Expertos de todo el mundo debaten ideas para que Valencia sea más sostenible
La Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universitat de València, en el campus de Burjassot-Paterna, acoge desde este lunes y hasta el 2 de octubre la escuela de verano PhD de la iniciativa europea Climate-KIC, una de las comunidades de conocimiento promovidas por el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT). Uno de los principales objetivos de este encuentro de investigadores es debatir ideas para que Valencia avance hacia unos estándares más sostenibles, es decir, hacia un municipio bajo en carbono, con cero emisiones, más eficiente, habitable, conectado e innovador.
Según un comunicado, durante las próximas dos semanas, 28 investigadores y expertos de 16 prestigiosas Universidades europeas, explorarán y analizarán soluciones creativas, y con posibilidades reales de aplicación, para los problemas urbanos de la ciudad de Valencia vinculados al medio ambiente, la movilidad y el cambio climático. Estos expertos de 14 nacionalidades diferentes, no solo de Europa, sino tan lejanas como China, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Irán, demuestran lo internacional de este encuentro y que la lucha del cambio climático es una preocupación global.
Valencia, en la lucha contra el cambio climático
Esta escuela de verano integra los principales retos de las tres plataformas de la Climate-KIC, que se centran en el seguimiento de las emisiones de efecto invernadero, los sistemas de ciudades sostenibles y la transformación del entorno construido. La edición valenciana de la Summer School de la Climate-KIC, ha contado en su conferencia inaugural con el Teniente Alcalde y Concejal de Participación, Derechos e Innovación Democrática, Jordi Peris.
Peris indicó que teniendo en cuenta que el 70% la población vive en entornos urbanos “las ciudades tienen un destacado papel para actuar contra el cambio climático”, es por esto que “el Ayuntamiento de Valencia viene suscribiendo desde hace tiempo su compromiso en esta lucha, no solo con la firma del Pacto de Alcaldes en el 2009, si no con su segunda parte, la de Adaptación al Cambio Climático, donde los compromisos de reducción de emisiones aspiran a ser del 40 % para el 2030”.
En este sentido, y dado que el municipio de Valencia, situado en el corazón de Mediterráneo, tiene pronosticados eventos extremos que ya se están sufriendo, como lluvias torrenciales, olas de calor extremas, largos periodos de sequías, éste se tiene que adaptar a los nuevos escenarios, con fusión de políticas, integración de estos modelos con las TICs, y disminuyendo las emisiones que provienen de la movilidad urbana.
Peris manifestó que “desde el Ayuntamiento de Valencia queremos ser un modelo para la sociedad, donde ya tenemos presentes algunas de las medidas que se deben tomar”. Dentro de estas medidas que el Consistorio pretende abordar, Peris citó algunas: “cambiar el alumbrado público por leds, bajar el límite de velocidad a 30 km/hr en todo el centro urbano, aumentar la flota de autobuses y hacerlos más sostenibles, hacer que el ciclo del agua sea más eficiente, dirigir los impuestos municipales en beneficio de aquellas actuaciones que sean más sostenibles”, así como hizo especial énfasis en impulsar las zonas sumidero de CO2 que actualmente dispone Valencia en su término municipal, como son La Huerta (los huertos que rodean la ciudad), la Albufera (el parque natural con un lago de agua dulce), o la Devesa (un bosque mediterráneo de pinos con un conjunto de dunas).