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Illa se ofrece para modificar los presupuestos catalanes y Aragonès le reclama ayuda para obtener más déficit

Aragonès e Illa durante una reunión en el Palau de la Generalitat

Arturo Puente

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A tiempos excepcionales, mayorías excepcionales. El jefe de la oposición y líder del PSC, Salvador Illa, ha ofrecido este miércoles al president de la Generalitat, Pere Aragonès, los votos de sus 33 diputados para sacar adelante las medidas necesarias para hacer frente a la crisis económica derivada de la guerra en Ucrania. Incluyendo, si fuera necesario, una modificación de las cuentas de la Generalitat aprobadas en diciembre pasado. “Mi grupo está en disposición de escuchar, de proponer y de ayudar”, ha asegurado Illa, a quien Aragonès ha agradecido la colaboración en una sesión de control incruenta entre ambos.

Tras el ofrecimiento, Aragonès ha aprovechado las palabras de Illa y le ha reclamado su apoyo para que el Gobierno central permita a la Generalitat un aumento del límite de déficit de 0,4 puntos, lo que le permitiría disponer este año de 1.000 millones de euros. “Ya trasladé hace un mes la necesidad de que la Generalitat tenga un aumento del margen de gasto”, ha dicho, “lo que nos permitiría solucionar algunas cosas como la falta de un fondo COVID, pero también para afrontar ayudas a las familias y a las empresas mes afectadas por las consecuencias de la guerra”. El jefe del Govern ha pintado además un futuro nublado porque, ha dicho, “vienen tiempos de inflación elevada” algo que “trastoca toda la dinámica de los últimos 30 años”.

En este sentido, Aragonès ha resaltado el paquete de medidas aprobado este martes por su gobierno, con medidas tanto económicas como de ayuda a los refugiados y que suponen una factura total de 120 millones de euros de gasto, además de 70 millones que la Generalitat dejará de ingresas por los retoques impositivos. “Son medidas correctas pero creo que son insuficientes. Quiero pensar que son un primer paquete de medidas. ¿Está dispuesto a aprobar un segundo paquete?”, le ha invitado Illa. Las palabras del líder socialista recordaban a las que un día antes había pronunciado Aragonès sobre el paquete de medidas aprobado por el Gobierno de España, del que el republicano había dicho que era un buen inicio pero que debían continuar.

Illa también ha destacado sus reuniones en los últimos días con agentes empresariales, sindicatos y entidades del tercer sector. “He visto ganas de consenso y de acuerdo, y de participar. Creo que existen las condiciones para crear una mayoría parlamentaria y social sólida para responder de la mejor manera posible”, ha dicho el socialista, que ha pedido a Aragonès que “aproveche esta predisposición al consenso y acuerdo”.

La mano tendida del socialista se ha producido en una sesión de control en la que los aliados tradicionales de Aragonès, la CUP y los comuns, han mostrado algo más que distancia respecto al Govern. Por parte de los anticapitalistas el punto de fricción sigue siendo la inmersión lingüística y la reforma de la ley de política lingüística, que para la CUP significa una renuncia inasumible. La jefa de filas de la CUP, Dolors Sabater, ha acusado a Aragonès de “vender la lengua” y plasmar en una modificación legal la sentencia del 25% que liquida la inmersión lingüística. Un dardo que ha hecho reaccionar con contundencia al president, que ha respondido a la diputada: “Puedo aceptar discrepancias y entender su posición crítica, pero no nos pueden decir que vendemos la lengua. Nosotros no vendemos la lengua. Nunca se lo diríamos a ustedes”.

Tampoco con la líder de En Comú Podem, Jéssica Albiach, ha encontrado Aragonès entendimiento este miércoles. La diputada ha vuelto a preguntar por el respaldo del president a Josep González-Cambray, conseller de Educación, a quien Aragonès ha vuelto a mostrar toda la confianza. “Se han quedado solos”, le ha espetado Albiach, tras repasar las críticas de PSC, CUP y comuns al conseller que se ha convertido en el centro de las críticas de los docentes por su empeño en avanzar una semana el calendario escolar. “Tome las riendas de lo que se ha convertido ya en una crisis de Govern y cese al conseller”, le ha reclamado la de los comuns, algo que Aragonès ha mostrado que no tiene intención de hacer.

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