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El colectivo trans se manifiesta en Barcelona: “Con o sin bus, hay mucho por reivindicar”

La cabecera de la manifestación del colectivo trans en Barcelona

Yeray S. Iborra

Decenas de copias del libro con mensajes transfóbicos que el grupo ultracatólico HazteOir reparte a familias e instituciones han quemado este viernes por la noche ante el Ayuntamiento de Barcelona. Cerca de 200 personas, las mismas que han recorrido las calles de Barcelona desde Plaça Universitat cantando por los derechos de las personas trans y en su mayoría jóvenes, han alimentado las llamas con más y más ejemplares. Hasta agotar existencias. “¡Que no se apague, hay mucho por lo que luchar!”, han gritado, al unísono, varios de los asistentes.

“El bus es una anécdota, la transfobia sigue en aulas o incluso en las comidas familiares”, ha comentado ante la fogata, y entre vítores, Pol Vila, miembro de una de las entidades convocantes, Joves Trans de Barcelona. Precisamente por la transfobia “del día a día”, una asamblea abierta el miércoles pasado decidió que, pese a la retención del “bus del odio” ese mismo día en Madrid a petición de un juez, la protesta de este viernes debía celebrarse. “Por esta u otras agresiones”.

Razón no les faltaba: la campaña de HazteOir finalmente ha seguido su recorrido, aunque cambiando su apariencia. El colectivo trans ha aseverado durante la marcha que “poco importa” que el bus –ahora caravana– haya echado a andar de nuevo este viernes tras añadir dos signos de interrogación a la frase tránsfoba de su carrocería. “El autobús es una anécdota, con o sin él, hay mucho que reivindicar. La transfobia sigue existiendo, en las aulas y en las calles”, ha dicho Vila.

El hecho que la caravana “siga emitiendo mensajes de odio” refuerza la tesis del colectivo: el bus es un mal menor para las discriminaciones de un colectivo, el trans, que cotidianamente es “maltratado”. “En cada clase de primaria, de dibujo o de biología sigue existiendo el mensaje de HazteOir. Por eso la importancia de una manifestación como esta”, ha citado Vila.

Según el colectivo trans, no son muchas –más allá del Octubre Trans– las manifestaciones en las que se reivindican de forma focalizada las discriminaciones trans. Precisamente por eso, desde Joves Trans se ha pedido para la marcha de este viernes, que se ha celebrado sin incidentes, que la bandera trans fuese la única que ondease. Así ha sido, excepto contadas excepciones.

Tras cerca de hora y media de caminata, con una parada prolongada en la iglesia de Sant Jaume –a mitad de la calle de Ferran, a escasos metros del Ayuntamiento– para abuchear con fuerza a la institución religiosa (“Vuestra moral no pondrá fin a nuestra existencia” o “HazteOir o haztelo mirar”), la manifestación ha llegado a su fin. A los pocos minutos, sin necesidad de la lluvia –ha amenazado todo el recorrido– las llamas se han disipado. La faena estaba hecha: hoy ha sido el colectivo trans el que se ha hecho oír. “Será así las veces que haga falta: aquí está la resistencia trans”.

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