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Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.

 

‘Sherlock: La novia abominable’, misma esencia en distinta época

Foto: eltinteroylaplumagotica.blogspot.com

Mario Cerdeño

El año nuevo trae consigo promesas, deseos, desafíos y sorpresas. Y el año seriéfilo regresa con más y más nuevas ficciones que llenan las pantallas de miedo, terror, drama, comedia, acción, amor, muertes, villanos o héroes, entre otras cosas. Pero también trae vueltas como la de ‘Sherlock’ y su esperadísimo especial de Navidad: ‘La novia abominable’. Hace dos años que se acabó la irregular tercera temporada y este episodio de 90 minutos sirve para mitigar la dura espera de la cuarta que se estrenará, previsiblemente, a principios de 2017.

En este especial, ‘Sherlock’ vuelve a sus orígenes: al Londres Victoriano de finales del siglo XIX. Un giro temporal utilizado por Steven Moffat (Dr. Who) y Mark Gatiss para ganarse a los fans más puristas de las novelas de Arthur Conan Doyle. Una vuelta al pasado que sirve para dos cosas: para demostrar que los dos personajes son atemporales y también para convertir la serie es un auténtico mecanismo meta referencial, con guiños a su propia mitología, a la literatura y guiños a la ficción de los ochenta.

En 1895, Sherlock (Benedict Cumberbatch) y Watson (Martin Freeman) vuelven a conocerse y a compartir piso en el 221B de Baker Street. Tras varios años de aventuras y desventuras se enfrentarán a uno de los casos más difíciles, por no decir el que más: ‘La novia abominable’. Un ‘fantasma’, el de la señora Ricoletti, vuelve a la vida para asesinar a su marido, el señor Thomas Ricoletti. Desde ese momento el ‘espectro’ aterroriza las calles del Londres Victoriano. Los dos detectives tendrán que dilucidar qué tiene de verdad y de mentira esta historia.

El ‘Sherlock’ de la BBC me ha parecido siempre una adaptación formidable, y sin duda, pienso que no hay mejor época -la actual- para el personaje, consiguiendo que la modernidad, con todo lo que ello trae, aporte un extra a las historias de Arthur Conan Doyle. Por otro lado, Benedict Cumberbatch y Martin Freeman, siempre superlativos, han dotado a estos dos mitos de la literatura de carisma y complejidad interpretativa. El especial de navidad huye del presente para buscar un homenaje en toda regla a los orígenes.

El capítulo vuelve a introducir al espectador en esos mecanismos narrativos seductores que triunfaron en capítulos anteriores: puzzles, ritmo, giros y química Holmes-Watson además de unos interesantes contrapuntos cómicos. Todo ello da como resultado un episodio interesante y divertido. La peccata minuta de ‘La novia abominable’ es que para mí, y sin entrar en spoilers, es redondo hasta que en cierto punto se vuelve un tanto tramposo, engañoso y efectista. ¿Es disfrutable y sigue manteniendo su esencia? Sí, totalmente, pero pienso que Moffat comete un error en el texto, porque hace perder la magia de la historia. Hay un exceso de locura y ritmo en el guion que golpea al espectador constantemente y al final te puedes sentir noqueado y confuso.

La dirección (Douglas Mackinnon) y la fotografía (Suzie Lavelle) vuelven a ser impecables en una serie en la que todo se cuida al milímetro. La ambientación y detalles del Londres Victoriano convierten algunas escenas en un gran espectáculo visual.

La historia y la época de ‘La novia abominable’ sirven como excusa narrativa para bucear por el laberinto cognitivo de Sherlock, uno muy complejo, de un psicópata moderno. Un esquema mental en el que se verá la influencia de Watson y su hermano Mycroft (Mark Gatiss) en Holmes. Aunque también es muy interesante todo lo que subyace del relato: la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres -la señora Watson (Amanda Abbington) está a favor del voto femenino-, el miedo a la muerte, el tormento del pasado, la amistad o el eterno retorno.

Aunque no me haya parecido el mejor de los capítulos de ‘Sherlock’, no pierde su esencia, que la hace disfrutable y entretenida. Un nexo o puente hacia la próxima cuarta temporada que estoy esperando impacientemente. En España se puede ver a través del canal TNT y a través de Yomvi.

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