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La Gürtel valenciana en la Audiencia Nacional: juicio a una manera de hacer política

Ricardo Costa, Vicente Rambla, Yolanda García y David Serra.

Sergi Pitarch

Valencia —

Todavía se recuerdan en València los actos que el todopoderoso PP de Francisco Camps montaba en cada proceso electoral. Como si de mítines estadounidenses del Partido Republicano se tratara, los militantes y periodistas que asistían a ellos se quedaban perplejos ante la fuerza de un partido que llenaba plazas de toros, campos de fútbol y que convertía sus actos en una fiesta total. En un acto celebrado en Feria Valencia llegaron a utilizar un rayo láser como los que se pueden ver en las discotecas de Ibiza.

La batuta de esos geniales actos la llevaba Álvaro Pérez El Bigotes quien, pese a pertenecer a una empresa externa, se llegó a meter en el corazón del PP valenciano y del Palau de la Generalitat. Tanto que el número tres del partido, el que fuera secretario general Ricardo Costa (hermano del exministro de Aznar Juan Costa), llegó a pedir a El Bigotes que mediara ante el presidente de la Generalitat Francisco Camps para que lo hiciera conseller.

Un pilar de Rajoy

Y no era para menos, con la maquinaria Orange Market -posteriormente bautizada por la policía nacional como trama Gürtel- el PP de Camps arrasó en las elecciones autonómicas y municipales de 2007 y en las Generales de 2008, en las que brindaron casi 1,5 millones de votos a un Marino Rajoy que perdía por segunda vez ante José Luis Rodríguez Zapatero. Eran los años en que, con un PP nacional fuera de juego, el PP valenciano se convirtió en uno de los pilares que sustentaron el liderazgo de Rajoy pese a sus dos derrotas electorales.

Ese invicto PP valenciano es el que se sienta a partir de mañana lunes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional. Un juicio a una manera de hacer política. En la vista oral no están todos los que son, pero sí están todos los que mandaron con puño de hierro sobre unas instituciones y un partido que, según la Fiscalía Anticorrupción, consiguió 1,2 millones de euros de dinero extra sobre los permitidos y fiscalizados por ley para las campañas electorales.

Estos ríos de dinero negro permitieron a los populares valencianos partir con ventaja -dopaje lo llama la oposición- respecto a sus rivales y convertirse en la envidia de sus compañeros en España. La Comunidad Valenciana, Baleares y Madrid gobernadas por el PP se autobautizaron como el “eje de la prosperidad”. Ahora sus líderes llenan los banquillos de los acusados en sus respectivos tribunales y en la Audiencia Nacional, que es la encargada de desmontar los grupos de delincuencia organizada.

La Fiscalía Anticorrupción solicita siete años de cárcel y nueve meses para el que fuera secretario general del PPCV y exdiputado autonómico Ricardo Costa; el ex vicepresidente de la Generalitat y exdiputado autonómico Vicente Rambla; el antiguo vicesecretario de organización y exdiputado regional David Serra; y su antecesora en la gerencia Cristina Ibáñez. Para la entonces gerente, tesorera regional y diputada Yolanda García, solicita seis meses de prisión y 650 euros de multa.

También desfilarán por el banquillo entre el lunes 15 y el miércoles 17 los cabecillas de la Gürtel Francisco Correa, Pablo Crespo, Álvaro Pérez y Ramón Blanco Balín. Se enfrentan a penas solicitadas por la Fiscalía de hasta 27 años de cárcel, aunque los tres primeros ya cumplen penas de cárcel por las condenas en las otras piezas separadas.

Los empresarios, tan necesarios para el pago de estas campañas, serán interrogados para ratificar su acuerdo con la Fiscalía en el que reconocen la financiación ilegal del PP valenciano. Rafael y Tomás Martínez Berna -de Hormigones Martínez y posteriormente CHM Obras e Infraestructuras-; Enrique Gimeno -por Facsa-; Alejandro y Antonio Pons --Dols y Piaf--; Gabriel Alberto Batalla --administrador del Grupo Lubasa--; Enrique Tomás Ortiz; José Francisco Beviá; Vicente Cotino --del Grupo Sedesa--; y José Enrique Fresquet, de Pavimentos del Suroeste, luego denominada Padelsa Infraestructuras, se sentarán en el banquillo.

Acudirán como testigos, desde el propio Francisco Camps al exdirector general de la policía Juan Cotino, pasando por el actual alcalde de Crevillent, César Augusto Asencio. Testificará también el extesorero del PP nacional Luis Bárcenas.

Contra las cuerdas

La autoinculpación de los empresarios -que evitarán las penas de cárcel a cambio de multas- y la última confesión de Correa esta semana ponen contra las cuerdas a la cúpula del PP valenciano. De hecho, la novedad de esta vista oral estriba en las declaraciones de Ricardo Costa, Vicente Rambla, Yolanda García y David Serra. ¿Dispararán hacia arriba para defenderse?

En octubre de 2009 en el Mesón Navarro de Castellón, comían los padres de Ricardo Costa y su hermano Juan en plena tormenta al destaparse la investigación de la trama Gürtel. Rajoy había forzado a Camps a destituir a Costa como secretario general, por lo que le tiraba a la prensa encima. “Ricardo no se comerá el marrón solo”, dijo su madre en voz alta. A día de hoy, parece que en este juicio sí.

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