Ecologistas aplauden la decisión de Medio Ambiente de eliminar toneladas de carpas que amenazan el ecosistema de El Hondo

A la segunda puede que vaya la vencida. La Conselleria de Medio Ambiente, a través de la Dirección General de Parques Naturales, ha autorizado por segunda vez la desecación del embalse de Poniente de El Hondo con el objetivo de acabar con la sobrepoblación de la carpa común.

En el verano del año pasado, la densidad de esta especie invasora creció a la vez que disminuyó el nivel de agua del embalse de Poniente, lo que provocó la muerte de miles de ellas que amenazaban con propagar una epidemia de botulismo aviar. Entonces la Conselleria dio el visto bueno en septiembre para desecar todo el embalse, pero la irrupción de las lluvias en esa época del año hizo que la decisión llegara “demasiado tarde”, recuerda Sergio Arroyo, presidente de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA), asociación que desde febrero de 2017 venía alertando de esta situación a la administración autonómica.

Ahora, este colectivo ecologista celebra la determinación de la Dirección General de actuar antes y vaciar el embalse previsiblemente para mediados de julio. Una operación “muy compleja”, reconoce el presidente de la Junta Rectora de El Hondo, Vicente Sansano, porque se trata de un embalse que tiene una función de riego “y no lo puedes desecar cuando quieres”.

Desde Riegos de Levante, comunidad propietaria del parque natural, se reconoce el problema y su presidente, Javier Berenguer, piden que el vaciado del embalse “se gestione de la mejor forma para que no afecte a los agricultores” que se nutren de él.

Vaciado que en este momento, por ejemplo, sería inviable, “porque las aves están nidificando y se están sucediendo las lluvias”, aclara Sansano. Este catedrático de Biología jubilado confiesa que van a intentar desecarlo “totalmente”, pero no se muestra tan optimista en mantener ese estado durante unos meses para poder trabajar. “Va a ser difícil por las lluvias de septiembre o sobre todo octubre”, asume.

En concreto, el plan pasaría por la eliminación de este pez de agua dulce que se cifraría en “miles de toneladas”, sostiene Arroyo. El problema con las carpas en este enclave, situado entre Elche y Crevillente, no es nuevo. Desde AHSA llevan tiempo denunciando esta situación casi cíclica que se presenta desde hace décadas y que hasta ahora no ha tenido respuesta de la Conselleria de Medio Ambiente. La novedad, añade Sansano, es que la dirección del parque haya decidido actuar.

La afección de la carpa común se explica por su actuación en el fondo del embalse donde lo remueve y, en consecuencia enturbia el agua, lo que a su vez impide que penetre la luz y por lo tanto que crezca la vegetación acuática. Esto conlleva, por un lado, que otros peces no puedan comer y se mueren y, por otro, que los insectos que también se alimentan de estas plantas no puedan alimentarse y las aves se queden sin comer insectos ni vegetación.

Tanto Sansano como Arroyo se muestran de acuerdo en que el problema no solo está en acabar con las carpas actuales, sino en evitar que entren nuevas. La vía de paso es a través del río Segura y los azarbes de riego que acaban desembocando. Hasta ahora se han puesto mallas para que no se cuelen las carpas grandes, pero “no puedes evitar que entren los alevines”, explica el director del parque.

“Estamos intentado que la conselleria -que es responsable directa de la gestión del lugar- implique al ministerio de Medio Ambiente para recabar fondos europeos destinados a luchar contra este problema”, señala Sansano.

Ya en febrero del año pasado, AHSA reclamaba la urgente instalación de dispositivos que impidieran la entrada de ejemplares al embalse de la carpa común conocida como Cyprinus carpio. Además en ese escrito solicitó que, según lo establecido en el Catálogo español de especies exóticas invasoras, se redactara una Estrategia de Lucha contra este pez invasor en el Parque Natural de El Hondo y se solicitara ayuda técnica y económica al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para la aplicación del mismo.

AHSA sostiene a través de un comunicado “que lo peor de esta situación es la grave repercusión que está teniendo para las aves acuáticas nidificantes en este espacio natural”, y recuerda que ya en la pasada temporada reproductora “varias especies vieron reducir de forma drástica sus efectivos reproductores, destacando entre ellas a la Malvasía cabeciblanca Oxyura leucocephala, una especie de pato catalogada en peligro de extinción. Su presidente Sergio Arroyo va más allá y vaticina que después de que en 2017 la población de esta ave se redujera ”a la mitad“, para este año ”prácticamente va a desaparecer“.