Lorena Silvent, alcaldesa de Catarroja: “En las emergencias es fundamental avanzarse y los movimientos vecinales son fundamentales”
Una de las lecciones de la dana del pasado 29 de octubre fue que el trabajo ciudadano resulta clave en la prevención de cualquier catástrofe, mientras esta se desarrolla y en la gestión posterior. Es una de las claves del diálogo en torno al libro 29O: Les hores del caos (Bromera en valenciano y Península, en castellano), celebrado este lunes en Catarroja, con el autor, periodista y director de la edición valenciana de elDiario.es, Sergi Pitarch; la alcaldesa de Catarroja, Lorena Silvent, y el periodista y miembro de los comités de reconstrucción Borja Ramírez.
Los tres representantes elogiaron el trabajo de los Comités Locales de Emergencia y de Reconstrucción (CLER), las asociaciones de víctimas y la sociedad civil organizada durante y después de la emergencia. “Es un éxito que Mazón esté en la calle. El principal responsable político no está y es una victoria de la sociedad civil”, recalcó el director de la edición valenciana de elDiario.es. “El libro también habla de esperanza”, contó Pitarch. “De gente que se jugó la vida, que salvó a otros, eso nos ha de reconciliar con la ciudadanía. Los vecinos volvieron a ser familia. Los CLER han sido un ejemplo de organización, con ambición de reconstrucción y de una reconstrucción diferente, que debe hacerse con la gente”, añadió.
Silvent apuntó algunas lecciones aprendidas tras la catástrofe, entre las que destaca la organización vecinal. “En las emergencias hay que avanzarse. Y esa coordinación con los agentes sociales, la pedagogía de la autoprotección es fundamental. Ya he aprendido que no debo esperar a nadie, que he de conocer bien mi pueblo. Que todo lo que pueda tener recopilado es tiempo que avanzo”. La alcaldesa socialista recuerda la delicadeza del momento, “el sentimiento de vulnerabilidad, de que nada conocido funcionaba”. Sobre el papel institucional, destaca: “Hemos de mejorar el sistema y hemos de hacerlo desde dentro y trabajando. Los CLER están haciendo un trabajo fundamental como interlocutores de emergencias y como movimiento vecinal. El Ayuntamiento se volvió un lugar de referencia para desde ahí redistribuir”.
Ramírez advirtió del riesgo de la desinformación y de la proliferación de determinados grupos antipolíticos como caladero para la extrema derecha. “Hay poca gente en el resto del Estado que haya vivido un episodio como el de la dana, de desaparición o colapso del Estado. Convierte esta zona en un laboratorio de pruebas. Hay mucha gente que vino a hacer el agosto, desde el aspecto mediático. Pero en los primeros momentos, lo que surge del vecindario, fue el ayudar a los demás y organizarse. Eso ha sido uno de los frenos a esa antipolítica que ha surgido y que nos va a condicionar en las próximas décadas”. En este sentido, ha recordado ciertos movimientos conspiranoicos o antipolíticos en el municipio, que han llegado a repartir panfletos. “La información va a ser fundamental”, ha apuntado.
La edil socialista también elogió el trabajo de las asociaciones de víctimas, capitaneadas por Rosa Álvarez y Mariló Gradolí: “Cuando me entrevisté con Mazón me dijo que las asociaciones de víctimas estaban politizadas. Creo que no estaba a la altura. También hay una cuestión de misoginia, las mujeres que están frente a las asociaciones lo están sufriendo y necesitan que la sociedad las apoye. Están recibiendo insultos y mucha presión por un trabajo que es fundamental”, reprochó.
La primer edil ha recordado cómo vivió la dana en Catarroja, uno de los municipios más afectados por la riada. “Desde la una del mediodía había un equipo de vigilancia del barranco, se suspendieron las clases por la tarde. Esta que a las 18.30 aviso de desbordamiento del barranco. Y llegaron los avisos de la ciudadanía pidiendo auxilio. El consistorio se convierte en un refugio donde más de 200 personas pasan la noche”, comentó. “Los alcaldes y alcaldesas hacen lo que pueden, son la primera administración que está de cara al ciudadano, y quienes menos información tuvieron. Han sido injustamente tratados a menudo”, destacó el periodista.
La investigación periodística y el jefe de gabinete
Pitarch ha puesto en valor el trabajo periodístico desde el inicio de la catástrofe: “El segundo día tuvimos dos opciones: atender al drama humanitario o perseguir políticamente a los responsables. Lo tuve claro. Pedí gente a la edición nacional para la cobertura humanitaria y mi equipo se centró en la investigación. También que se retiró a los bomberos del barranco del Poyo, que es clave en la causa”.
El libro apunta a algunas “figuras clave para entender qué sucedió”, como el núcleo duro de Mazón. “No se entiende lo que ha pasado sin entender quiénes son los personajes que dirigían la Generalitat Valenciana. Quién es el jefe del Consell, por qué comparte piso con su jefe de gabinete, que su responsable de relaciones institucionales hacía las listas en Canal 9, quién su secretario autonómico que le para los pies a Pradas cuando propone un confinamiento. Ese mundo es el que interesa, las cosas no pasan porque sí, pasan porque hay gente que entiende la política como un instrumento de negocio y no como el bien común”, señaló.
La presión del lobby turístico y la gestión de las emergencias
El director de la edición valenciana apunta también al lobby turístico, uno de los más potentes y organizados en el País Valencià, uno de los que 'secuestran' las políticas públicas. “No fue cosa solo un gobierno inepto sino también de una situación económica que se forzó, con el lobby turístico y otras presiones que impidieron una actuación diligente”. “El gobierno valenciano era muy permeable a las presiones del lobby turístico. El día 1 de noviembre, viernes, era uno de los últimos grandes puentes, el último que hace calor, de reservas de última hora. La meteoróloga de À Punt narra presiones para no ser alarmista con el tiempo”, señala. “Una alerta roja a última hora son miles de euros en reservas canceladas. Un gobierno donde la consellera era la número dos del lobby turístico influye. Por eso Mazón se pasa todo el día manteniendo la agenda, intentando explicar que no pasa nada”. Tres semanas después, la patronal turística centró su campaña en desvincular la ciudad del desastre.
Respecto a la reconstrucción, se recordó al vicepresidente segundo, Francisco José Gan Pampols, en el cargo durante menos de un año. “Se nombra a un general como conseller, en un departamento sin funcionarios; se elige a dedo a una gran consultora para que haga un plan de 2.000 folios con más de dos millones de euros y el que lo hace se va. El plan sugería que hay que cambiar toda la legislación y nuevos tipos de alerta”. Sin embargo, apuntó Ramírez “la mejor prueba de que son conscientes de que lo han hecho mal son las siguientes alertas rojas. El envío anticipado del Es Alert. El contraste entre la gestión es evidente”. También recalcó que la reconstrucción debe implicar una parte necesariamente política, un trabajo diario y constante.
Al respecto, añadió Pitarch: “Con estas actuaciones, han demostrado que con la legislación que había resulta que las competencias son autonómicas, se puede convocar una reunión de coordinación 24 horas antes, se podía enviar un mensaje con antelación y se podía enviar a los bomberos a controlar los barrancos, donde surgen las inundaciones relámpago”. En este sentido, añadió el representante de los Comités: “La gestión es fundamental. Da la sensación de que se ganan elecciones con gente subiendo stories. Lo hemos visto con el cribado de cáncer en Andalucía, o los incendios en Castilla y León. Esto es un modelo, se repite en todas partes. Hay que decir ya está bien”, sentenció.
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