Un nuevo informe médico responsabiliza a los mossos del Caso Raval de la muerte de Benítez
Juan Andrés Benítez no tenía ninguna enfermedad cardíaca ni un nivel de cocaína en sangre que se puedan considerar causa del paro cardíaco que ocasionó su muerte, concluye un informe médico encargado por el abogado de la familia de este empresario muerto el pasado 6 de octubre tras ser reducido por los Mossos en el Raval.
La autopsia practicada a Benítez, golpeado por varios policías mientras era reducido, concluyó que “los traumatismos (no directamente mortales) y la contención (de los policías), junto con el consumo de cocaína, desencadenaron la muerte en una persona con predisposición por padecimiento de enfermedad cardíaca arritmogénica”. El nuevo informe médico, sin embargo, niega estos argumentos del caso Raval.
El informe, por una parte, descarta que la víctima sufriera un síndrome de WPW (Wolff-Parkinson-White), una enfermedad cardíaca generadora de arritmias que pueden desencadenar un paro cardíaco. Por otro lado, señala que los restos de cocaína y residuos de Viagra detectados en el cuerpo de Benítez tampoco pueden ser considerados causa de la muerte. Según el documento, los niveles sólo mostraban que había consumido estas sustancias días antes. “Pero ni se encontraba bajo sus efectos ni podían ayudar a causarle la muerte”, remarca el abogado de la familia en declaraciones a ACN.
Además, el informe presentado también niega que Benítez hubiera sufrido las heridas antes de la llegada de los mossos, como afirman estos. Analiza la llamada que hizo a la Guardia Urbana tras pelearse con un vecino y antes de que llegara la policía y asegura que con fracturas dental, nasal, malar y hematoma en el cartílago tiroides, la deglución de medio litro de su sangre (que podría causarle el episodio obstructivo, asfixia) y las contusiones con hematoma epicraneal no habría sido capaz de articular correctamente un relato telefónico.