peso. Unas razones que, según las familias afectadas, tienen más que ver con cuestiones económicas.
Las familias han escenificado su indignación cargando ataúdes de cartón con las características camisetas amarillas. Esta es su última protesta, pero llevan exactamente tres meses reclamando soluciones a las puertas de los centros, de los Ayuntamientos, del departamento de Enseñanza y del Parlamento de Cataluña.
Segundo escrache en casa la consellera Rigau
Un grupo de docentes interinos se ha desplazado este sábado hasta la residencia de la consejera de Enseñanza, Irene Rigau, para reclamar un cambio en la política de recortes que el Gobierno está llevando a cabo desde hace más de dos años. La veintena de maestros que han participado de la protesta han intentado hablar con la consejera sin éxito, y se han dedicado a pegar carteles por la zona y a gritar proclamas como “Rigau, divina, trabaja de interina”.
El colectivo de interinos es uno de los más perjudicados por los ajustes presupuestarios. Muchos de ellos han tenido que ver cómo se les recortaba el sueldo un 15%, y otros han acabado pasando a la bolsa de sustitutos.
Esta es la segunda vez que las protestas por los recortes, siguiendo el patrón de los 'escraches' popularizados por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), llegan a casa de Rigau. Hace unas semanas fueron las familias de la escuela Can Montllor las que se desplazaron hasta Ribes de Freser.