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La participación cae en Catalunya más de 22 puntos respecto a 2017 a las 18.00 horas

Cataluña celebra unas nuevas elecciones al Parlament, marcadas por la pandemia y por la fragmentación política

Arturo Puente / Victòria Oliveres

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El 45,65% de los electores catalanes han acudido hasta las 18 horas a las urnas, según los datos publicados por la Generalitat con la mitad de las mesas recontadas. Este porcentaje supone una caída de más de 22 puntos respecto al segudo avance de participación de los comicios de 2017, cuando a esta misma hora había votado el 68,26% del electorado. Cabe recordar que, debido a la situación de excepcionalidad en la que se celebra esta jornada, desde que han abierto los colegios hasta las 12 horas estaba previsto que votasen los colectivos de riesgo, uno de los motivos que podrían estar detrás de esta reducción de la participación, tal y como ha explicado el Conseller de Acción Exterior y Relaciones Institucionales, Bernat Solé.

El dato de participación a las 13 horas en la jornada de hoy ya había supuesto la asistencia más baja desde que hay registros en Catalunya. Este dato ha sido confirmado a las 18h, cuando se ha marcado de nuevo el récord de asistencia más bajo en Catalunya, a excepción de 2006, cuando quedó 4 décimas por debajo de la de hoy.



Todas las encuestas habían pronosticado una fuerte caída de la participación, aunque solo las últimas habían apuntado que podía situarse por encima de los 20 puntos. La razón tiene que ver, por una parte, con que el en año 2017 se alcanzó el récord de participación, con un 79% del voto, en un contexto de máxima tensión por el proceso independentista. Con el debate nacional más apagado, se esperaba que la abstención pudiera volver a niveles anteriores al procés.

Sin embargo, la principal razón para una bajada por debajo de los índices históricos tiene que ver con la pandemia, que ha generado tanto ruido en torno a su organización como posibles recelos a acudir al centro de votación o por la mayor lentitud en el proceso. El único precedente en España de unas elecciones en pandemia, aunque con una incidencia mucho menor, es la de los comicios autonómicos en julio de Galicia y el País Vasco, donde ya ocurrió algo similar al escenario que ahora ocurre en Catalunya.

La participación en Euskadi y Galicia en julio pasado cayó 7,2 y 4,7 puntos porcentuales, respectivamente, al final de la jornada. En los casos gallego y vasco, la participación se mantuvo más a primera hora y acabó cayendo por la tarde, y la participación quedó en el 50,7 en el caso vasco y en el 48,9 en Galicia. Hay que tener en cuenta que en la medición actual de los votos catalanes no está aún el voto por correo, que creció hasta superar los 250.000 sufragios y supondrá, cuando se sume, 4,7 puntos más.

Por provincias, la que más cae es Tarragona, que se queda en un 42% de participación, seguida de Barcelona, que marca el 45,9%, cuando en 2017 fue el territorio más movilizado. Este año, en cambio, la provincia que más ha acudido a votar es Girona, con el 47,3% de participación a las 18h, segudo por Lleida (46,4%).



Respecto a en qué zonas está bajando más la participación, son las ciudades donde en hace tres años se votó menos independentista. Destacan por la desmovilización municipios como Badia del Vallès, La Canonja (Tarragona), Ripollet, El Prat, o incluso ciudades más grandes como L'Hospitalet, Badalona o Mataró, que habían sido feudos tradicionales del PSC.

En el otro lado se observa como los municipios donde menos ha bajado la participación son zonas más independentistas, como Sant Julià de Vilatorta, Gurb, Corçà o Porqueres, dos primeras en la provincia de Barcelona y las otras situados en Girona.



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