El IVAM celebra 30 años y lo hace con una puesta de largo de su colección a través de la exposición titulada 'Tiempos Convulsos. Historias y Microhistorias en la colección del IVAM'.
Compuesta por 375 obras, ha sido minuciosamente seleccionadas de entre las más de 12.000 piezas que componen los fondos artísticos del museo, ha sido comisariada por MªJesús Folch, Sergio Rubira –también subdirector de Colección y Exposiciones del centro- y el propio director del IVAM, José Miguel Cortés. Esta exposición ha contado con la colaboración de la Fundación Banco Sabadell, representada en esta ocasión por Ramón Satorra, Director Segmento Particulares Territorial Este de Banco Sabadell.
Dispuesta a lo largo de 10 salas en las galerías 4 y 5, podrá verse entre el 14 de febrero de 2019 y el 19 de abril de 2020. El centro ha tomado uno de los núcleos fundamentales de su colección para esta exhibición, como son el Pop Art, especialmente el británico y los realismos españoles.
En ella se pone en relación el contexto histórico, que pivota entre los años 30 y la actualidad, y el papel crítico que adoptó el arte en relación a los hechos políticos, sociales y económicos del momento como fueron las dos Guerras Mundiales, la Guerra Civil Española, la industrialización y la sociedad de masas vista desde los mass media, así como la aparición de feminismos y la teoría de género o las migraciones.
Con obras de artistas como: Eduardo Arroyo, Robert Rauschenberg, Bruce Nauman, Hadjithomas & Joreige, Martha Rosler, Rula Halawani, Equipo Crónica, Darío Villalba, Luis Gordillo, Benjamín Palencia, André Masson, James Rosenquist, Dora García, Carmen Calvo, Jasper Johns, Khatarina Fritsch, Claes Oldenburg, Richard Prince, Victoria Civera, John Baldessari, Öyvind Fahlström, Antoni Muntadas, Gillian Wearing, Cindy Sherman, Valery Export, Annette Messager, Esther Ferrer, Pierre Molinier, Ahlam Shibli, Pepe Espaliú, Michel Journiac, Claude Cahun, Guillermo Kuitka, Rogelio López Cuenca, Francesc Ruiz, Mona Hatoum, Yto Barrada, Nadia Benchallal, entre otros, el IVAM hace un relato y un retrato de esta época desde la mirada de estos y otros creadores procedentes de diversos lugares del mundo.
Una escultura de grandes dimensiones, el Prometheus de Jacques Lipchitz, se alza a más de dos metros de altura a la entrada de la Galería 4 y da la bienvenida al visitante simbolizando la metáfora de lo que va a encontrar dentro: la reivindicación de los artistas como creadores de discursos y lenguajes que se enfrentaran a lo establecido y protectores de la libertad del hombre ante las imposiciones sociales, políticas o económicas.
A través de esta escultura, su autor quiso hacer un monumento al hombre y a su poderosa libertad, recurriendo al mito de Prometeo en un contexto en el que ya se vislumbraban las tensiones políticas en Europa previas a la Segunda Guerra Mundial, así como el creciente poder de la Alemania nazi, simbolizada por un águila.
La pieza se expuso en la Exposición Universal de París de 1937 y como si de una premonición se tratara, fue destruida y retirada del lugar en el que fue exhibida. Prometeo, encadenado a una roca por Zeus, era atacado cada noche por un águila que devoraba su hígado, la inmortalidad de Prometeo hacía que su hígado se reconstruyese cada noche repitiéndose el episodio en cada ocaso hasta que fue finalmente liberado por la flecha de Heracles, que mató el águila.
Al entrar en la galería 4 comienza la exposción distribuida en seis conceptos: Violència y Poder, Mundos Ocultos, Duchamp y el Mundo de los Objetos, El Cuestionamiento de las Imágenes, Cuerpos Disidentes y Periferias Urbanas.
El director del IVAM, Jose Miguel Cortés, también comisario de Tiempos Convulsos, ha explicado que esta es la cuarta lectura de los fondos del museo que se hace desde septiembre de 2014 y que muestra la riqueza del centro.
Cortés ha continuado y ha señalado que las obras expuestas son de 125 artistas nacionales e internacionales y que unas cuentan historias y otras microhistorias relacionadas con aspectos fundamentales del contexto político, social y económico de los últimos años.
El 45% de las obras no se han mostrado nunca o en muy pocas ocasiones, a las que se ha añadido una obra de depósito que ha dejado el Museo Nacional de Arte Reina Sofía al IVAM por cinco años, que se trata de una colaboración de Andy Warhol con Basquiat durante la Guerra Fría. El director del IVAM ha asegurado que este depósito es resultado de un trabajo más estrecho e íntimo con el Reina Sofía.
Jose Miguel Cortés ha destacado que no se puede organizar un museo ajeno a las quimeras e historias de la vida cotidiana y ha subrayado que la exposición sirve de agitación y reflexión sobre nuestras formas de pensar, nuestras visiones e ideas.
MªJesús Folch, comisaria de la exposición, ha iniciado su explicación en una sala que alude al sufrimiento derivado de las Guerras Mundiales, para lo que ha remitido a las teorías de Sigmund Freud y Albert Camus y la idea que tienen ambos sobre cómo el hombre reacciona frente al trauma.
Folch ha afirmado que tanto el arte como la rebelión son mundos paralelos, siendo el arte el ámbito que tiene un lado terapéutico para liberarse de lo negativo y obtener respuesta a las acciones destructivas del hombre. Un ejemplo evidente es la obra de Zorau Music, en la que el artista retrató su visión de las personas que vivían en campos de concentración en la Alemania nazi. Unos seres asexuados, sin rostro y rodeados de un halo de dolor. Pues para el artista, cuando hay sufrimiento se pierde la identidad.
Por su parte, el subdirector de Colección y Exposiciones y también comisario de la exposición, Sergio Rubira, ha resaltado que Tiempos Convulsos ha tomado uno de los núcleos fundamentales de la colección de IVAM, que es el arte Pop. En este punto, los artistas analizan los objetos como mercancía para parodiar la sociedad de consumo desarrollando técnicas como el ready-made, a través de la cual se apropian de objetos dándoles otro significado.
Rubira se ha detenido frente a la obra de Gillian Wearing y ha afirmado que es una de las últimas adquisiciones del museo, entroncando con el objetivo del centro de comprar el 50% de obra de mujeres y el 50% de hombres.
El recorrido de la exposición ha terminado con la visita a la muestra que se exhibe en la Sala de la Biblioteca en la que se ha trabajado a través de la literatura y la historia de los trabajos de Max Aub, Manuel Chirbes y Eduardo Hervás para poner en relación el contexto del ámbito pictórico con el editorial de aquellos años y reflexionar sobre cómo se cuentan las historias en un ámbito y otro.
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