Las startups de CaixaBank quieren instalarse en la Marina de València
La Marina de València avanza en su consolidación como epicentro de innovación y de la nueva economía emergente.
Tras instalarse el proyecto Lanzadera (impulsado por Juan Roig) e Imsomnia (creado por Bankia), el siguiente en llegar, casi con toda seguridad, será DayOne, el servicio especializado para jóvenes emprendedores de CaixaBank.
Así, según ha averiguado eldiario.es, la entidad bancaria pujará por hacerse con la antigua Estación Marítima como sede, un edificio de unos 7.000 metros cuadrados que inicialmente se iba a demoler, y que, tal y como informó este diario, finalmente tendrá un uso relacionado con la innovación con una capacidad para 300 startups.
Al respecto, fuentes del Consorcio València 2007, entidad que gestiona la Marina, han confirmado que les consta el interés de CaixaBank, aunque no han ofrecido más detalles al respecto.
Las mismas fuentes han informado de que este misma semana saldrá a licitación la reforma y la explotación del edificio que necesitará de una inversión cercana a los dos millones de euros por parte de la entidad adjudicataria para adecuarla a su nuevo uso.
Además de la inversión de dos millones de euros, la adjudicataria deberá pagar al Consorcio un canon mensual en concepto de alquiler de 13.600 euros.
Préstamo participado
Por otra parte, el Consorcio València 2007 sigue estudiando fórmulas para tratar de librarse de la losa en forma de deuda que la entidad contrajo con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) por valor de 465 millones de euros para ejecutar las obras de adecuación de la Marina con motivo de la Copa del América.
La última que se baraja, según ha explicado a eldiario.es el director del Consorcio, Vicent Llorens, es la posibilidad de pedir al Tesoro Público un préstamo participado por la misma cantidad, de forma que se limpiaría la deuda con el ICO.
Esta operación haría que el Consorcio dejara de figurar como entidad morosa, algo que hasta ahora, entre otros inconvenientes, le ha impedido acceder a numerosas líneas de ayudas europeas, así como a presentar programas o proyectos que pueden contar con financiación europea.
En cuanto al préstamo participado, según Llorens, se iría devolviendo cada año una cantidad en función del beneficio de explotación que obtenga la Marina, sin perjuicio de que en una futura negociación política se acordara que el Gobierno asumiera toda la deuda, o al menos una parte, como viene reclamando tanto el Ayuntamiento como la Generalitat.
